“El Juicio” es un documental impactante pero sobre todo, es también una obra imprescindible para conocer cómo se desarrolló el proceso que terminó con las históricas condenas a las Juntas Militares de la Argentina. Dirigida por Ulises de la Orden, se presentó ayer en el MALBA del barrio porteño de Palermo y empezará a proyectarse todos los viernes en la sala del museo de arte latinoamericano.
El film condensa en poco más de 170 minutos las 530 horas de registros audiovisuales del juicio y expone en toda su dimensión la brutalidad y el horror del denominado Proceso de Reorganización Nacional. Hoy, 24 de marzo, se cumplen 47 años del golpe y se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Memoria.
Se trata, quizás, de la otra cara de “Argentina, 1985″, de Santiago Mitre, que compitió semanas atrás por los Oscar a la mejor película internacional. Sobre todo porque está desprovista absolutamente de artificiosidad: la crudeza del terrorismo de Estado exime de agregar dramatización. No hay lugar para la ficción.
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“El Juicio” muestra de manera descarnada a las víctimas y a los responsables de una maquinaria infernal que se diseñó para secuestrar, matar, desaparecer y robar bebés. Pero también, para robar, violar y humillar.
Se lo puede ver al ex almirante Emilio Eduardo Massera desafiar a los camaristas que lo juzgan: “Mis jueces disponen de la crónica, pero yo dispongo de la historia, y es allí donde se conocerá el veredicto final”. Y a Leopoldo Fortunato Galtieri, el que embarcó a la Argentina en la guerra de Malvinas y luego se rindió: “Esperaré serenamente y con tranquilidad espiritual y de conciencia el juicio de Dios y de la historia a mi conducta”.
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No son los únicos dictadores que desconocen la legitimidad de los magistrados investidos por la legitimidad que les daba la Constitución. También Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, Basilio Lami Dozo, Armando Lambruschini, y Omar Graffigna, entre otros, expresan por sí o mediante sus abogados, el mismo desprecio por un proceso que hizo historia no sólo en Argentina, sino que marcó un hito en la Justicia universal.
Con apoyo y financiamiento de argentina y del exterior, Ulises de la Orden trabajó en el documental junto a Alberto Ponce, en montaje, y Gisela Peláez, en producción. El responsable de “El Juicio” habló con Infobae y contó su experiencia personal en sumergirse en el horror para establecer un hilo narrativo de un hecho que signó de manera decisiva el curso de la historia.
El director anticipó también que ya están trabajando en una re-digitalización de las 530 horas de filmación, a partir del material que hay en la Cámara de Federal, en Argentina, más una copia fiel que estaba en Noruega. El “producto final” quedará en manos de Memoria Abierta, que lo tendrá en la más alta calidad existente para ponerlo a disposición de todos .
En el diálogo con este medio, De la Orden también resaltó que esa pretensión de los dictadores por ser absueltos por la historia fracasó: “Ahora la historia los está juzgando y los está condenando también. Esa exculpación que pretendían tener a partir del paso tiempo no va a suceder. Por eso me gusta haber hecho esta película, porque es como decir “mirá en la historia también sos culpable”.
– ¿Qué fue lo más difícil que le tocó enfrentar para hacer el documental “El Juicio”?
El ejercicio de ir a ver el horror todos los días. Realmente era una tarea difícil, que cada uno de nosotros tres lo procesó a su manera. A mí hubo momentos en que me costaba mucho conciliar el sueño, me despertaba en medio de pesadillas a la noche. Tenía una imagen recurrente, que soñé varias veces, que es la imagen final de Garage Olimpo, cuando va el avión con el tema Aurora sobrevolando el mar. Es una imagen terrible. Fue muy difícil ver todos los días el juicio, porque era sumergirnos en el horror.
– Para hacer este documental fue imprescindible el cuidado y preservación de todo el material audiovisual.
Sin dudas. La preservación de este archivo me permitió hacer esta película, pero es fundamental porque -aparte de ser una prueba judicial- es un fragmento de nuestra historia. Hay un proyecto anexo a la película que conseguimos el financiamiento junto con Memoria Abierta para re digitalizar los 500 casetes U-matics que hay en la Argentina en la Cámara Federal a la más alta calidad.
– ¿Eso lo van a hacer ustedes?
Esto ya se está haciendo y lo gestiona Memoria Abierta, que es un consorcio de ocho organizaciones de derechos humanos. Nosotros, visualizando el material detectamos que habían algunos pocos faltantes y algunos fragmentos deteriorados: un 10% a 15% del material estaba ya deteriorado.
