Kate Beckinsale, de 48 años, está convencida de que su mente superdotada ha sido para ella un obstáculo más en su carrera. La actriz, que se formó en literatura francesa y rusa en la Universidad de Oxford, reveló que tiene un coeficiente intelectual de 152, mucho más alto que la media. Consultada sobre si le costaba salir con hombres menos inteligentes que ella, la ex esposa del actor Michael Sheen dijo: “He descubierto que puedo perdonar muchísimo si alguien es divertido. Hay un cierto grado de inteligencia en alguien que es gracioso”.
La intérprete de películas como “Underworld” y “Serendipity” cree que, a pesar de haber trabajado en producciones de gran éxito, nunca ha alcanzado el estatus de otros compañeros de profesión. “Todos y cada uno de los médicos, todas las personas con las que me he cruzado alguna vez me han dicho: ‘Serías mucho más feliz si fueras un 30 por ciento menos inteligente’”, dijo Beckinsale en un reciente entrevista con Howard Stern. “Realmente no me ayuda en mi carrera. Creo que en realidad podría haber sido una desventaja”.
Beckinsale se encuentra en recuperación tras sufrir una grave lesión en la espalda que se produjo durante el rodaje de su nueva película, “Prisoner’s Daughter” en Las Vegas, aunque la manera en la terminó en el hospital no fue durante una escena de acción en el set: fue intentando ponerse un jean. “Después de haber hecho ochocientas o novecientas películas de acción, me lesioné poniéndome un par de leggings en la habitación del hotel. Sentí como si una suerte de cuerda de guitarra se rompiera y a partir de ahí todo fue horrible. No podía caminar ni acostarme ni sentarme. No podía hacer nada”, confesó.
Dos muertes inesperadas que la marcaron
Kate Beckinsale no es la primera persona en su familia en tener éxito en el mundo del espectáculo. Es hija de dos actores, Richard Beckinsale y Judy Loe. Mientras ella crecía, el padre de Kate era muy conocido en la televisión británica en la que protagonizó muchas comedias populares durante la década de 1970, incluidas “Porridge” y “Rising Damp”.
En la cima del éxito, Richard murió de un ataque cardíaco mientras dormía, el 19 de marzo de 1979. Tenía apenas 31 años. Perder a un padre a cualquier edad es difícil, pero para Kate, que tenía cinco años en ese momento, fue devastador.
“No puedo enfatizar lo famoso que era. Apareció en dos de las comedias más icónicas de la época”, dijo sobre su padre. La muerte del actor conmocionó al Reino Unido. “La gente estaba parada en las calles llorando”, recordó Kate. “Mi papá era adorado”.
“La muerte de mi padre fue 100% destructora del alma y me impactó totalmente para siempre”, dijo en diálogo con Belfast Telegraph en 2016. Para hacer frente a la pérdida, se pegó a la televisión y vio reposiciones de sus programas como un medio para mantener vivo su espíritu. Cuatro décadas después del fallecimiento de su padre, Kate continuó recordándolo y honrándolo. “Compañeros en el crimen de por vida y más allá. Te daré un gran beso cuando te vea. Feliz Día del Padre. Te extraño mucho”, escribió en Instagram.
Después de experimentar esa pérdida, Kate Beckinsale comenzó a lidiar con su dolor de diferentes maneras. Pero todo empeoró en su adolescencia. A los 15 años, comenzó a luchar contra la anorexia, un trastorno alimentario que generalmente se manifiesta como un medio para lidiar con la ansiedad, el estrés y la baja autoestima.
Hablando sobre su propia experiencia, la actriz le dijo a The Independent: “Aunque sé que no todas las personas que padecen anorexia tienen un padre que ha muerto, si aprendes de niño que las personas aparentemente bastante sanas mueren a los 31 años, te coloca en un lugar bastante de mierda”. Durante este tiempo, Beckinsale llegó a pesar sólo 40 kilos y tuvo que recurrir a la terapia para sanar. “Digamos que no fue un gran período de mi vida”.
