Naciones Unidas ha denunciado este viernes que la guerra en Sudán ha ocasionado “una crisis de proporciones épicas” en la que abundan las atrocidades y que ha llevado a la población del país a “un sufrimiento insoportable”, haciendo un llamamiento a la comunidad internacional para que “repiense la forma en que apoya al pueblo sudanés”.
“Esta es una crisis de proporciones épicas; También es totalmente obra del hombre”, ha señalado la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la organización, Rosemary DiCarlo, destacando ni las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) ni las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han sido capaces de proteger a los civiles sudaneses desde que el estallido de los combates entre ambos “interrumpió brutalmente la transición política” del país hace un año.
“Abundan las acusaciones de atrocidades”, ha lamentado citando informes sobre el uso generalizado de la violencia sexual y la tortura como armas de guerra, el reclutamiento de niños o las detenciones arbitrarias. Informes que han reportado más de 14.000 muertos y decenas de miles de heridos, unos 25 millones de personas con necesidad de asistencia vital y más de 8,6 millones de personas huidas de sus hogares, incluidos 1,8 millones de refugiados.
En este contexto, DiCarlo ha asegurado que la ONU “está dispuesta a redoblar esfuerzos con sus socios multilaterales –entre ellos la Unión Africana, la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, la Liga de los Estados Árabes y Estados miembros y socios clave– para ayudar a poner fin a las hostilidades y fomentar una mediación internacional inclusiva y eficaz”.
LA “INTERFERENCIA EXTERNA”, UN FACTOR CLAVE
Asimismo, la representante de Naciones Unidas ha instado a todas las partes implicadas a respetar el Derecho Internacional, ejerciendo “la máxima moderación y evitar un mayor derramamiento de sangre”.
A este respecto, DiCarlo ha criticado la presencia de actores externos que continúan alimentando el conflicto brindando apoyo material a ambos ejércitos desde fuera de Sudán.
“Esto es ilegal, es inmoral y debe terminar”, ha sentenciado, invitado la comunidad internacional a “redoblar esfuerzos para lograr la paz en Sudán, en este momento crítico”.
“La interferencia externa ha sido ‘un factor importante’ que ha obstaculizado los esfuerzos para negociar un alto el fuego y detener la guerra. El apoyo externo en términos de suministro de material de guerra y otros medios ha sido la razón principal por la que esta guerra ha durado tanto tiempo”, ha coincidido el alto representante para la iniciativa ‘Silenciar las Armas’ de la comisión de la Unión Africana, Mohamed Ibn Chambas.
“EL RIESGO DE HAMBRUNA ES REAL”
Tras un año de conflicto, las perspectivas para el pueblo de Sudán son “sombrías”, en palabras de la directora de operaciones y promoción de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), Edem Wosornu.
La inseguridad alimentaria en el país, ha advertido Wosornu, ha alcanzado niveles récord y hay ya 18 millones de personas en situación de hambre aguda. “Si queremos evitar la hambruna, las partes deben tomar medidas urgentes para facilitar la ayuda humanitaria a todos los civiles necesitados, como exige el derecho internacional humanitario”, ha señalado, advirtiendo de que la cifra aumentará a medida que se acerque rápidamente la temporada de escasez.
En esta línea, desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han señalado que “la situación de la seguridad alimentaria es preocupante” y “el riesgo de hambruna, real”.
No obstante, “existe una ventana de oportunidad” para que la comunidad internacional actúe ahora que se acerca la principal temporada de siembra, ha alentado el director de la oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO, Rein Paulsen.
“Es indispensable que apoyemos a los agricultores y comunidades agrícolas vulnerables para que reinicien ellos mismos su producción o sigan reforzando lo que ya está en marcha”, ha apostillado Paulsen.
“ES EL MOMENTO DE ACTUAR, SUDÁN NO PUEDE ESPERAR”
En una situación tan delicada Wosornu ha reivindicado la necesidad de “un cambio fundamental” en la forma en la que el mundo apoya a Sudán y ha insistido en que “el pueblo sudanés no puede esperar un mes, una semana o incluso un día más para que cese su sufrimiento” ya que “cada día que pasa hay más vidas en riesgo”.
“Tenemos una ventana muy estrecha para responder. Dentro de las próximas seis semanas, debemos preposicionar suministros vitales antes de que comience la temporada de lluvias en junio. Necesitamos poner semillas en manos de los agricultores antes de la temporada de siembra en junio, y dinero en efectivo en los bolsillos de las personas desplazadas antes de que caigan aún más en el hambre”, ha explicado.
En este sentido, la secretaria ha aseverado que la OCAH hará todo lo que pueda, pero ha recalcado que no puede hacerlo de manera aislada.
“Necesitamos su ayuda. Ahora es el momento de actuar , antes de que sea demasiado tarde. Millones de vidas dependen de nosotros”, ha sentenciado Wosornu.
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