Con el inicio del 2022 se culminó la primer mitad del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO): un periodo donde el tabasqueño preservó la popularidad que lo llevó a Palacio Nacional, pero con desaciertos criticables.
Así lo expresó el periodista Carlos Loret de Mola en su columna para The Washington Post, donde también advirtió que el apoyo del pueblo, en esta ocasión, no podrá salvar a López Obrador en la última etapa de su administración.
“AMLO está entrando a la segunda mitad de su sexenio y no debería confiarse. (…) No querrá ser recordado como un mal presidente que caía bien: un simpático inútil”.
Esto, explicó el también presentador, debido a tres factores que desarrollaron bomba de tiempo con riesgo de detonar al mínimo y errado movimiento de cables.
El primero de ellos es “el desprecio por la técnica”, es decir el repudio que Andrés Manuel ha mostrado en distintas ocasiones ante expertos u organizaciones consideradas por él mismo como “élites privilegiadas”.
“El presidente privilegia su intuición sobre el método científico y esto le ha generado varios tropiezos”.
La falta de planeación, estudios previos y método han derivado en que sus iniciativas – la mayoría relacionadas con los programas de Bienestar – se alejen del progreso que buscan fomentar. De ahí que Loret emite un exhorto para que el tabasqueño “confíe más” y “piense más que hablar”.
“Los programas sociales que implementó no están funcionando para erradicar la seguridad porque eliminó otros que sí (…)
Es claro que el presidente necesita confiar más en los técnicos, dedicar más tiempo a pensar que hablar, y sentarse en el escritorio a arrastrar el lápiz”, aseveró.
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El segundo factor es “la incapacidad de aceptar que cometió un error”: inciso que se expuso en mayor medida con la pandemia del COVID-19, que ya cobró la vida de más de 300 mil mexicanos; un notorio contraste con el prematuro pronóstico federal de 6 mil decesos.
Cabe destacar que dicha contingencia no sólo desestabilizó el gobierno mexicano, también a varias naciones alrededor del mundo. Sin embargo, afirma el periodista, el error de México recayó en el desprecio de las autoridades a ciertas medidas, así como la subestimación de la letalidad del virus.
“Conforme las evidencias científicas se acumularon, la mayoría de los gobiernos enmendaron el camino. El de México no. Vamos a la cuarta ola y la postura no ha cambiado”, aseveró.
Asimismo, Loret aseguró que este camino se reflejó en términos de inseguridad y combate al crimen organizado, así como en índoles energéticas.
Finalmente, el tercer punto refiere a la eterna promesa de acabar con la corrupción: la propuesta insignia que lo impulsó para llegar a la silla presidencial.
No obstante, el columnista afirma que los hechos no han respaldado los discursos del mandatario, esto debido al sin fin de casos impunes desarrollados dentro de su equipo, gabinete, círculos sociales e incluso familiares.
“Se ha aliado con los corruptos del pasado para dejarlos impunes y encubre a los corruptos del presente porque no puede aceptar que el fango llegó a casa”, reclamó.
Y es que a pesar que la triada de problemáticas serían “fáciles de desactivar”, Loret de Mola asegura que los prejuicios y soberbia frenarán a Andrés Manuel para convertirse en “un gran presidente”.
“Le ganan los prejuicios y la soberbia. Tuvo todo para ser un gran presidente, pero AMLO se perfila para ser el simpático inútil que no pudo con el paquete”.
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