Diversas reacciones generó el nombramiento de Laura Sarabia como nueva directora del Departamento de Prosperidad Social, una de las entidades con más presupuesto del Gobierno nacional y, en ese orden, con mayores retos y apuestas sociales en el país, pues es la encargada de entregar subsidios como ‘Colombia Mayor’, ‘Tránsito a Renta Ciudadana’ y ‘Jóvenes en acción’ con una inversión aproximada de un billón de pesos.
Mientras que en los sectores más afines al Gobierno de Gustavo Petro y a la defensa de la ex jefa de Gabinete afirmaron que las investigaciones en su contra no le impiden ejercer cargos públicos, desde las orillas opositoras auguraron malos pronósticos y un mal mensaje del presidente de poner en dicho cargo a quien tiene indagaciones abiertas en la Fiscalía y la Procuraduría.
Sin embargo, solo falta la expedición del decreto con la firma del presidente para oficializar a Sarabia en el cargo.
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Este nombramiento generó un primer mensaje: la trascendencia que tendría de Laura Sarabia para el presidente Petro, pues desde que asumió como jefa del despacho se convirtió en su mano derecha y protagonista en momentos clave, como la visita oficial a Estados Unidos y el diálogo con Joe Biden.
Su nueva adhesión al Gobierno, de acuerdo con el analista Mauricio Jaramillo Jassir, habla bien de su recorrido como funcionaria y de la confianza generada en el jefe de Estado.
“Antes de que estallara el escándalo de la niñera y demás, Sarabia había mostrado ser una funcionaria eficiente; de hecho, no por nada Petro la había hecho su mano derecha en términos logísticos, organización de agenda y, si se quiere, la persona que más interlocución tenía con el presidente”, explicó el analista a Infobae Colombia.
Un concepto similar fue emitido por Esteban Salazar, director del área de Democracia y Gobernabilidad de la Fundación Paz y Reconciliación. A pesar de eso, sostuvo que el presidente “carece de dos perfiles en su Gobierno: operadores políticos y ejecutores eficientes”.
“Sarabia tiene una facultad que es de reconocer y es su alta eficiencia en los manejos administrativos, lo que se vio reflejado en la labor que realizó como jefa de gabinete”, sostuvo el experto consultado por este medio.
Capital político de Petro, en riesgo
Para Salazar, Petro hizo esta maniobra con el primer objetivo de mejorar los indicadores de eficiencia del Gobierno en su ambiciosa política social. Para ello, la ubicó en la dirección de una de las dependencias más sensibles de su administración.
“Prosperidad Social es prácticamente la joya de la corona de la política social en Colombia, con un alto impacto no solo en el presupuesto que maneja y en la burocracia que ostenta, sino en la injerencia política que tienen los proyectos a su cargo”, expuso sobre la entidad que maneja un presupuesto total de seis billones de pesos.
Así las cosas, es incierta la manera en la que se llevará a cabo su gestión, pues esta dependencia requiere de más factores respecto de su trabajo como jefa de Gabinete. “Para estos cargos no solo se necesita una alta eficiencia en materia administrativa, sino también teflón y astucia política, algo con lo cual Sarabia no cuenta”, sostuvo el analista de Pares.
Nombramiento de Laura Sarabia en medio de investigaciones en su contra
Según el representante a la Cámara Andrés Cadavid, el nombramiento de Sarabia es “un acto desafiante por parte del presidente de la República”, debido a los escándalos generados no solo por la prueba de polígrafo hecha a Marelbys Meza, sino también por las interceptaciones ilegales hechas a su teléfono y el de otra mujer que trabajaba para la nueva integrante del Gobierno.
Al respecto, también reconoció que es “imprescindible” para el mandatario, a pesar también de las afirmaciones de Armando Benedetti y el supuesto ingreso de 15.000 millones de pesos a la campaña presidencial de Petro Urrego en el Caribe colombiano.
Para el congresista del Centro Democrático, esa designación es un mal mensaje para el país, pues el DPS pasó “de una activista como Cielo Rusinque que causó una crisis monumental con filas a familias vulnerables de 3 y 4 noches para recibir una transferencia monetaria”, a una figura con varios cuestionamientos encima y “que mueve plata en maletas”.
En esa línea de ideas, Jaramillo Jassir precisó que si bien aún no se han tomado decisiones judiciales sobre las investigaciones contra Sarabia, su nuevo cargo hará que la opinión pública y sectores opositores hagan más control sobre su gestión y cuestionen su actuar dentro del DPS.
Así las cosas, en el Gobierno “revive un escándalo que seguramente lo incomodará, pero más allá de eso no veo otra consecuencia negativa”, juicio que coincide con el de Salazar en el sentido de que Sarabia estará más sujeta al escarnio público y al control político de las bancadas opuestas al Gobierno en el Congreso.
Su designación tendría otra razón basada en un cálculo que habría hecho el presidente Petro con el fin de “protegerla” en medio de los casos en su contra. Así lo afirmó el representante Cadavid.
“Sin duda están buscando encubrir también su comportamiento y su papel y su función dentro del círculo más cercano de Gustavo Petro”, detalló el congresista opositor. Con eso y todo, Sarabia tendrá una nueva oportunidad de estar cerca del primer mandatario, al menos a nivel administrativo.
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