Pekín, 20 sep (EFE).- A pesar de crecientes preocupaciones y obstáculos, las empresas europeas continúan considerando al gigante asiático como un mercado de gran relevancia, reveló este miércoles el informe anual de la Cámara de Comercio Europea en China.
El documento, presentado este miércoles en Pekín, subraya el potencial de las empresas europeas para contribuir al desarrollo de China si se les brinda un mayor acceso al mercado y se abordan las preocupaciones actuales.
El presidente de la Cámara, Jens Eskelund, destacó en su intervención que “hay preocupación por la confusión y la falta de claridad en la relación que China realmente quiere tener con las empresas extranjeras”.
El informe también revela que dos tercios de los miembros de la Cámara experimentaron barreras concretas en el último año que afectaron su capacidad para aprovechar las oportunidades en el mercado chino.
Eskelund enfatizó la voluntad de las firmas del bloque de invertir en China, pero señaló que los obstáculos han aumentado en el último año, lo que dificulta el empeño de las empresas europeas.
El presidente de la Cámara explicó que en el documento de posición de este año se han incluido más de 1.058 recomendaciones “completas y constructivas” al Gobierno chino sobre cómo mejorar el acceso al mercado y estimular un mayor interés en participar en el mercado chino.
Además, el informe subraya la incertidumbre en las leyes y regulaciones chinas, así como por la reducción de los datos macroeconómicos que el país asiático difunde públicamente, entre ellos el de la tasa de desempleo juvenil, índices de confianza de los consumidores y estadísticas energéticas.
“Es un poco confuso, porque se hizo un anuncio de que estos conjuntos de datos no estarían disponibles, pero luego ese anuncio fue retirado. Entonces, en realidad no sabemos cuál es el estado actual”, mencionó Eskelund.
Además, según el representante empresarial, economistas con los que mantienen contacto han transmitido a la Cámara que (supuestamente las autoridades) les han pedido que proporcionen “una interpretación más positiva de algunos conjuntos de datos”, “lo que nos hace preguntarnos hasta qué punto podemos confiar en los datos y estadísticas oficiales”.
El desequilibrio comercial también es una preocupación clave para las compañías europeas, pues según Eskelund “ya no es sostenible y se está convirtiendo en un problema político”.
“Esperamos que China considere cómo restaurar el equilibrio en esta relación”, apostilló.
A pesar de estos desafíos, según el informe, las empresas europeas siguen comprometidas con el mercado chino y buscan un entorno empresarial más favorable para lograr un mayor crecimiento y desarrollo en el futuro. EFE
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