Las fuertes pruebas de ADN en contra del acusado del crimen de la estudiante de medicina de Cipolletti

María Agustina Fernández Pablo Parra
Agustina Fernández y el presunto asesino

La causa por la muerte de María Agustina Fernández (19), la estudiante de Medicina asesinada el 2 de julio pasado en la ciudad rionegrina de Cipolletti, dio ayer un giro inesperado con la detención de Pablo Demian Parra (37), el amigo de la víctima e inquilino de la vivienda donde atacaron a la joven. Pero no es la única novedad: esta mañana, el fiscal que investiga el hecho, Martín Pezzetta, pidió la prisión preventiva del sospechoso durante los próximos seis meses y lo acusó formalmente del delito de femicidio cometido con alevosía.

Tras escuchar los argumentos del funcionario, la jueza de Garantías Agustina Bagniole finalmente avaló la solicitud y Parra, empleado de una petrolera, estará tras las rejas al menos hasta el mes de junio.

Según explicó la magistrada, en el marco de la audiencia de formulación de cargos, presenciada por Infobae, el período de seis meses de prisión preventiva “es razonable” y consideró que hay indicios suficientes para presumir que el amigo de Agustina es el asesino. La juez argumentó y le dio la razón al fiscal, que hay un claro riesgo de entorpecimiento de la investigación si el sospechoso queda libre.

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En la audiencia, que se extendió por más de tres horas, el fiscal por su parte, expuso el pliego de evidencias que pudo recolectar durante los últimos meses y que le permitieron ayer concretar la detención.

Durante un extenso relato, Pezzetta describió el recorrido que hizo Parra posteriormente a la hora en la que se habría cometido el crimen. Cree que el hombre lo hizo como coartada para que testigos lo vieran lejos de la escena del hecho. En ese sentido, el fiscal sostuvo que la evidencia científica demostró que Agustina fue asesinada entre las 19.32 y y las 19.38 de aquel sábado de julio y que luego del análisis de cámaras de seguridad, se lo vio después de ese lapso por las inmediaciones del lugar, para luego volver a su departamento y avisar al 911 de que supuestamente había encontrado muerta a su amiga y que lo habían robado.

pablo parra, acusado del femicidio de Agustina fernandez en cipolletti
Parra, de musculosa amarilla, acompañado por su abogado Juan Coto durante la audiencia de esa mañana

Al respecto, el funcionario judicial explicó que el acusado declaró que a las 19.16 fue a casa de sus padres. Pero las cámaras de seguridad aledañas a esa vivienda nunca lo captaron por la zona. En cambio, los domos ubicados en las inmediaciones de su departamento, lo detectaron a las 19:49, un horario posterior al crimen.

El hecho ocurrió en un complejo de departamentos de la calle Confluencia al 1.300. Esa noche, Agustina se encontraba en la casa de Parra. Según la versión del amigo, habían acordado cenar juntos, pero antes tuvo que salir a hacer unas compras por lo que ella se quedó sola: en ese momento se produjo la salvaje agresión. Supuestamente, cuando regresó, el inquilino encontró a la estudiante tendida en el suelo, inconsciente y ensangrentada. Además, denunció que le faltaban algunos objetos de valor como los celulares de ambos, ropa y 1000 dólares.

Sin embargo, según el fiscal, se pudo establecer durante estos casi seis meses que el hecho no ocurrió tal como contó. Para eso, se basó por ejemplo en los rastros genéticos encontrados en la vivienda. Pezzetta aseguró que dentro del departamento sólo se halló ADN de Parra y de Fernández. “No se encontraron huellas de otras personas y el único rastro de calzado detectado en la mesa -que se usó para trepar el muro y entrar por el patio- es de Pablo Parra”, sostuvo.

Además, explicó que en el alambrado de la parte trasera del lugar se encontró una tela azul con ADN de Parra. “La evidencia científica que en las puertas de acceso no hay rastros de una tercera persona y en el movimiento de ingreso por el patio hay rastros de Parra”. Es más, los peritos encontraron muestras de ese retazo de tela sobre la ropa de la víctima.

Después relató la mecánica del hecho. El fiscal planteó que Parra ingresó por el patio interno, sorteó el alambrado, se apoyó en una mesa, entró a su departamento, sorprendió a Agustina y la atacó. La joven, en ese momento quiso huir, pero el hombre presuntamente la tomó de un brazo, se lo impidió y cerró la puerta de la vivienda de manera violenta. En esa acción, le fracturó dos dedos a la joven de 19 años. Esa lesión se luego comprobó en la autopsia.

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