Lo que no se vio del Superclásico: la decisión de River en la previa, el rol de Marcos Rojo y el cántico desafiante de los hinchas de Boca tras el partido

Las perlitas del Superclásico
Todo lo que no se vio en el Superclásico entre Boca y River en la Bombonera

El tempranero Superclásico válido por la Fecha 7 de la Copa de la Liga tuvo perlitas de todo tipo. Desde la presencia del Beto Alonso en la delegación visitante, casi a modo de amuleto, hasta el careo de Juan Román Riquelme con los jugadores una vez finalizado el partido. Pero, al margen de los flashes que imantaron dos figuras emblemáticas de uno y otro, se registraron algunos sucesos que pasaron desapercibidos desde la previa del match disputado en la Bombonera que terminó 2-0 a favor de River.

Antes de que la pelota rodara en el campo del Alberto J. Armando, la visita tomó una decisión que sorprendió a más de uno: los jugadores de campo realizaron la entrada en calor en un sector cerrado debajo de las tribunas y no en el campo de juego. El único que saltó al césped fue Franco Armani, acompañado por el suplente Ezequiel Centurión y su entrenador de arqueros. Esta modificación fue determinación de Martín Demichelis, que se diferenció de lo que habían sido las últimas visitas de los de Núñez bajo la tutela de Marcelo Gallardo.

“No se hizo por nada en especial”, apuntaron desde River ante la consulta de Infobae. Seguramente fue para que los futbolistas no quedaran expuestos frente al público xeneize antes del cotejo. Esto hizo que los ánimos se apaciguaran y solamente el 1 millonario, ya experimentado en este tipo de cuestiones, acaparara los insultos y silbidos.

Entrada en calor River Bombonera
River no hizo la entrada en calor en el campo de juego como en los últimos tiempos

Cuando las voces del estadio recitaron las formaciones de los equipos, hubo abucheo generalizado para toda la de River, ya que casi ni se distinguieron los nombres de cada protagonista por el tono lúgubre con el que se los mencionaron. Sí hubo un podio de más ovacionados en Boca: Darío Benedetto, que mientras estaba haciendo el precalentamiento oyó en vivo el “Olé, olé, olé, olé, Pipa, Pipa” como inyección anímica, Sergio Romero (a quien le corearon su apodo, Chiquito) y uno de los juveniles más queridos de los últimos tiempos como Nicolás Valentini.

Chiquito Romero, capitán en la temprana tarde de La Boca, imitó a Marcos Rojo en al salida y no salió caminando junto a los rivales y cuarteto arbitral, sino que se dirigió al trote hasta el campo de juego para recibir el calor, afecto y aliento de la hinchada boquense. En una Bombonera rebalsada y con entradas agotadas, llamó la atención también que en la tercera bandeja Sur hubiera algunos claros. “Esta tarde, cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar”, se oyó desde las tribunas. Pero también se remarcó la importancia del duelo del jueves por la revancha de las semifinales de la Copa Libertadores: “¡Quiero la Libertadores…!”.

5′ PT: River arranca dominando el partido y los hinchas de Boca tratan de despertar a su equipo. Benedetto pivotea bien un balón a Bullaude, que en su intento por cambiar de frente le pega con la pelota al Pipa, quien se lo reprocha.

11′ PT: El dominio de la visita se hace más evidente, Boca no puede sostenerla en el mediocampo y la gente avispa a sus jugadores: “Hay que poner Boca, hay que poner Boca, hay que poner, un poco más de huevo”.

14′ PT: Rondón tiene su primera chance luego de que Merlos no sancionara lo que para todo el estadio era infracción previa sobre un jugador de Boca. Allí se inició el duelo con el juez principal.

17′ PT: Benedetto es vitoreado en cada intervención. Está enchufado, cuando Boca tiene la posesión y cuando tiene que presionar. Se tiró a barrera en ataque y, aunque la pelota no quedó en su poder, la gente le reconoce el esfuerzo con un aplauso cerrado.

29′ PT: Campuzano baja a De La Cruz y el partido se pica feo por primera vez. Colombiano y uruguayo quedan cara a cara. Merlos decide amonestar a Valentini por reaccionar y el público estalla de bronca contra el árbitro. “Merlos, hijo de p…, la p…, que te parió”, cantan desde las tribunas en las que Romero defiende el arco en el primer tiempo.

33′ PT: Enseguida, al árbitro le recriminan otro fallo y ahí se prende todo el estadio a insultarlo: “Merlos, Merlos botón, Merlos Merlos botón, sos un hijo de p…, la p… madre que te parió”.

36′ PT: Marcos Rojo observa el partido sentado sobre el techo corredizo del túnel que conecta al vestuario local con el campo de juego junto a Nicolás Figal. La ansiedad lo carcome. Janson se acerca a un costado y, como si fuera un aguatero, el defensor que quedó fuera del banco de suplentes porque fue preservado de cara a la revancha del jueves contra Palmeiras, se acerca hasta el límite del terreno, moja a su compañero y le ofrece agua para tomar.

