La tabla de la discordia

Chicago (EE.UU), 18 feb Julia Marino, plata con polémica. Su tabla lucía el logotipo de la marca de lujo italiana Prada. Un golpe a la estricta política del Comité Olímpico Internacional respecto a los patrocinios. La tabla, valorada en 3.600 dólares (3.170 euros), se ha agotado. Un negocio inesperado, pero redondo.
El COI tiene una política muy rígida en la regulación de los patrocinadores no afiliados a los Juegos, como es el caso de la marca italiana Prada, cuya tabla Linea Rossa ya está completamente agotada en su tienda en línea tanto en su versión blanca como en la negra.
Pese a que Julia Marino haya preferido no disputar la prueba de “Big Air”, al considerar que las modificaciones requeridas le impedían competir al máximo de sus posibilidades, la marca italiana ha registrado un importante volumen de peticiones para sus tablas: un negocio inesperado, pero redondo.
Marino, nacida en Yonkers, en el estado de Nueva York, hace 24 años, ya había ganado una medalla de plata en los Juegos de Pekín, al competir con esa misma tabla en “Slopestyle”.
Sin embargo, aseguró en sus redes sociales que poco después recibió una comunicación del Comité Olímpico Internacional en la que se le informaba de que su tabla ya no estaba “autorizada”.
“Me dijeron que me descalificarían si no hubiera cubierto el logo y me obligaron literalmente a cubrir la parte inferior de mi tabla con un rotulador”, escribió Marino, quien adjuntó una foto de su snowboard pintado con el mismo color del logotipo de la conocida marca italiana.
“Para quienes no lo sepan, la base de un snowboard es importante por tu velocidad y no debe llevar nada encima. El hecho de tener un rotulador encima le impide funcionar”, agregó.
La estadounidense, que días antes había sufrido unas caídas que le impedían estar al máximo de la forma, decidió igualmente intentar entrenarse con la tabla modificada, pero aseguró que le “faltaba velocidad”.
“Me sentía físicamente y mentalmente agotada por esta distracción”, reconoció.
Así, ya satisfecha por la plata ganada en su especialidad favorita, el “Slopestyle”, Marino prefirió evitar riesgos y renunció a pelear por otra medalla en “Big Air”.
No es un secreto que el Comité Olímpico Internacional tiene mucho cuidado con la gestión de los patrocinadores no afiliados a los Juegos, para preservar los valores más puros del deporte y a la vez privilegiar a sus colaboradores históricos, que con su aportación económica ayudan a fomentar la práctica deportiva por el mundo.
Además de la publicidad durante las pruebas olímpicas, también existen limitaciones para los mensajes publicados en redes sociales durante la celebración de los Juegos.
La regla 40 de la Carta Olímpica, que en el pasado prohibía que la imagen de los deportistas fuera explotada con fines publicitarios durante los Juegos, ya no prevé esta obligación, pero sí exige que los patrocinadores respeten determinados criterios.
Y pese a que finalmente la tabla de snowboard Prada no haya salido en la prueba de “Big Air”, la firma italiana ha conseguido una notable visibilidad internacional.
El caso de Julia Marino acaparó importante protagonismo en Estados Unidos, donde “NBC” o el “NY Times” contaron la particular historia.
Si esta “publicidad” era inesperada, la firma italiana, con sede en Milán, ha lanzado en las últimas semanas unas nuevas campañas de negocios, entre ellas una colaboración con “Ubisoft”, empresa líder en la producción de videojuegos.
Las prendas de Prada están disponibles para los videojugadores en “Riders Republic”, un juego deportivo que incluye ciclismo de montaña, esquí, snowboard y vuelo con traje aéreo.
Andrea Montolivo

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