Tras la muerte de su esposo, la madre de la actriz se enamoró del director Roy Battersby en el set y, aunque ahora Beckinsale se siente afortunada de tenerlo, admitió que la transición fue un desafío al principio. “Tenía esa edad en la que los niños eran simplemente asquerosos y aterradores. Él tenía cuatro hijos… Yo era una especie de chica elegante que montaba en pony y tocaba el clarinete y eran jodidamente rudos mis hermanos“, señaló sobre la unión inicial de las dos familias. “Pero fue lo mejor. Podría haber sido una imbécil insoportable y tuve que aprender a hundirme o nadar un poco y terminé siendo muy cercana a ellos”.
Afortunadamente, Beckinsale sanó y se recuperó.
La actriz continuó sus estudios de literatura francesa y rusa en la prestigiosa Universidad de Oxford. Sin embargo, una experiencia traumática en sus años universitarios la empujaría hacia una carrera actoral.
Consiguió el primer papel cinematográfico de su carrera en “Mucho ruido y pocas nueces” de Kenneth Branagh, una adaptación cinematográfica de 1993 de la comedia de William Shakespeare.
Sin embargo, equilibrar sus cursos y una incipiente carrera como actriz no fue exactamente fácil, y Beckinsale comenzó a sentir la presión. Tenía que elegir. Esta decisión sobre su carrera profesional se produjo abruptamente antes de su último año de estudios en 1992. Beckinsale contrajo mononucleosis y regresó temporalmente a casa mientras su grupo de amigos permaneció en el campus. En una de esas noches de fiesta, ocurrió una tragedia. “Uno de mis amigos más queridos terminó saltando por una ventana y murió”.
De acuerdo a la prensa local, Henry Skelton, de 21 años, había consumido alcohol y LSD antes de su muerte, lo que afectó mucho a Beckinsale, y la mayoría de sus amigos en común fueron suspendidos luego del trágico incidente. “Cuando estaba considerando volver, no había nadie allí y había un olor horrible a muerte por todas partes”, reflexionó sobre su decisión de abandonar sus estudios. “Esa fue la razón por la que no volví”.
Una mala experiencia en el rodaje de “Pearl Harbor”
Kate fue entrevistada en el popular programa de Graham Norton, donde reveló los comentarios hirientes que le hacía el director de la película, Michael Bay durante el rodaje de “Pearl Harbor”.
“Creo que no encajo en el tipo de actriz que Michael Bay había visto antes. Creo que no estaba a gusto conmigo en la película, porque mis pechos no eran más grandes que mi cabeza y porque no era rubia”, sentenció la británica.
La actriz añadió que el director, en varias ocasiones, priorizó el trabajo de Ben Affleck y de Josh Hartnett sobre el suyo. “Cuando estábamos promocionando la película, se le preguntó a Michael por qué había elegido a Ben y Josh, y él dijo, ‘He trabajado con Ben antes y lo amo, y Josh es muy viril y un actor maravilloso’. Luego, cuando se le preguntó sobre mí, decía: ‘Kate no es muy atractiva, por eso la elegí, para que no espantara a las espectadoras femeninas”, detalló la intérprete, visiblemente molesta por el desprecio que sintió por parte del director.
El relato de Kate en el programa concuerda con las palabras que dijo Michael Bay a la revista Vanity Fair en 2001. En plena promoción de “Pearl Harbor”, el director fue consultado por el elenco de actores de la película, y no reparó en halagos hacia Matt y Ben. En cambio, cuando le preguntaron por Kate, la cosa cambió: Michael dijo que la escogió porque no era demasiado linda Y comparó su belleza con la de Kate Winslet, protagonista de “Titanic”.
