Los hinchas de Boca Juniors que se acercaron por la mañana a las playas de la zona sur de Río de Janeiro para apaciguar la acidez de la derrota de anoche en la final contra Fluminense no podían creer lo que veían. Como si no fuera suficiente con el sentimiento natural mismo de haber estado tan cerca de algo grande y volverse con las manos casi vacías (”casi” porque quedará para siempre la imponente presencia de la nación boquense en territorio brasileño), como si no fuera poco con todo eso, agentes externos de color local invadieron el entorno.
A eso de las 11, sobre el horizonte de los barrios costeros de Copacabana, Ipanema, Leblon y Barra de Tijuca una avioneta salió a cortar el cielo súper celeste con un cartel rojo y una leyenda que funcionó como puñal: “Único Rey”, decía en letras blancas, ubicadas entre dos símbolos a los extremos del pasacalles volador: el número 7, en referencia a la cantidad de copas Libertadores que al menos por ahora no tendrá el club de la ribera, y el escudo del Club Atlético Independiente, institución que sí alcanzó la cifra hace ya 40 años y desde entonces parece que flota una maldición; nadie, y mucho menos el propio club de Avellaneda, pudieron superar el récord. Boca ya dejó pasar dos chances, en Madrid y en el Maracaná.
“Mandaron un cartel de Independiente, mirá lo que dice ahí “único rey”, la concha bien de tu madre, hijo de mil putas, Independiente, muerto, pasó hace 20 siglos”. El video se viralizó rápidamente. En la imagen se escucha la voz en off de un hincha de Boca, con tonalidad de recién levantado, o de noche difícil, mientras filma el paso del avioncito sobre la playa. Segundos antes había pasado uno igual pero del festejo local: “Tricolor campeao”. Un golpe detrás del otro.
El cerebro detrás del plan del avioncito rojo recibió cerca del mediodía de este domingo el video en cuestión y sonrió en silencio. Anoche, tras el triunfo de Fluminense, había avisado a un sector de la comunidad roja que se preparan para ver algo sinigual. Hoy ya repetía, con satisfacción y picardía: “Es la mayor cargada de la historia del fútbol argentino”. Consultado por Infobae, dijo que prefiere mantener el anonimato. Se trata de un hincha del Rey de Copas que hace unos diez días empezó a tramar el asalto al orgullo boquense en caso de derrota. Él, tan afín al folclore del fútbol como a campañas exitosas de comunicación visual, ya intuía que podía darse una derrota del equipo de Riquelme, Chiquito Romero y Almirón. Y apostó por todo.
Con un grupo de otros nueve amigos hinchas de Independiente, y por afuera de los circuitos oficiales del club de Avellaneda, pensaron que sería una buena idea desplegar pasacalles por los barrios de la zona sur de Río de Janeiro: imaginaron las avenidas Nossa Senhora de Copacabana o Visconde de Pirajá o Ataúlfo de Paiva, las trazas principales del tránsito carioca con carteles rojos, pensaron en los postes de luz de la avenida costanera y una invasión de escudos de Independiente y la referencia a las por ahora inalcanzables siete copas.
Pero uno de ellos dijo que mejor idea podía ser la de contratar la avioneta que pasa publicidad sobre el mar, igual que en algunos balnearios bonaerenses. Alguien googleó. Llamó y cerró el chiste. Cada uno de los diez amigos aportó 100 dólares. Llegaron a la cifra de mil, que era lo que la empresa les cobraba por cuatro pasadas por las emblemáticas playas del sur. Trato hecho, dijeron los hinchas rojos. Al rato mandaron por email un archivo PDF con el diseño. “Ellos se encargaron de todo pero cobraban por anticipado, así que imaginate que vi el partido con 26 de presión”, ríe el cerebro detrás de la cargada.
“Cuando nuestro compañero lo propuso nos pareció una idea fabulosa. Constituye una de las mayores cargadas de la historia del fútbol, sin dudas. Y la hicimos con altura, en el sentido literal. No dijimos ‘la tenés adentro’ o cosas así, estamos destacando nuestro prestigio, no te olvides que además Independiente tiene tres maracanazos: al Santos de Pelé y las copas de 1995 y 2010 contra Flamengo”, destaca el hombre, empresario, dedicado a la publicidad y especialista en campañas de marketing de alto impacto.
Según pudo saber este medio, no es la única broma que preparan. Habrá más esta semana, pero en la ciudad de Buenos Aires. “Va a haber algo más”, anticipa el hombre, con activa participación en la toma de decisiones de Independiente, que, sin embargo, remarcó: “Esto lo hicimos un grupo de amigos por afuera, algo particular. No salió un solo peso del club. Hicimos una vaquita, pero de todos modos persigue también el posicionamiento de la marca Independiente”.
Independiente comenzó hacia algunos meses una campaña de marketing oficial y de guerrilla que incluyó carteles y leyendas en el estadio, humo rojo el día que jugó contra Racing de visitante, una nueva tienda en el estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini, el rediseño de los locales de las sedes sociales de Avellaneda y CABA, entre otras novedades.
“Es un club con mucha potencia. Para la movida de Maratea aportaron 280 mil personas. Desde que asumió la nueva gestión se asociaron 37 mil personas. En la semana se lanza la nueva camiseta blanca. Y en una semana se lanza el nuevo store online, independientestore.com. El club vuelve a manejar las licencias de la marca, que lo tenía tercerizado y va a ser entre el tercer y sexto ingreso”, explica el hombre.
“Ahora toda la energía hay que ponerla en ganar la octava. Pero igual esta semana va a haber algo más en Buenos Aires y quizá salen a la venta remeras y buzos con el avioncito porque somos el Único Rey”, rie, y así misterioso como atendió a Infobae, se fue.
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