La OCDE revisó este lunes al alza sus previsiones de crecimiento mundial para 2021 (al 5,8%) y 2022 (al 4,4%), al tiempo que advirtió del riesgo de una recaída de la economía por la persistencia de “vientos en contra”.
Aunque destacó la solidez de la recuperación, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, formada por 38 países que representan el 60% del PIB mundial, está preocupada por la lentitud de la vacunación en los países pobres y el nerviosismo de los mercados financieros.
La recuperación se confirma y tras una recesión histórica en 2020, cuando la economía mundial se contrajo un 3,5%, la OCDE prevé ahora una subida del PIB del 5,8%, “la tasa más alta desde 1973”, dijo la economista jefe de la institución, Laurence Boone, en una conferencia de prensa.
“Si la vacunación se acelera y la gente gasta el dinero que ha ahorrado, el crecimiento podría ser aún mayor”, aseguró.
Para 2022, un año en el que la mayoría de las economías deberían volver a sus niveles de 2019, la OCDE augura un crecimiento del 4,4%. En marzo, la organización pronosticaba un crecimiento mundial del 5,6% este año y del 4% el próximo.
“Los gobiernos han administrado cerca de 2.000 millones de dosis de vacunas” y “nunca antes en una crisis habíamos visto políticas públicas tan rápidas y eficaces, tanto en materia de salud como de desarrollo de vacunas o en términos monetarios, fiscales o financieros”, señala Laurence Boone en el informe.
Hay muchas señales positivas, como el aumento de la producción manufacturera, la fuerte recuperación del comercio mundial de mercancías y el repunte del consumo después de los confinamientos.
– “Vientos en contra” –
“Sin embargo, persisten demasiados vientos en contra”, advierte la OCDE. En concreto, “mientras la gran mayoría de la población mundial no se vacune, todos seguiremos a merced de la aparición de nuevas variantes”, apunta.
Nuevos confinamientos socavarían la “confianza” y muchas empresas, “antes bien protegidas pero a menudo lastradas con una elevada deuda, podrían quebrar”, advirtió Boone.
“Hay muy poca cooperación internacional y el resultado es que las perspectivas de recuperación son demasiado desiguales”, lamentó el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, que celebró su última rueda de prensa.
Bajo su mandato, la organización internacional, que durante mucho tiempo se había limitado a elaborar informes, ganó influencia, convirtiéndose en un órgano de negociación multilateral, especialmente en el ámbito de la fiscalidad.
La organización con sede en París afirma que la recuperación es frágil y “desigual” y prevé un crecimiento del 8,5% en China y del 6,9% en Estados Unidos, dos países que ya han vuelto a sus niveles anteriores a la pandemia, pero solo del 2,6% en Japón y del 3,3% en Alemania.
En América Latina, la institución prevé que Brasil crezca un 3,7% en 2021, México un 5,0%, Argentina 6,1%, Chile 6,7% y Colombia 7,6%. Por su parte España debería registrar un crecimiento del 5,9% este año.
“La OCDE seguirá defendiendo con firmeza un enfoque multilateral para acabar con la pandemia en todo el mundo”, añadió Gurría, que lleva 15 años en el cargo.
Otro riesgo identificado por la OCDE es el nerviosismo de los mercados financieros, que se alarman por los repuntes inflacionistas y que, según la organización internacional, son solo un fenómeno temporal ligado a la recuperación económica.
“Creemos que la inflación debería remitir en 2022”, dijo Boone, que reconoció que le preocupaba “la volatilidad de los mercados financieros, que tendría consecuencias tanto para las economías desarrolladas como para las emergentes, al provocar una fuga de capitales”.
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