Manejaba bajo los efectos del alcohol, chocó y mató a una mujer, pero llegó sonriente a la foto policial

(Cortesía de la Oficina del Sheriff del Condado de Marion)

El cabello oscuro de Angenette Welk cae sobre sus hombros en la foto policial y su amplia sonrisa tiene unos dientes más vivos que las rayas blancas de su uniforme carcelario.

En esos momentos, a menos de 6 kilómetros de la cárcel del condado de Marion (Florida) donde se hallaba, los médicos se esforzaban por salvar la vida de Sandra Clarkson, víctima de un accidente por una conductora en estado de ebriedad el pasado 10 de mayo, según las autoridades.

Clarkson, una madre de 60 años, sufrió un severo traumatismo en la cabeza cuando su automóvil recibió un golpe con la fuerza suficiente como para colocar el vehículo en un remolque de caballos que estaba enfrente de ella.

La mujer fue diagnosticada con muerte cerebral en el Día de la Madre y murió cuando se le retiró el soporte vital al día siguiente, de acuerdo a una página de GoFundMe que aparentemente creó la familia.

La mujer chocó el auto de una madre que estaba junto a su hija.

Welk, de 44 años, fue acusada de un delito grave por manejar bajo los efectos del alcohol y  causar lesiones además de recibir dos cargos menores relacionados con el hecho de conducir en estado de ebriedad en el momento de la colisión, según la Oficina del Sheriff del condado de Marion. Pagó USD 10.000 de fianza y fue puesta en libertad el 11 de mayo, después de declararse inocente.

Pero dado que Clarkson murió después, los agentes de la Patrulla de Carreteras de la Florida ahora tienen la intención de arrestar a Welk por un aumento en el cargo DUI (manejo bajo los efectos del alcohol) por homicidio involuntario, según afirmó el fiscal asistente del condado de Marion a The Washington Post.

En la escena, Welk le dijo a la policía que estaba distraída después de dejar caer su teléfono celular antes de estrellarse contra el vehículo conducido por la hija de Clarkson, Shiyanne Kroll, de 18 años, que sufrió heridas leves, de acuerdo a Village News.

Su concentración de alcohol en sangre era el doble del límite legal. Welk resultó ilesa en el choque. 

Kroll y su hermana, Keonna Sciacca, dijo a Click Orlando que estaban devastadas por la pérdida de su madre y les parecía indecente la sonrisa de oreja a oreja de Welk. “Eso me repugna, eso significa que no tiene ningún remordimiento por lo que hizo y espero que el juez vea esa imagen y diga lo mismo”, comentó Kroll.

Sciacca lloraba por la pérdida. “Definitivamente arruinó a nuestra familia para siempre, no solo temporalmente. Esto fue algo permanente que Welk hizo… No puedo abrazarla, no puedo decirle ‘Buenas noches, te quiero’“, relató Sciacca entre lágrimas. “Nos ha destrozado la vida”.



FUENTE: INFOBAE NOTICIAS

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