El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha afirmado que continuarán trabajando en la seguridad de las cárceles tras las protestas de funcionarios de Cataluña y del resto de España por el asesinato de una cocinera del centro penitenciario de El Catllar (Tarragona).
“Seguiremos ahondando y evaluando todas las situaciones que se generan en el ámbito de la seguridad de nuestros funcionarios”, ha asegurado el ministro.
“Su seguridad es nuestro primer deber y nuestro primer objetivo”, ha añadido al preguntársele por las protestas de funcionarios de prisiones en declaraciones a los periodistas este viernes tras el acto de toma de posesión del nuevo jefe de la Guardia Civil en Cataluña, que se ha hecho en la Comandancia de Sant Andreu de la Barca (Barcelona).
Marlaska ha dicho que su máxima preocupación es la seguridad y protección de los trabajadores de Instituciones Penitenciarias, “tanto lo que es competencia de la Administración General del Estado como cuando es competencia de las comunidades autónomas”, como es el caso de las prisiones de Cataluña.
También ha mostrado sus condolencias a la familia de la cocinera asesinada en la cárcel de Mas d’Enric, en El Catllar (Tarragona), por un preso que después se suicidó. Esta muerte ha desencadenado protestas de funcionarios, con cortes en los accesos a las principales cárceles catalanas.
“¿Dónde será el siguiente?”, se han preguntado los sindicatos Acaip-UGT, CSIF, CCOO y CIG, que se han concentrado este viernes en diferentes cárceles, entre ellas Alcalá-Meco, en Madrid, donde han reclamado que la legislación penitenciaria “se adapte al tratamiento del perfil concreto de cada interno”.
Además, han reiterado sus demandas al ministro Fernando Grande-Marlaska al entender que es “inconcebible” que los trabajadores penitenciarios aún no hayan sido reconocidos como agentes de la autoridad, entre otras medidas.
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