En no pocas ocasiones escuchamos decir que la ciencia y la tecnología son pilares del desarrollo de un país. Y no se equivocan, pues está comprobado que los países con mayores capacidades y mejor posicionados en el concierto de las naciones poseen como prioridades de sus gobiernos, realizando acciones afirmativas en busca de un mejor futuro para sus habitantes.
Sin embargo, en nuestro país la innovación sólo se convierte en un discurso o slogan de una ciudad que no garantiza que sus creadores, aquellos que tienen potencial y demuestran día a día tener potencial para trabajar en algún proyecto de investigación, lo logren cristalizar y detone un invento en beneficio para la comunidad y, por qué no, de un posible generador de empleos, que bien le hacen falta a nuestra capital.
En efecto, existen escuelas, talleres, incubadoras, becas o incentivos en el ramo de la tecnología y la ciencia, pero que hasta hoy no cuentan con alguna herramienta que sea un catalizador de sus ideas, de sus estudios o creaciones. Es así como llegamos a la idea central de esta reflexión, con una propuesta que pueda convertirse en política pública local en la materia, con un concurso que incentive la innovación y que, además, dote de certezas a quienes busquen ser artífices de un proyecto en estos sectores fundamentales de desarrollo.
Si desde el Congreso empujamos una reforma al Artículo 32 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y de la Administración Pública de la CDMX, lograremos que la jefatura de gobierno, a través de la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología e Innovación sea la encargada de realizar, cada año, un certamen en ciencia y tecnología que sirva de semillero a proyectos productivos, innovadores, de beneficio para las y los ciudadanos, que cuenten con una marca propia, registrada en nuestra capital, con posibilidades de convertirse en un proyecto de inversión a futuro plazo.
Proponemos reformar el artículo 32, de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y de la Administración Pública de la Ciudad de México, para que se otorgue anualmente un premio local de ciencia y tecnología, pic.twitter.com/J1rkVnmhMg
— Dany Alvarez (@danyalvarezca) October 13, 2022
Lo que buscamos es que aquellas personas, que participen en dicho concurso y que logren una contribución importante, pueda ser registrada como patente chilanga ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y que parte del premio sea también un apoyo económico que cubra dichos gastos
Esto se convierte en un gran aliciente, ya que además de tener una vitrina cada año en la cual se puedan dar a conocer estos proyectos, también está la posibilidad de que el gobierno de la Ciudad absorba dichos gastos de registro, que alcanzan los $7 mil 500 pesos entre la inscripción y el diseño industrial del mismo, lo que impulsa y anima a los científicos a seguir adelante, haciendo además de su proyecto, a mediano y largo plazos, un futuro generador de empleos.
El costo para el gobierno es muy bajo en relación con todos los beneficios que obtendría la ciudad, si logramos que esas ideas y proyectos se queden en la capital y no se terminen malbaratando a empresas extranjeras o foráneas que al final terminan por no usarlas en la Ciudad de México. Este sería un primer paso para difundir un concurso que busque premiar las ideas que en muchas ocasiones se quedan detenidas y varadas por falta de recursos y con ellas se pierde la oportunidad de desarrollar proyectos benéficos para nuestra comunidad.
El desarrollo científico y tecnológico debe venir acompañado de incentivos, apoyos y reconocimiento, los cuales deben estar contemplados en la ley, para impulsar y regular su difusión y así alentar a las mentes creativas de esta ciudad, a fin de continuar generando los cambios necesarios y hacer que mejore la calidad de vida de los capitalinos.
Una de las lecciones más importantes que nos dejó la pandemia, es que la tecnología nos permitió mantenernos conectados en nuestros trabajos, con nuestras familias y amigos y mantenernos informados. Por lo mismo, es importante no retroceder, sino incentivar que este progreso adquirido en estos últimos años, ha despertado el ingenio de los capitalinos para desarrollar ideas que hagan que la vida sea mucho más sencilla. Debemos adaptarnos a que tenemos todo un mundo al alcance de nuestro teléfono móvil, pero tampoco descuidar la parte física de la interacción. Hay muchos campos para innovar, donde se pueden desarrollar ideas vanguardistas que se instrumenten en la ciudad y mejoren nuestra calidad de vida, y las mejores deben ser recompensadas.
En la Asociación Parlamentaria Ciudadana sabemos que los capitalinos contamos con ideas y con el ingenio que nos lleve a ser una ciudad de vanguardia, moderna e innovadora. Debemos premiar e impulsar proyectos que mejoren temas de movilidad, seguridad, temas de agua, de sustentabilidad, de reciclaje, desarrollo de proyectos que mejoren la calidad de vida de gente con discapacidad, ideas que hagan que la educación mejore, que la vida del adulto mayor capitalino sea más tranquila, que la diversión de nuestros niños sea más sana y segura.
Nos merecemos una ciudad con calidad y contamos con mentes creativas que harán que sea posible. ¡Démosle apoyo, incentivos y reconocimiento.
Daniela Alvarez Camacho @danyalvarezca es diputada de la Asociación Parlamentaria Ciudadana y vicecoordinadora de la Asociación Parlamentaria Ciudadana en el Congreso de la Ciudad de México.
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