Por Lucia Mutikani
WASHINGTON, 3 sep (Reuters) – El crecimiento del empleo en Estados Unidos probablemente se ralentizó en agosto tras ganar casi 2 millones de puestos de trabajo en los dos últimos meses, ya que el aumento de los casos de COVID-19 redujo la demanda en los sectores de los viajes y el entretenimiento, si bien el ritmo fue probablemente suficiente para mantener la expansión económica del país.
El informe sobre el empleo del Departamento de Trabajo de EEUU, que se espera con gran interés, se publicará en un momento en que los economistas han revisado a la baja sus estimaciones sobre el producto interior bruto del país para el tercer trimestre. Las razones citadas incluyen el resurgimiento de los contagios por coronavirus, impulsadas por la variante delta, y la incesante escasez de materias primas, que está lastrando las ventas de automóviles y la reposición de existencias.
El aumento de los casos de COVID-19 también podría haber mantenido a algunos desempleados en sus hogares, frustrando los esfuerzos de los empresarios por impulsar la contratación.
“La variante delta es como una tormenta de arena en una economía por lo demás soleada”, dijo Sung Won Sohn, profesor de finanzas y economía de la Universidad Loyola Marymount de Los Ángeles. “Si no fuera por eso, el empleo en agosto habría sido aún mayor”.
Según una encuesta de Reuters entre economistas, las nóminas no agrícolas probablemente aumentaron en 750.000 puestos de trabajo el mes pasado. La economía creó 1,881 millones de empleos en junio y julio. Si el crecimiento del empleo en agosto cumple las expectativas, eso dejaría el nivel de empleo en unos 5 millones de puestos de trabajo por debajo de su máximo en febrero de 2020.
Pero la previsión es muy incierta, con estimaciones que oscilan entre 375.000 y 1,027 millones de nuevos puestos de trabajo en agosto.
Varios indicadores de alta frecuencia de publicación han sugerido un debilitamiento de la demanda de viajes aéreos, alojamientos en hoteles y comidas en locales, lo que algunos economistas esperan que conduzca a una moderación del crecimiento del empleo en el sector del ocio y la hostelería.
Distintos informes publicados esta semana mostraron que el empleo en las fábricas estadounidenses se contrajo y las nóminas privadas no cumplieron las expectativas. Pero la contratación por parte de las pequeñas empresas se aceleró y la opinión de los consumidores sobre el mercado laboral siguió siendo bastante optimista.
En los últimos años, incluso en 2020, el dato inicial de las nóminas de agosto ha estado por debajo de las expectativas y ha sido más lento que la media de tres meses de crecimiento del empleo hasta julio.
“Los efectos de la COVID pueden hacer que esta comparación con la tendencia sea menos útil. Sin embargo, las nóminas de agosto se han revisado al alza con los dos informes de empleo posteriores en 11 de los últimos 12 años, incluido el año pasado”, dijo Conrad DeQuadros, asesor económico senior de Brean Capital en Nueva York.
El informe del viernes será crucial para los mercados financieros, ya que los inversores intentan calibrar el momento en que la Reserva Federal anunciará cuándo empezará a reducir su masivo programa mensual de compra de bonos.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó la semana pasada que la recuperación económica sigue su curso, pero no ofreció ninguna señal sobre cuándo planea el banco central estadounidense reducir sus compras de activos más allá de decir que podría ser “este año.”
Jim O’Sullivan, estratega jefe de macroeconomía estadounidense de TD Securities en Nueva York, que prevé un aumento de 400.000 nóminas en agosto, no cree que esta cifra sea lo suficientemente débil como para que la Fed se aparte de su señal de “este año”.
“Pero probablemente aumentaría la probabilidad de que se produzca un anuncio formal en la reunión de diciembre, en lugar de en la de noviembre”, dijo O’Sullivan. “Ciertamente no esperamos un anuncio en la reunión de este mes, incluso si los datos de agosto son más fuertes de lo esperado”.
LAS LIMITACIONES DE LA OFERTA SE HACEN NOTAR
A pesar del recrudecimiento de los casos de COVID-19, es probable que el sector del ocio y la hostelería haya representado una gran parte del aumento de las nóminas el mes pasado. Algunos economistas esperan que el golpe a los restaurantes y bares se produzca en forma de reducción de horas.
El empleo en el sector público probablemente aumentó de forma sólida gracias a la reapertura de las escuelas para el aprendizaje presencial, aunque el ritmo se redujo con respecto a los 240.000 puestos de trabajo de julio.
Se espera que las nóminas del sector manufacturero hayan aumentado en 25.000 puestos de trabajo el mes pasado. La contratación en las fábricas de EEUU se ve limitada por la escasez de insumos, especialmente de semiconductores, que ha hundido la producción y las ventas de vehículos de motor.
La escasez de materias primas también ha dificultado la reposición de inventarios por parte de las empresas.
Las ventas de vehículos se desplomaron un 10,7% en agosto, lo que llevó a los economistas de Goldman Sachs y JPMorgan a recortar las estimaciones de crecimiento del PIB estadounidense en el tercer trimestre hasta una tasa anualizada mínima del 3,5%, desde la máxima anterior del 8,25%.
“En algún momento la producción debería repuntar, lo que permitiría reponer los inventarios y apoyar las ventas, pero no está claro exactamente cuándo ocurrirá esto”, dijo Daniel Silver, economista de JPMorgan en Nueva York. “La reciente propagación de la variante delta y la persistencia de problemas más amplios en la cadena de suministro han generado cierto riesgo a la baja en las perspectivas a corto plazo”.
La economía de EEUU creció a un ritmo del 6,6% en el segundo trimestre.
Se espera que la tasa de desempleo haya descendido al 5,2% en agosto, desde el 5,4% de julio. Sin embargo, la cifra se ha visto alterada por personas que se clasifican erróneamente como “empleadas pero ausentes del trabajo”
La pandemia ha trastornado la dinámica del mercado laboral, creando una escasez de trabajadores incluso cuando 8,7 millones de personas están oficialmente desempleadas en Estados Unidos. A finales de junio había un récord de 10,1 millones de puestos de trabajo vacantes. La falta de guarderías asequibles, el temor a contraer el coronavirus, los generosos subsidios de desempleo financiados por el Estado federal, así como las jubilaciones y los cambios de carrera relacionados con la pandemia han sido señalados como los responsables de esta situación.
Existe un cauto optimismo de que la bolsa de trabajo aumentará debido a la reapertura de las escuelas y a la expiración el próximo lunes de las prestaciones estatales. Pero la variante delta probablemente ha retrasado la reincorporación de algunos al mercado laboral.
“Aunque creemos que la tendencia de la participación en el mercado laboral es mayor debido a la reapertura de la economía y la vacunación masiva, esperamos una pausa en agosto debido a la preocupación por la variante delta”, dijo Spencer Hill, economista de Goldman Sachs en Nueva York.
Con la escasez de mano de obra, es probable que los ingresos medios por hora aumenten un 0,3%, tras subir un 0,4% en julio. Eso mantendría el aumento anual de los salarios en el 4% en agosto.
(Reporte de Lucia Mutikani; Editado por Chizu Nomiyama; Traducido por Darío Fernández)
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