Jesús Centeno
Pekín, 11 may. Las investigaciones iniciadas en los últimos meses a consultoras extranjeras en China han sembrado la inquietud en el sector y en potenciales inversores foráneos, mientras la prensa oficial defiende que se trata de actuaciones aisladas y asegura que no hay razones para la preocupación.
Esta semana, las autoridades sorprendieron con redadas en oficinas locales de la consultora internacional Capvision, a la que se acusa de “omitir riesgos de seguridad nacional” y de “transmitir información confidencial al extranjero”.
China niega que haya una campaña contra estas empresas mientras algunas voces apuntan a que Pekín está estrechando el cerco sobre la “filtración de información sensible”, algo que ya plasmó el pasado abril al reformar su Ley Antiespionaje.
REDADA TELEVISADA
La cadena estatal CCTV emitió esta semana un reportaje en horario de máxima audiencia mostrando cómo la Policía inspeccionaba oficinas de Capvision, a la que inculpan de contratar personal procedente de órganos gubernamentales chinos para “proporcionar información confidencial” a clientes fuera del país.
En el informe televisivo se aseveraba que “hay grupos extranjeros que recurren a consultoras para obtener este tipo de información” y que las autoridades “van a intensificar la supervisión del sector para guiarlo hacia un desarrollo saludable”.
ALARMA EN EL SECTOR
La investigación sigue a la detención el pasado marzo de cinco empleados del grupo Mintz o a los interrogatorios a trabajadores de Bain and Company, una de las principales consultoras estadounidenses con sede en Shanghái, lo que ha hecho saltar las alarmas entre los inversores, que recurren a estas firmas para recabar información, opiniones y experiencias sobre el gigante asiático.
Hasta hoy, las autoridades chinas habían tolerado su existencia.
“Es una señal de advertencia a toda la industria sobre los riesgos que supone amenazar la seguridad nacional china. Las consultoras tienen que asegurarse de que sus equipos saben dónde están los límites”, comenta al diario hongkonés South China Morning Post Edward Tse, fundador de Gao Feng Advisory Company.
Otros expertos citados por el periódico apuntan que las consultoras son necesarias porque la información pública es “insuficiente para respaldar la toma de decisiones” y que, de desaparecer estos servicios, “será aún más difícil que los inversores extranjeros canalicen fondos hacia China”.
“Los inversores reaccionarán con cautela porque les será difícil juzgar si están cruzando líneas rojas o no”, agrega la fuente.
LA DEFENSA CHINA
El portavoz de Exteriores chino Wang Wenbin confirmó el lunes que se han tomado “medidas para hacer cumplir la ley”, y que el objetivo es “salvaguardar la seguridad nacional e intereses de desarrollo” del país.
Hoy, el diario oficialista Global Times también se hace eco de este tema ante “la amplia atención que ha generado entre medios de comunicación y representantes de grupos empresariales extranjeros”.
“En lugar de reflejar los hechos, utilizan el caso para denigrar a China”, critica el artículo, según el cual Capvision recibió “decenas de millones de dólares de clientes extranjeros a lo largo de los años para proyectos que contenían información sensible”.
“Además, Capvision persuadió a expertos del país para que proporcionasen secretos de estado en sectores como la alta tecnología o la defensa nacional”, señala el diario, mencionando el caso de un “ex analista” que fue “condenado a seis años de prisión” por “descargarse casi 5.000 documentos a través de la red interna de esa empresa”.
El texto defiende que “no se trata de una campaña de represión contra toda una industria” ni tampoco “una advertencia” para las empresas extranjeras en China, que “no tienen nada de qué preocuparse si operan de manera normal y legal”.
“Se trata de evitar que fuerzas anti-China traten de expandir sus actividades de espionaje bajo la apariencia de proyectos comerciales”, zanja el texto.
REFORMA DE LA LEY ANTIESPIONAJE
China reformó en abril su Ley Antiespionaje para incluir la “colaboración con organizaciones espías y sus agentes” en la categoría de espionaje.
Los legisladores explicaron que la reforma “se adhiere a un enfoque orientado a solucionar los problemas” y que “amplía” las categorías de objetos cuyo hurto se clasificará como “robo de secretos”.
Asimismo, la enmienda aclara las responsabilidades en las “precauciones” que han de tener las instituciones estatales, que deberán llevar a cabo “una educación antiespionaje” y “aumentar de forma efectiva la alerta pública” contra dichas actividades.
“Esta ley ampliará adecuadamente el alcance de lo que se considera espionaje, con todos los materiales relacionados con la seguridad nacional que se deben proteger”, indica Global Times, que agrega que China está “redoblando sus esfuerzos” para protegerse en un momento en que “Occidente, liderado por Estados Unidos, está intensificando sus actividades de espionaje en China”.
“EE. UU. abusa constantemente de sus propias leyes para espiar y vigilar a otros países, empresas e incluso a sus propios ciudadanos”, recrimina el periódico. EFE
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