A diez años del inicio de su papado, el 13 de marzo de 2013, Jorge Bergoglio designó al arzobispo de La Plata, Víctor Manuel “Tucho” Fernández, como Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; posiblemente la posición más poderosa en el Vaticano después de la del Santo Padre. El hecho es tomado como una de las marcas que el Papa Francisco quiere dejar al nombrar a un teólogo de su máxima cercanía y afinidad intelectual, pero además a un allegado a los dirigentes justicialistas y, sobre todo, a las organizaciones populares que impulsan la economía popular y denominados por el Santo Padre como “poetas sociales”.
Para comprender la importancia del puesto que “Tucho” Fernández tendrá a partir del próximo 15 de septiembre basta con mencionar que asumirá el mismo cargo que durante 25 años desempeñó Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI) durante el pontificado de San Juan Pablo II.
Puertas adentro del Vaticano, el mensaje es claro: el Papa lanzó un guiño a quien le gustaría que le sucediera al mando de la Iglesia. El arzobispo de La Plata representa todo lo contrario a la vieja iglesia de la inquisición. Monseñor Fernández encarna los valores evangelizadores que él mismo enseñó cuando era docente: sus preferencias por los olvidados, los que viven en los márgenes, en los bordes, la paz, el perdón, los desclasados, o cómo lo expreso el propio Bergoglio “los despreciados por el poder” y “la iglesia machista”.
Su Santidad es un hombre de símbolos. Eligio vivir en Santa Marta en vez de la opulencia vaticana y ahora nombra en el centro de la doctrina de la fe a un teólogo que, como él, supo embarrarse el calzado en los pasillos de las villas y abraza a los cartoneros.
En sus redes sociales se presenta como “obispo, teólogo, poeta, vida interior y sentido social, análisis de la cultura, fenómenos populares, experiencia espiritual y sanación”.
Su relación con los movimientos sociales, como el Evita, el Frente Popular Darío Santillán, Somos Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC); la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP); El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de gremios como la CTA, quedo patentizada el 27 de septiembre de 2019, día en que conformó la multisectorial para enfrentar la crisis social, y recibió a los integrantes de la “Mesa Nacional de Diálogo por el trabajo y la vida digna”, quienes entregaron un documento que expresa la voluntad de componer “una Patria Fundada en la Solidaridad y el Trabajo”.
En el documento, le reclamaban al gobierno de Mauricio Macri “el pedido de la Emergencia Alimentaria” y “acciones concretas al Gobierno y promoviendo un acuerdo multisectorial para enfrentar la crisis social en nuestro país”.
Durante el cónclave, los dirigentes sociales y sindicales le hicieron saber a “Tucho” Fernández que “el Gobierno Nacional, electo democráticamente en 2015, no quiso, no supo o no pudo administrar las presiones de quienes tienen en la especulación financiera y el acrecentamiento de la propia renta el único parámetro de acción”. Y agregaron: “No se generaron condiciones para resolver las necesidades más elementales de los humildes, de los desamparados y excluidos, que requieren de medidas básicas para la subsistencia y para efectivizar la justicia social”.
“Las homilías del arzobispo de La Plata son actos políticos que los ministros de Axel Kicillof y el propio gobernador vienen a escuchar. Claramente ‘Tucho’ siempre ha hecho política desde el púlpito”, describen desde la intendencia de la ciudad capital a cargo de Julio Garro (Juntos por el Cambio).
De hecho, la última homilía pronunciada ante el gobernador Kicillof y sus funcionarios, el pasado 25 de mayo, generó reacciones dispares al “reivindicar la patria de Grabois” al defender a los cartoneros.
Juan Grabois es el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y también designado por el Sumo Pontífice como miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, considerado el “ministerio social y ambiental” de la Santa Sede bajo el que se nuclean los programas de aplicación de la encíclica Laudato si’.
Frente al gabinete provincial y al propio gobernador, el arzobispo de la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires afirmó: “Algún caradura que vive de rentas, que vive de la política, que vive de su familia, que vive de una herencia, pero no hace nada, y se refiere a los cartoneros diciendo: ‘¿Por qué no van a laburar?’… Más de una vez he visto desde la ventana a las personas que buscan en la basura, seleccionan, acarrean y cuidan nuestro planeta, porque hacen posible el reciclado. Pero me impactó uno que lo veía a la mañana temprano, a la tarde, a la noche. Entonces un día le pregunté: ‘Che, ¿cuántas horas trabajás vos?’. Me dijo: ‘12, 15 horas, porque tengo una familia grande que mantener’. Le dije: ‘Pero no los ves nunca a ellos’. Y me dijo: ‘No, yo tengo que elegir: estoy con ellos, que es lo que me gustaría, o les doy de comer’.
