El guion de la selección española femenina de fútbol durante el último mes da para película o serie. Tal es la acumulación de acontecimientos estrambóticos que se han dado a raíz de la conquista del Mundial. Un éxito para la historia empañado por las polémicas de Luis Rubiales y por una Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que insiste en que cambiará, aunque sin hacerlo demasiado a día de hoy.
Las jugadoras se aferran precisamente al inmovilismo para reiterar su negativa a acudir a la nueva convocatoria del equipo nacional. La del debut de la sucesora de Jorge Vilda, Montse Tomé, y en la Nations League, clasificatoria para los Juegos Olímpicos de París 2024. Una cita de la máxima relevancia en la que está claro que lo ideal sería ver a las campeonas del mundo. Pero, en estos momentos, las certezas son inexistentes en el seno de la absoluta. En la que, por no saber, no se sabe, hasta ultimísima hora, dónde hay que ir para empezar a preparar los próximos compromisos internacionales.
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Tal y como han informado varios medios de comunicación en la mañana de este martes, ha habido un cambio de planes con respecto a la sede de la concentración. Madrid era el destino en un primer momento, y era allí adonde debían acudir quienes decidan volver a ponerse la camiseta española. Sin embargo, todo cambió de un momento a otro y se emplazó a las citadas a viajar a Valencia esta tarde.
Lo que se buscaría con esta medida es una mayor tranquilidad para la expedición. Es decir, un ruido mediático algo menor. Además, trabajar en tierras valencianas supone evitar la coincidencia, en Las Rozas, con personas a las que las futbolistas quieren fuera de la RFEF. Estas son, según pudo saber Infobae España, Pedro Rocha, presidente interino; Andreu Camps, secretario general; Tomás González Cueto, asesor jurídico externo; Antonio Ramón Caravaca, abogado de la Federación; Miguel García Caba, director de Integridad; Javier Matallanas, portavoz de la Federación; Albert Luque, director de la selección masculina; Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA); Francis Hernández, coordinador de las categorías inferiores; José María Mora, director de Operaciones y Eventos; Pedro González Segura, director de la asesoría jurídica federativa; Ana Álvarez, directora de fútbol femenino; Rafa del Amo, presidente de fútbol femenino, y Pablo García Cuervo, director de Comunicación.
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Se esperan renuncias
Este lunes por la noche, las protagonistas emitieron un nuevo comunicado. En él, se reafirma “la firme voluntad de no ser convocadas por motivos justificados”, porque “estas afirmaciones siguen plenamente vigentes”; se pide una “información rigurosa” a la RFEF, dado que “no se ha transmitido nada diferente a ello” a ningún integrante de la misma; se habla de “posibles consecuencias legales” al hacer una lista “de la que habíamos pedido no ser convocadas” y, por último, se señala que “la convocatoria no se ha realizado en tiempo y forma” según el reglamento de la FIFA, entendiéndose, por tanto, que “la RFEF no se encuentra en disposición de exigirnos acudir a la misma”.
Es el artículo 3.2 del Anexo I del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA al que se agarran las jugadoras: “La asociación que desee convocar a un jugador/a deberá hacerlo por escrito al menos 15 días antes del primer día del periodo internacional (v. art. 1, apdo. 4 del anexo 1) en el que se lleven a cabo las actividades del equipo representativo para el que se le necesita. Las asociaciones que deseen convocar a un jugador/a para la competición final de un torneo internacional deberán notificarlo por escrito al jugador al menos 15 días antes del comienzo del periodo de liberación correspondiente. Al mismo tiempo, se deberá comunicar por escrito la convocatoria al club del jugador. Asimismo, se aconseja a las asociaciones incluir a la asociación del club en cuestión en la convocatoria. El club deberá confirmar la liberación del jugador/a dentro de los seis días siguientes”.
¿Qué dice la legislación española ante hipotéticas renuncias? Entre las “infracciones muy graves” de la Ley del Deporte, se incluye “la falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales, así como la no puesta a disposición de las selecciones nacionales de las personas deportistas que hayan sido designadas para formar parte de las mismas”. Las penalizaciones van desde “multa no inferior a 3.000,01 ni superior a 30.000 euros” hasta la “suspensión de licencia federativa o habilitación equivalente de carácter temporal por un periodo comprendido entre los dos y los quince años”. Pasando por la “prohibición de acceso a los estadios o lugares de desarrollo de las pruebas o competiciones por tiempo no superior a cinco años”.
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Ahora mismo, staff, organigrama y trabajadores de la Federación sí están citados, en principio, en un hotel de Madrid. Allí ha llegado también, por ejemplo, la guardameta Misa Rodríguez. Valencia, en la teoría, espera a quienes finalmente sean de la partida, con un panorama poco alentador: las instalaciones que se iban a usar en Oliva no tienen luz, así que Denia podría ser el cuartel general definitivo.
Mientras se esclarece quién acude y quién no, la lista de 23 es la siguiente: Misa Rodríguez, Cata Coll y Enith Salón (porteras); Irene Paredes, Laia Aleixandri, María Méndez, Oihane Hernández, Olga Carmona, Ona Batlle y Mapi León (defensas); Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Patri Guijarro, María Pérez, Tere Abelleira y Rosa Márquez (centrocampistas) y Athenea del Castillo, Esther González, Eva Navarro, Mariona Caldentey, Inma Gabarro, Amaiur Sarriegui y Lucía García (delanteras).
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