Londres, 27 jun (EFE).- Las puertas del All England Club se abren dos años después para recibir a un Novak Djokovic acelerado hacia la historia, con Australia y París conquistados ya esta temporada y con la épica tarea de lograr su sexto Wimbledon e igualar así el récord de Grand Slams (20) de Roger Federer y Rafael Nadal.
La desventaja con la que partía el serbio cuando llegó al circuito ya ha sido prácticamente anulada. Cuando ganó su primer ‘major’, en Australia 2008, Federer acumulaba doce, mientras que Nadal tenía tres. El aspirante a mejor tenista de la historia ha reducido el margen, hasta el punto de que entre los tres ya solo hay un torneo de diferencia. Nadal cazó los 20 de Federer el octubre pasado en Roland Garros y Djokovic podría nivelar la balanza en Londres, donde también apunta a dar un paso más hacia el ‘Golden Slam’.
Solo Steffi Graff en la historia ha logrado ganar los cuatro Grandes y la medalla de oro olímpica el mismo año, y Djokovic, que ya tiene un 40 % del trabajo hecho, busca dar otro mordisco a la historia.
Su registro en Wimbledon en los últimos años es impoluto. Es el ganador de los últimos dos títulos, el último el más dañino para sus rivales, al remontar dos puntos de campeonato en contra a un Federer que ahora llega con dudas a su escenario favorito.
“Aquí no pasará lo de Halle”, advirtió el helvético, que apenas ha disputado cuatro torneos esta temporada y cuenta con cinco victorias en el zurrón, solo una de ellas en hierba.
Su mal temperamento en Alemania, donde esperó horas para asistir a su rueda de prensa tras su eliminación para no decir nada inapropiado, fue inaudito desde sus tiempos de júnior. Wimbledon es su casa, pero ver su fotografía en la pista central recuerda demasiado a aquella nefasta final con Djokovic en 2019, el último partido oficial que se jugó en la Catedral.
Su optimismo pasa por el nivel de París, donde, con la vitola de estar en un Grande, se creció para acceder hasta los octavos de final. Aquí ha ganado en ocho ocasiones -récord masculino- y desde 2003 solo ha caído una vez antes de los cuartos de final (2013). Además, evitará a Djokovic hasta una hipotética final. La ausencia de Rafael Nadal, que descansará durante Wimbledon y los Juegos Olímpicos para preservar su cuerpo, evita que haya otro duelo titánico como el de 2019, la que fuera reedición de la gran final de 2008.
Sin el balear, son muchos los que tratarán de asumir el cartel de tercer favorito en un Grand Slam que solo ha tenido cuatro campeones desde 2003: los ya citados Federer (8 títulos), Nadal (2) y Djokovic (5) y el cuarto en discordia, Andy Murray, que triunfó en 2013 y 2016 y vuelve al torneo cuatro años después.
El escocés, eso sí, es una sombra del campeón de antaño, aunque sigue demostrando el mismo amor de siempre por su deporte. Puede que su nivel ya no esté a la altura del que ganó tres Grandes y fue número uno del mundo, pero, mientras su cuerpo aguante, acudirá a Wimbledon para pelear.
Con la intención de suceder al ‘Big Four’ aparecen Stefanos Tsitsipas, reciente finalista y perdedor en Roland Garros, Daniil Medvedev, que ganó en Mallorca su primer torneo sobre hierba, Alexander Zverev y Matteo Berrettini, triunfador en Halle. El que no estará será Dominic Thiem, aquejado de una dolencia en la muñeca por una lesión en Mallorca. El austríaco continúa con su aciago 2021 y evitará el Grand Slam que, históricamente, peor se le da.
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