Helsinki, 13 jun (EFE).- El partido conservador Kokoomus, segunda fuerza de la oposición, venció en las elecciones municipales celebradas este domingo en Finlandia, en las que la formación de ultraderecha Verdaderos Finlandeses perdió fuelle y tuvo que conformarse con la cuarta plaza.
Con el 91 % de votos escrutados, los conservadores del exministro de Finanzas Petteri Orpo lograron mantener su hegemonía en la política local y obtuvieron el 20,8 % de los sufragios, dos décimas más que en las municipales de 2017.
El Partido Socialdemócrata (SDP) de la primera ministra, Sanna Marin, retuvo la segunda posición con el 17,8 % de los votos, pese a que perdió 1,6 puntos respecto a los anteriores comicios locales.
El Partido de Centro, su principal socio en la coalición gubernamental de centroizquierda, ocupó la tercera plaza con el 15,9 % de los sufragios y perdió 1,7 puntos.
El primer partido de la oposición, el nacional-populista y euroescéptico Verdaderos Finlandeses, fue la fuerza que más creció y obtuvo el 14,6 % de los votos, un 5,8 % más, aunque quedó lejos de la segunda plaza que le otorgaban las últimas encuestas.
En cambio, los Verdes, fuerza progresista y ecologista especialmente presente en las grandes ciudades, fue el partido que más cayó (2,4 puntos) y tuvo que conformarse con el 10,1 % de los votos.
Por su parte, la Alianza de Izquierdas fue la sexta fuerza y cosechó el 7,9 % de los votos, seguida del Partido Popular Sueco (SFP) y los democristianos, con el 4,9 % y el 3,7 %, respectivamente.
A pesar de tratarse de unos comicios locales, los analistas coinciden en que los resultados pueden interpretarse en clave nacional para analizar el respaldo popular a la coalición de centroizquierda en el ecuador de la legislatura.
“Los finlandeses han mostrado que quieren un cambio respecto a la política que tenemos a nivel nacional, y Kokoomus es una clara alternativa”, dijo el líder de los conservadores, Petteri Orpo, en la televisión nacional YLE.
Algunos politólogos creen que el relativo éxito de los grandes partidos de la oposición se debe, en parte, al descontento de algunos votantes con la gestión gubernamental de la pandemia de covid-19, especialmente en los últimos meses.
Pese a ser el país de la Unión Europea (UE) con menor número de contagios y muertos en relación a su población, el Ejecutivo está retirando muy lentamente las restricciones en vigor, lo que acrecienta la frustración en el sector de la hostelería, el turismo y la cultura.
En el caso de la ultraderecha, otro factor que explica su ascenso, pese a que tampoco está relacionado con la política municipal, es la reciente aprobación por parte del Gobierno finlandés del fondo de recuperación europeo, según los analistas.
Una parte de los ciudadanos considera que este fondo, al que Finlandia aportará 6.600 millones de euros y del que apenas recibirá 2.900 millones, supone un nuevo trasvase de dinero público hacia los países de sur de Europa que obligará al Estado a endeudarse aún más.
Verdaderos Finlandeses intentó por todos los medios impedir la aprobación del fondo en el Parlamento de Helsinki y, echando mano de su retórica populista, llegó a decir que servirá para instaurar en España la jornada laboral de 35 horas semanales.
Al mismo tiempo, su postura escéptica hacia el cambio climático ha atraído el voto de los negacionistas y de muchos ciudadanos de las zonas rurales, que dependen del coche para desplazarse y rechazan las subidas de impuestos a los combustibles fósiles aprobadas por el Ejecutivo.
No obstante, el avance de la ultraderecha fue mucho menor de lo que pronosticaban los últimos sondeos, que le otorgaban la segunda plaza tras los conservadores, debido en gran parte al alto porcentaje de abstención (el 44,9 %), que afectó en buen medida a sus votantes.
El líder de la formación ultra, Jussi Halla-aho, resaltó que su partido logró los mejores resultados de la historia en unas municipales y entró por primera vez en los ayuntamientos de muchas localidades.
Es un avance agridulce, si tenemos en cuenta que Verdaderos Finlandeses es actualmente la segunda fuerza política en el Parlamento de Helsinki y se quedó a poco más de 6.000 votos de imponerse a los socialdemócratas en los comicios generales de 2019. Juanjo Galán
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