“No quería a una actriz que fuese demasiado hermosa. Las mujeres se sienten incómodas cuando ven a alguien demasiado bonita (…) No estoy diciendo que Kate no lo sea… Pongo el ejemplo de ‘Titanic’, Kate Winslet es bastante atractiva, pero no abrumadoramente hermosa. Y eso hace que funcione mejor para las mujeres. Nuestra Kate es muy divertida, y no es tan neurótica como algunas actrices. Además, creo que los tres tenían una química muy agradable”
La noche que enfureció a Harvey Weinstein por no mostrar su cuerpo
A la edad de 16 o 17 años, su agente le reservó una habitación de hotel para reunirse con el magnate de Hollywood que luego sería condenado por depredador sexual, Harvey Weinstein. Por entonces, sin embargo, “No parecía una bandera roja”, admitió la actriz británica sobre la reunión.
Mirando hacia atrás, Kate se dio cuenta de lo ingenua que era. “Cuando aparecí en el hotel y me abrió la puerta un tipo muy grande y no muy atractivo, increíblemente mayor, y que tenía puesto una bata, pensé: ‘Dios mío, qué vergüenza para él. Obviamente se olvidó de la reunión’. No se me pasó por la cabeza que eso fuera un problema”.
No pasó mucho tiempo antes de que Weinstein hiciera todo lo posible para que bebiera un poco de Baileys. Pero incluso entonces ella no se dio cuenta de que él podría estar insinuándose. Finalmente salió de allí con la excusa de que tenía deberes del colegio. “No pensé nada en absoluto”, dijo Kate, una vez más enfatizando su ingenuidad.
Unos años más tarde, tuvo una experiencia diferente después de protagonizar junto a John Cusack la comedia romántica “Serendipity”, producida por Weinstein, en la que ella y Cusack interpretan a dos enamorados que se desencuentran.
“Él era realmente astuto”, dijo sobre Weinstein. “Me di cuenta de que estaba bastante ansioso por la edad específica que tenía [durante nuestra reunión anterior en la habitación del hotel] … Él dice: ‘No hice nada. ¿Hice algo? No hice nada, ¿verdad? Recuerdo haber pensado… ‘¿Con qué frecuencia haces eso si no te acuerdas?’”
Primero, Weinstein despidió a la asistente de la actriz sin decírselo. Más tarde, mientras promocionaba la película, en 2001, pocos días después del atentado terrorista que destruyó las Torres Gemelas y dejó alrededor de 3.000 muertos, se lanzó contra ella por no mostrar su cuerpo en la premiere. “Me metí en un gran problema por usar un traje”, le dijo a Howard Stern, diciendo que Harvey la llamó para lo que ella pensó que era una reunión, pero resultó ser una trampa. “Si estoy lanzando una alfombra roja, te pones un vestido ajustado, sacudes el culo, sacudes las tetas, no bajas luciendo como una lesbiana jodida, estúpida de mierda”, le gritó Weinstein a la actriz, que estaba con su pequeña hija.
“El shock me hizo llorar”, continuó Beckinsale. “Traté de decir ‘Harvey, la ciudad está en llamas, la gente sigue buscando a sus familiares, ninguno de nosotros sintió que el estreno fuera apropiado y mucho menos salir vestida como si fuera una despedida de soltero”, intentó explicarle sobre la situación que vivía el país. “Es mi jodido estreno y si quiero una vagina en la alfombra roja, eso es lo que obtengo”, esa orden recibió la intérprete por parte del productor, condenado y sentenciado a 23 años de prisión por violación.
“Mi experiencia personal no fue de haber sido agredida sexualmente, pero hubo algunas cosas oscuras que me molestaron mucho y más reveladoras en términos de quién resultó ser”, afirmó. Sobre a sentencia de Weinstein, afirmó que “un gran alivio para mí en nombre de todas las mujeres que agredió sexualmente o violó, y espero que sea un elemento disuasorio para ese tipo de comportamiento en esta y en cualquier otra industria”.
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