
Miles de adultos mayores padecen diversas problemáticas de salud, económicas, en varios casos hasta de abandono familiar además de agresiones, como el caso que indignó a todo Guanajuato, cuando Doña Esther, una indefensa ancianita fue rociada con gasolina y quemada mientras se encontraba sentada en una banqueta.
Esta semana, la mujer de 75 años, fue trasladada del hospital de Celaya al hospital de Salvatierra donde seguirá siendo atendida y se encuentra fuera de peligro, tras ser inducida a coma debido a la gravedad de sus quemaduras en gran parte de su cuerpo.
El video de su agresión causó indignación cuando fue viralizado en redes sociales acompañado de la fotografía del agresor, quien cobardemente huyó en una bicicleta tras prenderle fuego a la mujer de avanzada edad.
Los hechos sucedieron el pasado domingo 25 de abril en la comunidad de San Martín Camargo, en la parte norte del municipio. Según un video captado por una cámara de vigilancia, Esthercita se encontraba sentada en una banqueta cuando un hombre vestido de negro y montado en una bicicleta, pasó cerca de ella.

Al ver que había algunas personas en la calle, el hombre decidió irse para otro lado, pero al percatarse de que ya no había nadie viéndolo, se acercó más a la mujer y le arrojó un líquido. Momentos después, mientras ella aún estaba sentada, se puede ver el flamazo y a la mujer pararse de manera repentina, mientras que el perpetrador se montó sobre su bicicleta y se fue tranquilamente.
Por suerte, un vecino tomó una cubeta con agua y se la lanzó a la mujer, lo que logró extinguir las llamas. Pero esto no fue el fin, pues Esther tuvo que ser trasladada al Hospital Civil de la ciudad. Una vez ahí, los médicos confirmaron que la mujer tenía quemaduras de segundo y tercer grado en el 20% de su cuerpo.
Mientras Esther era atendida, la Fiscalía General del Estado detuvo al agresor, quien fue identificado como José Rafael, a quien ya procesaron por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa.

Su agresión ha causado indignación entre los habitantes de la comunidad, pues Esther es vecina de la calle Barcelona y vive con su pareja también de edad avanzada. Ambos son de escasos recursos y mencionan que no tenían por qué agredirla, ya que ella no se mete con nadie.
La triste historia de esta mujer fue recopilada por medios locales, quienes detallaron que la adulta mayor vivía con su pareja, un hombre de 91 años, quien no puede caminar bien debido a la atrofia de sus piernas, por su avanzada edad y sus enfermedades.
Ambos vivían de recolectar botellas y cartón de reciclaje para ganar algunos pesos y comer algo, además de la caridad de algunos vecinos que ocasionalmente les regalaban un pan o platillo, mientras que vivían en un lote baldío en cuartito improvisado de láminas, donde se trasmina todo el frío.
Ambos se apoyaban el uno al otro hasta que el hombre, quien vecinos acusaron de ser drogadicto, vino a romper su frágil y penosa rutina, al atentar contra la vida de la mujer mayor.
Tras el ataque, la hija del señor fue a atenderlo y quiso llevárselo consigo, pero la custodia de Doña Esther pasaría al DIF municipal.
Semanas después un hijo de Esther logró ser contactado y fue a hacerse cargo de su madre, a quien la llevará a vivir con él, sin embargo, esto implica que la mujer mayor se separará definitivamente de quién fue su compañero por más de 20 años.
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