Los automóviles son los productos con los peores estándares de privacidad, pues a través de sus equipos tecnológicos incorporados, las compañías fabricantes recopilan y utilizan los datos personales de los conductores. Esta es la reciente alerta emitida por la Fundación Mozilla, una organización sin fines de lucro que se dedica a garantizar la accesibilidad y la seguridad de los internautas.
Tras un extenso análisis adelantado por la organización, 25 importantes marcas de automóviles recibieron la etiqueta de advertencia “Privacidad no incluida”, lo que indica que viola la información sensible de los usuarios a través de aplicaciones en dispositivos cada vez más tecnológicos e innovadores, incorporados bajo el argumento de mejorar la experiencia de los conductores .
La realidad es que estos datos no se limitan a potenciar el funcionamiento del vehículo o manejar la relación con el cliente, sino que abarcan desde, cómo interactúa el usuario con su automóvil, hasta los servicios conectados que utiliza y la información adicional de fuentes de terceros como Sirius XM o Google Maps.
Los investigadores dedicaron más de 600 horas a examinar las políticas de privacidad de las 25 marcas de automóviles, encontrando que se trata de una recopilación de información amplia y complicada en la que pueden almacenar datos extremadamente sensibles sobre los usuarios, desde su información médica y genética hasta su “vida sexual”.
Además de detalles sobre cómo y dónde conducen, los gustos musicales, con quienes se comunica y más, para luego inferir aspectos como su inteligencia, habilidades e intereses. Lo más alarmante, es que dichos datos les otorga la capacidad de crear información nueva sobre el usuario basado en sus preferencias.
Una invasión a la privacidad de la que, según los investigadores, los conductores no son conscientes. Mientras que los temores sobre el espionaje a través de los timbres de las puertas o los relojes conectados a Internet han ganado cierta relevancia, las fabricantes de automóviles han entrado discretamente en el negocio de los datos, convirtiendo sus vehículos en potentes máquinas recolectoras de información, alertan.
Hallazgos alarmantes
Los investigadores lograron establece que un 84% de las compañías automotrices analizadas, compartían datos personales de sus usuarios, admitiendo que pueden transferir su información personal a proveedores de servicios, corredores de datos y otros negocios para fines comerciales y marketing. Además, un 76% de ellas afirmó que incluso, puede vender esa información confidencial.
Otra revelación preocupante tiene que ver con el hecho de que estas compañías ceden información a las autoridades gubernamentales o a las fuerzas de seguridad si así es requerida. Un 56% de las automotrices declaró que podían compartir datos privados ante una “solicitud”, que no necesariamente tiene que ser una orden judicial.
Por otro lado, de las 25 marcas de automóviles revisadas solamente dos, Renault y Dacia, ofrecen a los conductores el derecho de solicitar la eliminación de sus datos personales. Estas dos empresas pertenecen a la misma compañía matriz y solo venden autos en Europa, donde prevalece la normativa de Protección General de Datos.
En cuanto a los estándares de seguridad, no se pudo confirmar si alguna de las marcas cumple con los niveles mínimos requeridos. Aunque todas las fabricantes investigadas tienen políticas de privacidad exhaustivas, no se encontró evidencia de que cumplan con los estándares mínimos de seguridad.
Las principales preocupaciones recaen en si los fabricantes de automóviles cumplen con la encriptación de toda la información personal almacenada en el vehículo. Muchas de estas empresas no respondieron a dichas inquietudes o, si lo hicieron, no brindaron respuestas claras, indicaron los investigadores.
Algunas marcas como Nissan y Kia, se destacaron por recolectar categorías de datos sumamente invasivas para los usuarios, como información de la vida sexual. Al tiempo que al menos seis compañías revelaron que pueden recolectar datos o características genéticas.
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