41′ PT: Gol de River y el banco de suplentes de Boca estalla por la supuesta infracción previa de Paulo Díaz a Weigandt, a quien le piden que se quede tirado en el piso. Del otro lado de la cancha, Merlos percibe la presencia de Marcos Rojo y lo echa. El capitán xeneize le pide con vehemencia que revise la jugada por la falta contra el Chelo Weigandt. Hace el ademán del VAR y se retira insultando al aire.

46′ PT: Boca no tiene respuesta tras el 0-1 y, por primera vez, suena “movete, Boca, movete; movete, dejá de joder, que esta hinchada está loca, hoy no podemos perder”.

ET: Explosión de júbilo total cuando saltan al campo de juego Valentín Barco, Equi Fernández y Cristian Medina. El entrenador local sabe que su equipo no dio la talla en el primer tiempo y juega fichas importantes. Salen de la cancha Ezequiel Bullaude, Lucas Blondel y Juan Ramírez, que había sido reprobado por un par de fallos en el primer tiempo. Cuando la voz del estadio lo menciona, los hinchas lo silban fuerte y expresan el descontento por su nivel en el último tiempo.

River fue más y le ganó 2-0 a Boca en la Bombonera (REUTERS/Cristina Sille)
River fue más y le ganó 2-0 a Boca en la Bombonera (REUTERS/Cristina Sille) (CRISTINA SILLE/)

2′ ST: Los cambios oxigenaron a Boca y la gente se enciende. “Nosotro’ alentamo’, ponga huevo, que ganamos”, gritan.

8′ ST: Valentini se tira a trabar con fiereza y se gana la ovación, pero Equi Fernández les deja a todos los hinchas el corazón en la boca por una pérdida que deriva en Esequiel Barco y un remate afuera que pudo ser el segundo.

11′ ST: “Movete, Xeneize, movete; movete, dejá de joder…”, suena por segunda vez.

16′ ST: Ingresa al campo de juego el futbolista de River más silbado por los hinchas de Boca en toda la tarde. No se la agarraron con algún referente histórico ni el DT, todos le apuntaron a Facundo Colidio, formado en la cantera azul y oro, hoy en Núñez. En su primera intervención, el ex Inter de Milán aguanta la pelota en el córner y los fanáticos ubicados en la zona de palcos se lo quieren comer. Valentín Barco le cruza el cuerpo fuerte y De La Cruz se acerca para torear al Colo. El Superclásico toma cada vez más temperatura.

24′ ST: Boca no genera situaciones y River espera agazapado. Almirón manda a la cancha a Cavani y Zeballos por Saracchi (amonestado, a punto de ver otra amarilla) y Campuzano. Toda la carne al asador. La presencia de ambos delanteros simbolizan un envión anímico para el público.

27′ ST: A los Xeneizes se les viene el mundo abajo cuando se percatan de que el juez de línea tiene la bandera levantada y Merlos le anula el empate a Edinson Cavani, que ensayó una pirueta y la mandó al fondo del arco luego de quedar favorecido por un rebote ante la salida de Armani que pegó en el travesaño. La decisión del VAR se demora y los hinchas se impacientan. Intentan meter presión: “Y vamos Boca no podemos perder, y vamos Boca que tenés que ganar, daría la vida por un campeonato y otra vuelta más”. La desazón es total cuando el árbitro levanta el brazo y confirma el offside. Fue milimétrico. Los plateístas que lograron ver la repetición en algún TV cercano, juran que el uruguayo partió habilitado. Será en vano.

37′ ST: Los cambios de Boca no entraron bien y el dueño de casa no le encuentra la vuelta al resultado desfavorable. Se crispan los nervios tras una pérdida del Changuito Zeballos que termina en amonestación por falta a Díaz y luego porque Benedetto no puede sostener el ataque aguantando un balón. Además, insultan a Franco Armani, que se gana la amarilla por hacer tiempo nuevamente.

50′ ST: Boca está agotado y regalado en el fondo. Barco aguanta el embate de Medina y encara. Habilita a Colidio, que queda mano a mano con Chiquito Romero y no puede batirlo. La pelota queda suelta en el área y pica con un efecto raro que hace estéril el intento de despeje de Valdez. Enzo Díaz, que acompañó la jugada, define ante el indefenso Weigandt y corre hasta el córner que une a la popular de La 12 con la platea. River hace una montonera y los hinchas locales arman una lluvia con las varillas de las banderas que proveyó en la previa la publicidad de la camiseta para el color en las gradas. Al partido le quedan segundos, pero terminó allí.

Mientras River festeja en el centro del campo, la reacción de los hinchas de Boca es instantánea: “¡Quiero la Libertadores, y una Gallina matar, yo te quiero Boca Juniors, yo te quiero de verdad!”. Es un cántico, es un deseo, es una súplica y un mensaje claro para un plantel que ahora quedó entre la espada y la pared en una serie complicadísima ante Palmeiras. Importará el resultado y también las formas. Aunque la alegría fue para el Millonario, los Bosteros también desafiaron con un cántico antes de que se metieran en la manga camino al vestuario: “Vamos Boca, vamos, ustedes pongan huevo que ganamos, vamo’ a traer la Copa a la Argentina, la Copa que perdieron las Gallinas, las Gallinas”.


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