
Erin Patterson, una mujer de 48 años, admitió haber engañado a las autoridades australianas en relación con la muerte de tres personas por intoxicación alimentaria en su casa a fines de julio. Entre los fallecidos se encuentran, sus ex suegros, Gail y Don Patterson, junto con la hermana de Gail, Heather Wilkinson. Todos perdieron la vida tras consumir una comida que ella misma sirvió.
Un sábado de finales de julio, dos parejas fueron invitadas a almorzar en una casa palaciega del estado de Victoria. Se trataba de un pastor local y su esposa. Los cuatro eran conocidos por los lugareños como pilares de la unida comunidad rural.
La comida consistió en carne de res Wellington preparada con dos tipos de hongos.
Esa noche, todos enfermaron gravemente de lo que parecía ser una intoxicación alimentaria. Una semana después, tres de los cuatro habían muerto. Un hombre permanece ingresado en un hospital en estado crítico, a la espera de un trasplante de hígado. La anfitriona de la reunión, una mujer de unos 40 años, y sus dos hijos resultaron ilesos.
Patterson declaró que sirvió la comida mortal que consistía en dos hongos diferentes, uno comprado en un supermercado y otro en una tienda de comestibles asiática, que también había comido ella misma, según The Mirror.
La mujer admitió además que se deshizo del deshidratador que utilizó para reducir los hongos. “Ahora quiero aclarar el registro porque estoy extremadamente estresada y abrumada por la muerte de mis seres queridos. Espero que esta declaración pueda ayudar de alguna manera. Creo que si la gente entendiera más los antecedentes, no se apresurarían a juzgar tan rápido”.
“Ahora estoy devastada al pensar que estos hongos pueden haber contribuido a la enfermedad sufrida por mis seres queridos. Realmente quiero repetir que no tenía absolutamente ninguna razón para lastimar a estas personas a las que amado”.
El medio además comentó que en el comunicado publicado por la sospechosa, también dijo que preparó la comida antes de dejar que los invitados escogieran sus propios platos. Luego tomó el último y se comió el Beef Wellington.
Erin explicó que le pusieron un goteo de solución salina y le ofrecieron un “medicamento protector del hígado” después de que se quejara de dolores de estómago y diarrea.
Patterson declaró, “Había estado cerca de los padres de Simon durante un largo período de tiempo. Nuestra relación continuó de una manera bastante amistosa después de que terminé la relación con su hijo Simon. Nuestra relación se vio afectada hasta cierto punto al verlos menos después de mi ruptura matrimonial con Simon, sin embargo, nunca me sentí diferente hacia sus padres”.
“Tenía un profundo amor y respeto por sus padres y había alentado a mis hijos a pasar tiempo con sus abuelos porque creía que eran modelos excepcionales a seguir”, comunicó.
Los menores no se encontraban en el hogar al momento del incidente, pero según las declaraciones, recibieron las sobras para el almuerzo del día siguiente, pero sin los champiñones, que Erin dijo que no les gustaban.
Los toxicólogos han recibido los restos de la comida para examinarla. Actualmente, la policía está investigando el basurero para determinar cuándo se arrojó el deshidratador, concluyó The Mirror.
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Invitó a comer a cuatro personas: una semana después, tres habían muerto
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