Un barco de la ONG española Open Arms ha puesto en evidencia la falta de consenso en la Unión Europea sobre las políticas migratorias. Tras permanecer en el mar durante 19 días con hasta 160 personas que habían sido rescatadas en el mar, no sólo ha agitado un debate entre los gobiernos implicados de España e Italia sino que ha generado una crisis que tendrá implicaciones en una región que nació con la idea de compartir unas fronteras comunes.
La crisis del Open Arms no es la primera ni será la última en aguas del Mediterráneo. “Los flujos de migración van a seguir existiendo, Europa es un foco de atracción que conecta con una frontera sur marcada por Estados frágiles y cuya población huye en busca de una vida mejor. Mientras persistan situaciones de conflicto en los Estados de origen seguirá habiendo gente dispuesta a huir de sus países lanzándose al mar. En este escenario son perfectamente imaginables nuevos rescates en el mar“, dice a Infobae la profesora Mariola Urrea Corres.
Según explica esta experta en Derecho Internacional Público, en la normativa internacional actualmente vigente hay una laguna legal: existe la obligación inexcusable para cualquier barco de prestar auxilio a todo náufrago con el que se encuentre en el mar y, sin embargo, la legislación internacional no impone a los Estados la obligación de aceptar el desembarco en sus puertos de esas personas rescatadas.
“Esa laguna legal es la excusa perfecta a la que puede aferrarse cualquier gobernante que perciba que atender dentro de sus fronteras a migrantes rescatados en el mar podría provocarle un castigo en las urnas. Precisamente hasta ahora los países más reacios a ofrecer sus puertos para el desembarco de inmigrantes rescatados en el mar han coincidido con gobiernos de ultra derecha o populistas con una agenda política muy dura frente a la inmigración como Matteo Salvini en Italia”, apunta Mariola Urrea.
Superar las lagunas legales que existen en el ámbito internacional no es fácil ni rápido. De hecho, la creación de normas de derecho internacional es un proceso muy complejo y dilatado en el tiempo. “Requiere armar consensos entre varios países, algo que no resulta siempre sencillo. Con todo, este tipo de conflictos pueden ser resueltos por el Tribunal Internacional de Derecho del Mar con sede en Hamburgo (Alemania), un tribunal que podría llegar a pronunciarse a este respecto”, señala la académica.
Al margen de estas dificultades, la profesora Urrea insiste en la importancia de que los estados miembros de la Unión Europea actúen de conformidad con los valores de solidaridad con los que se creó la Unión. “La existencia de lagunas jurídicas no puede impedir a los Estados cumplir con el deber moral de tratar a los seres humanos con la dignidad que merecen. El derecho nunca puede ser la excusa para causar más dolor“.
“Ilegal es dejarlos morir”
La ruta del Mediterráneo Central es la más utilizada para entrar a la Unión Europea y la más peligrosa. Los migrantes que salen del África subsahariana y de África del Norte, huyendo de conflictos como el de Siria y de emergencias humanitarias como la de Libia, tienen que enfrentarse antes de pisar suelo europeo no sólo a los peligros del mar sino a las mafias que trafican con personas. Más de 18.000 personas han muerto en el Mediterráneo desde 2014, según datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
Esta ONG ha lanzado la campaña “Ilegal es dejarlos morir” para intentar prohibir la nueva política anti inmigración del italiano Salvini que recoge sanciones económicas y procesos penales para los barcos humanitarios que se adentren en aguas nacionales sin autorización.
“El permiso para socorrer a un ser humano en el mar lo otorga el Derecho Internacional, no un gobierno. El Open Arms ha sido un caso tan especial porque ha entrado en juego el elemento Salvini, no olvidemos que este hombre sabe que está jugándose el apoyo de sus votantes ya que podría ser el nuevo líder de Italia en las próximas elecciones”, dice a Infobae la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop.
Desde su asiento en la UE por el partido español de izquierdas Unidas Podemos, esta profesora experta en derechos humanos ha trasladado a la Comisión Europea una iniciativa personal para que Italia sea juzgada por sus nuevas políticas de fronteras cerradas. Algo similar ocurrió con Hungría cuando aprobó en el Parlamento nacional una polémica ley para castigar con hasta un año de prisión a quienes ayudaran a inmigrantes en situación irregular. Tras varios procedimientos su caso ha llegado al Tribunal de Justicia europeo.
“No nos vamos a engañar, este proceso es muy lento. Pero es efectivo, genera una enorme presión política. En el caso de Hungría sirvió para prohibir la ley que habían impuesto y, si incumpliera la decisión, podría acarrear sanciones económicas para el país“, explica la eurodiputada.
Desde que estalló la crisis migratoria en el Mediterráneo en 2015 se ha producido la irrupción de distintas fuerzas de extrema derecha en Europa (muchas de ellas nuevas, como el caso de la española VOX). María Eugenia Rodríguez Palop cree que la Unión Europea es el campo de batalla donde se están peleando derechos como el de las personas migrantes y es ahí donde se podrán sentar las bases para que casos como los del Open Arms no sigan repitiéndose.
“Hay un ambiente de muchísima tensión desde la entrada de la extrema derecha en Europa, no sólo porque son eurófobos y pretenden cooptar las instituciones para devorarlas internamente, sino porque todas sus intervenciones van dirigidas a convertir Europa en una fortaleza inexpugnable de carácter xenófobo”, dice.
Habla de un tablero divido casi al 50% en la UE en cuanto al debate sobre el salvamento marítimo de migrantes y el asilo por parte de cada país. Desde la Comisión Europea se ha intentado desde hace varios años crear una nueva política de migración y asilo adaptada a la realidad europea de unas fronteras compartidas. Pero ha chocado con los intereses de cada nación.
Tanto el nuevo presidente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata italiano David Sassoli, como la próxima responsable de la Comisión Europea, la ex ministra de Defensa alemana Ursula von der Leyen, se han manifestado a favor de unas políticas de solidaridad con los migrantes. Sassoli incluso envió una carta donde advertía que si Europa no reacciona ante la emergencia humanitaria “significará que ha perdido su alma y su corazón”.
Los expertos apuntan al 1 de noviembre, cuando Vinmigranmon der Leyen asumirá su cargo a la cabeza de la Comisión Europea, como la fecha clave para comprobar si será posible alcanzar un acuerdo regional que garantice la atención de migrantes en todos los países miembros y que no se repitan dramas como el del Open Arms, el Aquarius, el Ocean Viking y otros barcos que salvan vidas en el Mediterráneo. También será un momento crucial para medir la estabilidad de una Unión Europea amenazada por el Brexit y el auge de los nacionalismos.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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