Skopje, 30 nov (EFE).- El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha tenido que escuchar este jueves en persona las acusaciones de “brutalidad” e “ilegalidad” cometidas por su país en Ucrania, durante una reunión de alto nivel de la OSCE en Skopje en la que su presencia ha sido criticada por varios Estados miembros.
Lavrov fue uno de los últimos representantes de los 57 países que forman la OSCE en entrar en la sala donde la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) celebra hasta el viernes su 30 Consejo Ministerial.
Sentado entre San Marino y la silla vacía de Rumanía, que pareció sumarse así al boicot de otros cinco miembros de la OSCE, Lavrov escuchó con rostro impasible, y tomando café, las acusaciones de brutalidad en Ucrania.
“Agresión militar”, “flagrante violación” de la legislación internacional o “brutalidad” fueron algunas de las acusaciones lanzadas al comienzo del Consejo por el primer ministro de Macedonia del Norte, Dimitar Kovachevski, y de su ministro de Exteriores, Bujar Osmani.
Lavrov no había sido invitado ya anoche a la cena de gala organizada por la presidencia madedonia del Consejo Ministerial, ni estuvo en la foto de familia con los ministros de Exteriores o jefes de delegación de los 57 países de América del Norte, Europa y Asia que forman la OSCE.
Ucrania, y cuatro países de la UE y de la OTAN, Letonia, Estonia, Lituania y Polonia, han boicoteado el Consejo por la presencia de Lavrov.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, mostró ayer su comprensión por el “malestar” de estos Estados ante la “guerra ilegal” de Ucrania y sus violaciones de los principios de la OSCE y de la ONU.
Pero también dijo que el Consejo es una buena oportunidad para que Lavrov escuche en persona por qué Rusia “está siendo condenada y aislada” en el ámbito intenacional.
Skopje, 30 nov (EFE).- El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró hoy que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se encuentra “al borde del precipicio”, al defenderse de las críticas por la campaña militar rusa en Ucrania.
“Seamos honestos, la OSCE se encuentra al borde del precipicio”, dijo Lavrov y se preguntó si merece la pena “invertir en revivir” la organización ante el monopolio occidental, durante su intervención en el consejo ministerial de la organización continental.
Lavrov tuvo que interrumpir su discurso durante unos segundos para pedirle a uno de los fotógrafos presentes: “¡Puedes dejarme en paz!”.
“Podrá algún día (la OSCE) adaptarse a las realidades objetivas del desarrollo mundial y volver a convertirse en una plataforma para discutir los problemas de seguridad regional basándose en los principios del Acta Final de Helsinki, y en primer lugar, en el principio de igualdad de todos los países participantes?”, se preguntó a continuación.
Los representantes de Ucrania, República Checa, Croacia, Polonia, Rumanía, Modavia y los países bálticos abandonaron la sala de reuniones para no escuchar el discurso del ministro ruso.
“En poco más de un año, el Acta Final de Helsinki cumplirá 50 años. Constatamos con pesar que la OSCE se acerca a ese aniversario en un estado deplorable y sus perspectivas siguen sin estar claras”, prosiguió Lavrov.
Aseguró que Rusia ha hecho todos los esfuerzos para crear un “espacio de seguridad común en Europa”, basado en la cooperación.
“Desafortunadamente, las élites políticas occidentales, que se han adjudicado el derecho de decidir el destino de la humanidad, han tomado una decisión miope a favor de la OTAN y la OSCE”, insistió.
El jefe de la diplomacia rusa también cargó contra EEUU y la Unión Europea que “impusieron miles de sanciones contra Rusia”, en un intento de “destruir su economía”.
“La impresión es que la UE ha abandonado los objetivos originales de sus creadores de mejorar el bienestar de sus países miembros y se ha convertido, en gran parte gracias a los esfuerzos de la burocracia de Bruselas, en un proyecto geopolítico agresivo”, agregó.
Poco antes de su intervención, Lavrov se entrevistó en los márgenes de la reunión en Skopje con sus homólogos de Armenia, Ararat Mirzoyán, y de Hungría, Péter Szijjártó.
Según informó la Cancillería rusa en sendos comunicados, con Mirzoyán el ministro ruso abordó la normalización armenio-azerbaiyana, mientras con su colega húngaro Lavrov trató “asuntos clave de las actividades de la OSCE y la actualidad internacional, incluida la situación en Ucrania”.
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