Estrasburgo (Francia), 13 sep (EFE).- Los líderes de los grupos políticos del Parlamento Europeo, a excepción de los de extremaderecha, concordaron este miércoles en una cuestión: El estado de la Unión Europea es fuerte, pero discreparon sobre cómo construir el futuro de la Unión.
“El motor político de Europa funciona”, clamó el líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, durante su discurso en el debate del Estado de la Unión.
Frente a esta afirmación, la presidenta del grupo de socialistas y demócratas, la española Iratxe García, reclamó “no caer en la autocomplacencia”.
“Estamos unidos, pero no caigamos en la autocomplacencia. Ha llegado el momento de reforzar la unidad de la Unión Europea (…) debemos seguir apoyando al resto de países de nuestra vecindad que quieren unir su destino al de la UE”, dijo García.
La guerra de Ucrania, la inflación, la crisis energética, la reindustrialización de Europa y el impulso de la transición verde fueron las temáticas protagonistas a las que los diferentes grupos políticos hicieron referencia en sus discursos.
La líder socialdemócrata, en la misma estela que sus homólogos de los Verdes y de la Izquierda, abogó por reforzar el pilar social y reformar las reglas fiscales para lograr “una mayor justicia fiscal”.
También apostó por un pacto migratorio comunitario que evite la pérdida de vidas humanas en el Mediterráneo: “El dinero de los contribuyentes no puede terminar en los bolsillos de los gobiernos que están atacando los derechos de las personas”, reivindicó García.
En esta línea, el líder de los Verdes, Philippe Lamberts, denunció que la política europea de asilo “se ha utilizado para convertir Europa en una fortaleza y unir a autócratas, dictadores y Estados fallidos para mantener a los refugiados y migrantes en el extranjero”.
“Ha enriquecido a los traficantes y ha convertido el Mediterráneo en una tumba masiva”, añadió Lamberts, que acusó a la extremaderecha de haber “instrumentalizado el miedo a la migración” y de haber trasladado esta dinámica a la lucha contra el cambio climático.
Weber, que también destacó la migración como una prioridad política de su grupo, abogó por “decidir quién puede entrar y quién no” en las fronteras de la Unión.
El líder de la Izquierda, Martin Schirdewan, se mostró muy crítico con el discurso optimista que la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, pronunció unos minutos antes pues, según denunció, han muerto 13.000 personas en las fronteras exteriores de la Unión.
Asimismo, Schirdewan incidió en que los trabajadores han sufrido una pérdida salarial del 4 %: “Hay 95 millones de personas amenazadas por la pobreza en la UE. Este es el balance según el que hay que juzgar” esta legislatura, aseguró.
TRANSICIÓN ECOLÓGICA, UN ESCOLLO MÁS ENTRE LOS GRUPOS
Los socialistas y demócratas, populares y liberales, aplaudieron los avances en materia de transición ecológica, aunque con distintos puntos de vista. La izquierda pidió hacer más y la ultraderecha, lejos de este acercamiento, denunció la ideología y el partidismo de la Comisión.
“El Pacto Verde Europeo, el buque insignia de la Comisión, en lugar de ser un vehículo para el crecimiento, es una costosa extravagancia”, apuntó el líder de la ultraderecha ECR, Ryszard Antoni Legutko, que aseguró que la Comisión se ha convertido “en una maquina partidista que lucha contra la política nacional”.
En esta línea, su homólogo del grupo Identidad y Democracia, el ultraderechista Marco Zanni, aseguró que se necesita “menos ideología y más pragmatismo” para hacer frente a la transición verde, pues si no cambia la línea política de la UE en esta materia “la única victoria (de esta transición) será China”, dijo.
Frente a ello, el líder de Renew, Stéphane Séjourné, aseguró que ninguna otra cámara parlamentaria en el mundo ha tomado “decisiones tan valientes” para hacer frente al cambio climático, pero apostó por reducir la burocracia comunitaria para hacer realidad la “transición verde y digital”.
“La viabilidad política del Pacto Verde Europeo dependerá de nuestra capacidad para pedir más a los que más tienen y menos a los que menos tienen. Hay límites a las injusticias que nuestras sociedades pueden tolerar”, sentenció el líder de los Verdes.
Los progresistas de la Eurocámara incidieron en la necesidad de avanzar en la justicia social, en hacer frente a los problemas de especulación de la vivienda y de luchar por la igualdad de género.
“Las democracias rara vez mueren por amenazas externas, a menudo mueren por amenazas internas. A los demócratas nos corresponde actuar a tiempo”, remarcó el liberal Séjourné. EFE
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