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Por eso fuimos a buscar la digitalización de la copia de Noruega y encontramos que cosas que acá estaban deterioradas, allá estaban bien. La Biblioteca Nacional y el Parlamento de Noruega se sumaron a esta idea de re digitalizar todo y ya hicieron una re digitalización con los parámetros que nosotros le dimos y mandaron para Argentina todo el material en 4K.
Eso lo entregó el embajador de Noruega en Memoria Abierta, y la idea es a fin de este año con las dos copias nuevas, la copia Argentina y la copia Noruega, hacer una sola copia completa a la más alta calidad. A eso le sumamos toda la catalogación que hicimos para “El Juicio”, y la catalogación que tiene Memoria Abierta.
– ¿Qué pensás de “Argentina 1985″?
Introdujo el tema perfectamente, un tema que estaba fuera de agenda en la Argentina por completo y hoy en día se conoce no solo en Argentina sino en todo el mundo. Fue útil para volver a exponer la existencia del juicio a las Juntas Militares. Hicieron un gran trabajo
– Volviendo a “El Juicio” me llamó la atención escuchar a los genocidas repudiar a la Justicia y decirles que en realidad sólo la historia los iba a juzgar. Es importante que lo haya resaltado el documental.
Junto con nuestro equipo de trabajo, cuando escuchamos esas cosas, de alguna manera sentíamos que estábamos revirtiendo eso, porque ahora la historia los está juzgando y los está condenando también.
Esa exculpación que pretendían tener a partir del tiempo histórico no va a suceder. Por eso me gusta haber hecho esta película también, porque es como decir “mirá en la historia también sos culpable”.
– ¿Creés que hay un uso político de los 70 y del juicio a las Juntas Militares?
El tema es político, inevitablemente. Qué uso político se haga de estos eventos de la historia estará en cada candidato o en cada fuerza política. Una cosa es reivindicar los derechos humanos y entender que son una política de Estado y que la Argentina es vanguardia mundial.
Somos reconocidos en el mundo por nuestras crisis económicas recurrentes y permanentes. Y, alegremente, somos reconocidos en el mundo por nuestros jugadores de fútbol. Pero tenemos un valor que es superior a todo eso, que es la política de derechos humanos como política de Estado, perseverante. Desde las organizaciones de la sociedad civil, en primer lugar las Madres de Plaza de Mayo, pero todas las demás, y la sociedad civil casi en su totalidad, aunque haya algunos trasnochados. Habrá fuerzas políticas que entiendan eso y habrá fuerzas políticas cuyo líder tiene el coraje de decir que los derechos humanos son un curro.
– Qué pensás de esa frase de Macri o de dirigentes como Javier Milei que tienen una mirada crítica sobre la cuestión de los derechos humanos.
Cuestionan todo lo que sea argentino. Son como posicionamientos antiargentinos, con el afán de romper nuestra autoestima como sociedad, con el afán de ningunearnos y minimizarnos como sociedad. Creo que tenemos que querernos un poco más, hemos hecho grandes cosas y tenemos con qué resolver nuestros problemas. Sólo tenemos que decidirnos a resolverlos.
– Entiendo que para vos no son “un curro” los derechos humanos.
No decididamente no. Es el valor más alto que tenemos como sociedad.
– ¿Y de los que dicen eso, qué pensás?
Que están equivocados o están proponiendo una mirada anti argentina.
“El Juicio” es un film basado enteramente en el registro audiovisual de las audiencias orales del Juicio a las Juntas que llevó a cabo en 1985 la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal. El histórico proceso investigó las responsabilidades de los integrantes de las tres primeras Juntas Militares por los crímenes cometidos durante la última dictadura (1976-1983).
La totalidad de las audiencias fueron registradas por la televisión pública. Los medios cubrían el juicio y el canal público Argentina Televisora Color (ATC) transmitía tres minutos diarios de imágenes sin audio. Sólo la lectura de la sentencia fue transmitida de manera completa con imagen y sonido. “Esta película se basa en las 530 horas de ese material audiovisual prácticamente inédito”, informaron desde la producción del film.
“El Juicio” es una producción de Polo Sur Cine, es la décima película de Ulises De la Orden (Río Arriba, 2006; Tierra Adentro, 2011; Desierto Verde, 2013, entre otras).
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