Desde que comenzó la campaña electoral, la Legislatura porteña entró en un estado de funcionamiento “de baja intensidad”. Si bien las sesiones de los jueves continúan con normalidad y los legisladores siguen trabajando diariamente en sus despachos, los proyectos tratados prácticamente no tienen relevancia política. Abundan los temas menores como pedidos de informe, declaraciones de interés cultural, proyectos conmemorativos o destinados a homenajear a figuras destacadas. Casi no llegan a las páginas de los diarios en medio del convulsionado clima político y económico que atraviesa el país.
A diferencia del año pasado, que se caracterizó por la hiperactividad y por la importancia capital de algunas leyes -seis Códigos, UniCaba, venta de terrenos, entre otras-, la principal preocupación de los legisladores de los dos bloque mayoritarios -Vamos Juntos y Unidad Ciudadana- durante 2019 pasó por las elecciones presidenciales y a jefe de Gobierno. Especialmente durante los últimos meses, cuando muchos de ellos se abocaron a las actividades proselitistas y “enfriaron” el trabajo parlamentario.
No obstante, la responsabilidad no se divide en partes iguales ya que el oficialismo cuenta con mayoría propia (34 escaños sobre 60) y tiene un amplio control sobre la agenda legislativa. De hecho, esa es una de las principales quejas de los bloques opositores, que cuestionan la falta de voluntad del macrismo para tratar los proyectos de la oposición.
“Presentamos nuestros proyectos pero quedan frenados en las diferentes comisiones, que mayoritariamente controla Vamos Juntos”, aseguraron a Infobae desde el bloque kirchnerista. En esa línea, destacan que proyectos como el que prohíbe la tenencia de cuentas offshore a los funcionarios o el que inhabilita a que sean contratistas del Estado los empresarios que reconocieron haber pagado coimas, “no tienen chances de llegar al recinto“.
No obstante, la bancada de Unidad Ciudadana reconoce que todavía hay posibilidades de que se traten algunos de los proyectos que presentaron este año y que tienen un perfil más “amigable” ideológicamente con el oficialismo. Tal sería el caso de la iniciativa que busca incorporar bicicletas para discapacitados en las terminales de Ecobici; la prohibición de la venta de cigarrillos electrónicos; la gratuidad de agua en los gimnasios; un 0800 para ayudar a pymes en crisis; la creación de una app para mascotas extraviadas o la ley bucodental infantil, entre otras.
En términos de peso político, de cara a los próximos meses, se destacan apenas dos proyectos que serán tratados en el recinto: una amplia moratoria fiscal para pymes y el Presupuesto 2020. La primera se trataría en el recinto el próximo jueves y la llamada “ley de leyes”, a fines de noviembre.
Desde el bloque de Unidad Ciudadana explicaron a este medio que si bien la moratoria para pymes coincide con sus reclamos de mayor protección para los sectores productivos golpeados por la crisis, todavía están analizando la letra chica del texto para definir si acompañarán la iniciativa que presentó el Ejecutivo. En cuanto al Presupuesto, no se esperan mayores conflictos que en los años previos.
Por su parte, los legisladores oficialistas reconocen que la intensidad de la actividad bajó durante los últimos meses, pero destacan que “la vara estaba muy alta” por la gran cantidad de proyectos que se trataron en 2018.
Para el año que viene quedarán temas que estaban en agenda para el larretismo pero que finalmente se hundieron en la coyuntura, como el anunciado paquete de leyes de transparencia pública (incluía una nueva ley de Ética Pública, otra de Integridad en las compras públicas, una para regular la Contratación de Publicidad Oficial de Obra Pública y la creación de la Oficina Anticorrupción), la iniciativa para reformar la ley de financiamiento político, más proyectos para avanzar con la urbanización de villas o la nueva traza de la autopista Illia, y el traspaso completo de la Justicia a la ciudad.
La nueva Legislatura
El resultado de las PASO en la ciudad confirmó algunos de los pronósticos y obligó a corregir otros. El año que viene la conformación de los bloques y la dinámica política de la Legislatura podría ser muy diferente a la actual porque la oposición ganaría lugar y el oficialismo deberá articular con sus nuevos aliados.
Si los resultados se repiten, Juntos por el Cambio incorporaría 15 legisladores. No obstante, como esperan sacar algunos puntos más, es probable que finalmente sean 16.
El oficialismo porteño ya dejó en claro que apunta a repetir la exitosa experiencia de integración que llevó adelante con los legisladores de la Coalición Cívica y de Confianza Pública. Horacio Rodríguez Larreta espera formar así un superbloque de 36 legisladores, aunque la dinámica política podría llevar a sus flamantes aliados -UCR y Socialismo- a mantener la independencia formal. En este sentido, es importante tener en cuenta que cada bloque cuenta con recursos propios -como contratos de personal o tiempo para exponer en las sesiones- que perdería si se integran a una única bancada. Además, las aspiraciones políticas de Martín Lousteau podrían llevar a los legisladores radicales a marcar cierta distancia con el larretismo.
“Si ser la continuidad del proyecto de Cambiemos es lo que le genera más rédito político a Lousteau, entonces seguramente los radicales aceptarán formar un interbloque”, explicaron un miembro de la bancada oficialista.
Por el otro lado, el Frente de Todos mejoraría en algunos puntos la buena performance de las PASO y obtendría hasta 12 escaños, que conformarían una bancada total de 16 legisladores, más dos del Bloque Peronista.
Consenso Federal es una de las fuerzas que podría obtener representación parlamentaria con dos legisladores, que se ubicarían cerca o junto al diputado que hoy representa al GEN, Sergio Abrevaya.
Por su parte, la izquierda del FIT-Unidad retendría la banca que pone en juego y su representación continuaría siendo de tres legisladores; mientras que Autodeterminación y Libertad, de Luis Zamora, perderá uno de sus diputados por no superar el corte del 1,5 % de las PASO, con lo que queda excluido de la competencia de octubre. Unite, el partido que a nivel nacional encabeza José Luís Espert, podría meter a la primera candidata de su lista.
Este panorama consolidaría la polarización con dos grandes bloque contrapuestos y poco espacio para ampliar consensos con terceras fuerzas.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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