En ese punto, la palabra del pastor fue interrumpida por aplausos cerrados de los presentes, entre ellos los del gobernador y dirigentes políticos y sociales.
Al retornar el silencio en la Catedral platense, el monseñor Fernández se preguntó: “A pesar de eso, te aparece algún parásito bien vestido que los manda a laburar. ‘Vayan a laburar, vagos’. ¿Hasta dónde llega la degradación cultural de nuestra sociedad, donde hay gente que repite esos juicios lapidarios-ideológicos sin el menor respeto por el sufrimiento y la dignidad del otro?”.
La reacción en la oposición no se hizo esperar. Miguel Ángel Pichetto, el referente de Encuentro Republicano Federal, que integra Juntos por el Cambio, expresó: “La iglesia clasista no es para todos los Argentinos. Estamos perdidos con estos curas”.
La carta de aceptación
Si bien en un principios “Tucho” Fernández declinó la designación en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe; revió esa posición después que Francisco, se lo volviese a pedir mientras estaba internado.
Él mismo, a través de una carta enviada a los dirigentes sociales, y subida a sus redes sociales, explicó por qué aceptaba el alto cargo vaticano.
En la misiva titulada “LO QUE ME PIDE FRANCISCO” el arzobispo contó: “Amigas y amigos, el Papa Francisco me pidió que sea Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. La primera vez que me lo pidió le di varias razones para decir que no. Una de ellas es que la tarea incluye la cuestión de los abusos de menores y yo no me siento preparado ni fui formado para esos asuntos”.
Y aclaró: “Sin embargo, cuando él estaba en el hospital, me volvió a pedir lo mismo. Se pueden imaginar que era imposible decirle que no. Pero él me explicó que el tema de los abusos ahora está en una sección bastante autónoma, con profesionales que saben mucho de ese tema y trabajan con gran seriedad”.
El sacerdote también les contó a los dirigentes sociales que Bergoglio le aseguró que él tendría que ocuparse de otra cosa que al Papa le preocupa mucho: “Alentar la reflexión de la fe, la profundización de la Teología, promover un pensamiento que sepa dialogar con lo que vive la gente, animar un pensamiento cristiano libre, creativo y con profundidad. Esto me entusiasmó, y sentí que no me podía hacer a un lado cuando Francisco me está pidiendo ayuda”.
Por último, reconoce: “Finalmente acepté con alegría, porque lo que me pide es un maravillosos desafío, aunque tendré muchas contras: hay gente que prefiere un pensamiento más rígido, estructurado, en guerra con el mundo”. Y destacó que: “Este Dicasterio de la Doctrina de la Fe es como un ministerio, que tradicionalmente fue el más importante de la Santa Sede. Ahora se da más importancia al Dicasterio de la Evangelización, pero no tiene un prefecto a cargo, como en el caso del que se me encomienda, porque ese está a cargo directamente del Papa”.
Según dice el arzobispo, en los pasados días que estuvo en Roma, el propio Francisco se preocupó de buscarle un lugar donde vivir dentro del Vaticano que tuviera plantas y una vista al verde, porque, según relató Bergoglio: “Sabe que yo vengo del campo y eso me hace falta. Fíjense en su delicadeza. Por eso es un gusto trabajar cerca de él y acompañarlo más de cerca”.
Como suele hacerlo Francisco desde el primer día de su papado, “Tucho” Fernández pidió que “recen por esta tarea que se me encomienda, que será dura, pero también me abre muchas posibilidades”.
El Papa Francisco designó al ex rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) al frente del arzobispado de La Plata, uno de los más importantes del país, el 2 de julio de 2018, durante la gobernación de María Eugenia Vidal y la presidencia de Mauricio Macri. Fue en reemplazo del polémico monseñor Héctor Aguer, quien había renunciado un mes antes al llegar al límite de los 75 años.
La designación del cura villero fue un claro mensaje hacia el interior del Vaticano y a la Iglesia Católica Argentina. Aguer era un arzobispo de alto perfil y representante de la curia más ortodoxa y reaccionaria. De él se recuerdan varias frases escandalosas y xenófobas. Dos de ellas lo pintan de cuerpo entero: “La masturbación es parte del desenfreno, es animaloide. Y las relaciones prematrimoniales son pecado y una mala preparación para lo que significa luego la convivencia marital”, escribió.
