Además de haber sido la experiencia bélica más importante que tuvo Argentina en el siglo XX, la guerra de Malvinas fue mucho más que eso y en ella conviven cientos de historias anónimas que reflejan lo vivido.
En un nuevo video de YouTube, DEF tuvo acceso a historias de médicos y del personal de sanidad que fue parte de la guerra y que brindó su ayuda para traer a los veteranos de regreso a suelo argentino.
DETALLES SOBRE EL TRABAJO DE SANIDAD EN MALVINAS
En 2017, el coronel médico del Ejército Rubén Cucchiara participó de un congreso organizado por el Instituto Argentino de Historia Militar y, en aquella oportunidad, brindó detalles sobre el trabajo de la sanidad en Malvinas. Entre algunos de los datos que mencionó, se destacaba que la Doctrina de Sanidad vigente en el año 1982 había sido publicada en 1966. También, explicó que aquella publicación había sido clave, puesto que se establecieron las bases doctrinarias para la conducción del servicio de sanidad en todos los niveles de las Fuerzas Terrestres del Teatro de Operaciones. Las capacidades, limitaciones, relaciones, la organización y las misiones del servicio sanitario en diversas situaciones tácticas fueron precisadas por Cucchiara en ese congreso.
Cabe aclarar que, dentro del Ejército Argentino, el Teatro de Operaciones estaba organizado en cuatro escalones de comando: unidad, brigada, cuerpo de Ejército y el Ejército como un todo. Incluso, cada unidad contaba con una sección de sanidad que disponía de un oficial médico, de dos a cinco suboficiales enfermeros y alrededor de 20 soldados.
De abril a junio de 1982, en el Hospital Militar de Puerto Argentino, se atendió más de una decena de patologías. Algunos datos más: en el Centro Interfuerzas Médico, el total de pacientes atendidos fue de casi 2000; además, más de 600 pacientes fueron evacuados por vía aérea y cerca de 60 tuvieron que ser atendidos en los buques hospitales Irízar y Bahía Paraíso.
HISTORIAS DE LA GUERRA
“Los médicos en el conflicto participamos desde, quizás, de antes de que empiece hasta el final y, a veces, nos transformamos un poco en el referente de esperanza que tiene todo combatiente”, dice Cucchiara y cuenta que los combatientes esperan encontrar en los médicos y los enfermeros a quienes les puedan brindar ayuda en momentos críticos. Respecto a esto último, relata que durante los últimos días del conflicto, y como prisionero de guerra, le tocó coincidir con otro soldado argentino que estaba llorando y que, cuando lo vio, sintió cierto alivio: “mirando para atrás, me doy cuenta de que si tuviera que resumir qué es lo que yo hice, en ese hecho se plasmó un poco lo que hace la sanidad”.
Otro testimonio que describe el trabajo de los médicos en la guerra es el del sargento ayudante (retirado) Manuel Villegas, quien, con el grado de sargento, fue a Malvinas con el Regimiento de Infantería 3. Orgulloso de sus soldados, relata que el 13 de junio de 1982 debieron realizar un contraataque sobre Wireless Ridge a fin de reforzar las posiciones del Regimiento 7.
Sin embargo, lo que nunca imaginaron es que no había comunicaciones y que se había dado la orden de abandonar el lugar. Villegas cuenta que no tomó conciencia de la gravedad de su herida hasta mucho tiempo después. Horas más tarde, cuando despertó de la anestesia y fue testigo de la entrada de los ingleses al hospital, su cara de asombro fue tal que un enfermero se le acercó para decirle que ya había terminado la guerra con la rendición.
Otra historia es la de la instrumentadora quirúrgica Silvia Barrera, que estuvo arriba del ARA Almirante Irízar. A los 23 años, se embarcó como voluntaria para ir a Malvinas. Ella es una de las tantas mujeres que trabajó en sanidad durante la guerra y cuenta que uno de los casos que más la marcó fue uno en el que, arriba del Irizar, tuvo que atarse a un soldado herido para poder practicarle una intervención quirúrgica: “operamos a un paciente que estaba en muy grave estado. Justo nos tocó una noche en que el mar estaba bravo, así que nos tuvimos que atar al paciente con vendas de gasa el cirujano, la ayudante, la anestesista y yo, todos atados al paciente para movernos todos al mismo tiempo y poder hacer la cirugía”.
Sobre el deber de los veteranos en el presente, Barrera dice: “Tenemos que trabajar para tratar de mantener la historia viva de Malvinas, que no se distorsione la historia con los que realmente fuimos. Creo que es una obligación de todo veterano de guerra tratar de contar su historia en todos lados, en todo lo que se pueda: radios, reportaje escrito, para que esa historia no se vaya distorsionando. Y ahora, que estamos vivos, también que la gente conozca quienes son los más condecorados y quienes hicieron actos de arrojo, como hicieron los patriotas en otras fechas y en otras batallas, ¿no?”
* Para saber más sobre este y otros temas, visite el canal de YouTube de DEF.
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