Antes, monseñor Aguer había asegurado: “Una persona cristiana vive de otra manera. Un homosexual para vivir en gracia de Dios debe ser casto”.
“Tucho” Fernández se convirtió en el tercer obispo allegado a los movimientos sociales dentro del Episcopado argentino, luego de la designación de Gustavo Carrara como obispo auxiliar de Buenos Aires y de Jorge García Cuerva como auxiliar en Lomas de Zamora.
“Francisco está marcando a fuego su papado, la designación de ‘Tucho’ tiene que ver con cambiar con una iglesia que nació en el corazón de Europa, greco romana latina y también germánica, en ese corazón de Europa y Bergoglio lo que desde hace diez años realiza es llevar adelante una iglesia que nace en el Nuevo Continente, en el Continente de la esperanza, ‘Tucho’ es parte de esa iglesia; tuvo su período de prueba en La Plata, en la UCA, como rector. ‘Tucho’ como Bergoglio son síntesis y figuras del Concilio Vaticano II, y Bergoglio va en ese camino. La designación de monseñor Fernández se da en la designación de curas villeros como García Cuerva como arzobispo de Buenos Aires, Francisco está nombrando a personas probas y de su confianza jóvenes para que trasciendan su papado”, le explica a Infobae uno de los dirigentes sociales allegado a Bergoglio, y al arzobispo de La Plata.
Otro líder social recuerda que los cartoneros y dirigentes populares estuvieron presentes en la Basílica de La Plata cuando “Tucho” Fernández fue designado arzobispo y reconoce que, la relación con el sacerdote “se profundizó cuando ‘Tucho’ reemplazo a monseñor Aguer”; y coincide en que el arzobispo de La Plata “siempre fue muy abierto a recibir y trabajar junto a los movimientos populares y los sindicatos, a ayudar con los alimentos en los comedores populares; en poner el cuerpo durante la pandemia; por eso su designación en el Vaticano nos puso muy contentos”, destacó.
En una carta publicada el 1 de julio, la comisión ejecutiva del Episcopado argentino expresó su alegría por la designación de Fernández por parte del Papa y resaltó algunas cualidades del nuevo prefecto.
“Valoramos tu sabiduría, tus dones, tu experiencia pastoral y confiamos que, con la ayuda del Espíritu Santo, podrás como lo ha expresado el mismo Santo Padre: ‘presentar de modo convincente un Dios que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno’”, le expresaron.
El sitio Vatican News publicó e 1 de julio “la carta del Papa Francisco al nuevo Prefecto”. En sus primeros párrafos, que comienza con la frase “querido hermano”, Jorge Bergoglio le informa al arzobispo que: “El Dicasterio que presidirás en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente”. Y continúa enumerando sus condiciones para ocupar el cargo: “Fuiste decano de la Facultad de Teología de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Teología y sos presidente de la Comisión de Fe y Cultura del Episcopado argentino, en todos los casos votado por tus pares, quienes de ese modo han valorado tu carisma teológico. Como rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina alentaste una sana integración del saber. Por otra parte, fuiste párroco de ‘Santa Teresita’ y hasta ahora arzobispo de La Plata, donde supiste poner en diálogo el saber teológico con la vida del santo Pueblo de Dios”.
El Prelado, que el 18 de julio cumplirá 61 años, es considerado el “teólogo del Papa Francisco”. Por su parte, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) señalaron que con la experiencia de monseñor Fernández “la Iglesia podrá contar con una guía segura para abrir caminos de diálogo y reflexión a fin de que el depósito de la fe sea un manantial desde donde el Pueblo de Dios se nutra para seguir anunciando a Cristo con alegría y entusiasmo”.
Todos los dirigentes sociales y sindicales que dialogaron con Infobae para reconstruir los pasos del cura villero hasta el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, mostraron la misma congratulación y destacaron que “Tucho” les aseguró en una reunión en la Basílica de La Plata: “la Iglesia siempre puede profundizar su doctrina. Si así no fuera, todavía aprobaría la esclavitud o la pena de muerte, recomendaría la monarquía como la forma de gobierno más perfecta” y que durante una los encuentros en los que se trataban los detalles para pedirle al gobierno de Mauricio Macri las necesidades urgentes de declarar la emergencia alimentaria “Tucho” les aseguró que: “Cuando se dice que la doctrina es inmutable, hay que decir también que la comprensión que tiene la Iglesia sobre esa doctrina no es igualmente inmutable, sino que crece y madura”.
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