Los hombres y mujeres más importantes del mundo participarán de la Cumbre del G20 en el predio de Costa Salguero. Son 23.000 kilómetros cuadrados cubiertos que albergarán a líderes como Donald Trump, Vladimir Putin, Xi Jinping, Angela Merkel y Emmanuel Macron, entre otros. Infobae recorrió el predio y la zona exclusiva para presidentes.
El predio estará estrictamente vigilado y se separará en tres zonas: la amarilla, la azul y la roja. A la amarilla podrán ingresar los 2.600 trabajadores de medios de comunicación del mundo acreditados: habrá periodistas, fotógrafos y camarógrafos. Aquí, habrá una “zona mixta”, donde se podrán realizar entrevistas con las delegaciones extranjeras y asistir a conferencias de prensa.
En la zona azul, estarán los delegados. Allí trabajarán los equipos de cada uno de los 20 miembros permanentes, los invitados y las organizaciones internacionales. Y a la roja, solo acceden los líderes y sus grupos cercanos. “Es el jefe de Estado más ocho”, explicaron a Infobae.
Ahora bien, como en cualquier evento de tamaña importancia, hay algunos privilegiados que pueden moverse por las zonas exclusivas. En este caso, los que están en la cima son los mandatarios. Ellos tienen unos pines presidenciales con el logo del G20. Este free pass los habilita para moverse con mayor libertad.
La cumbre empezará a las 9:15 del 30 de noviembre, con la llegada de los primeros líderes. Con sus pines puestos, ingresarán en tandas por el Pabellón Rojo, que es el número 3. Aún se desconoce el orden, y el que está previsto pero no difundido puede cambiar por cuestiones de agenda o de seguridad.
Mientras el mandatario inicie su camino por la alfombra roja (de unos 10 metros), su círculo hará lo propio por un costado más austero y tapado por banners del G20. La idea es que sigan a su jefe o jefa, pero que, en la imagen que se transmitirá en vivo, el mandatario o mandataria ingrese solo o sola.
Una vez adentro, serán presentados formalmente y llegará el saludo oficial de Mauricio Macri. Luego, comienza la agenda de trabajo.
Lo primero que tendrán es una reunión privada y secreta, que se llama “el retiro”, después llegará la famosa foto de familia y luego la primera de las sesiones plenarias.
Macri recorrió el lunes pasado Costa Salguero
El salón preparado para esas sesiones, que serán cuatro en toda la cumbre, es imponente. Se trata de una mesa redonda inmensa, que tiene en el centro el logo del G20 en una puesta tridimensional. Macri liderará el encuentro, y el resto de los líderes se ubicarán de manera alfabética a su alrededor. El mandatario argentino cuenta con una computadora en su puesto que le indicará los pedidos de palabra de los presidentes y será él quien habilite sus micrófonos.
De manera concéntrica, detrás de la mesa, hay apostados tres anillos de escritorios individuales para los equipos de los mandatarios. Cada país tiene derecho a tres funcionarios salvo los integrantes de la troika, Alemania -que presidió el G20 en 2017- y Japón -que lo hará en 2019-, que tienen posibilidad de sumar cuatro. Los organismos regionales tienen derecho a dos y el presidente, en este caso la Argentina, a ocho.
Los líderes almorzarán viernes y sábado en esa misma sala, en la mesa redonda. Y según supo Infobae, varias delegaciones solicitaron permiso para “verificar el proceso de cocción” de los alimentos. Temen que la comida pueda ser adulterada.
No trascendió qué países hicieron el pedido formal, pero no es extraordinario. En otras cumbres sucedió lo mismo y responde a medidas de seguridad. Hay mandatarios más estrictos que otros. Desde la Argentina se les garantizó que podrán verificar el proceso y, hasta le momento, todos ponderaron la predisposición del anfitrión.

Entre la sesiones los mandatarios tendrán sus pull aside, como la diplomacia llama a las reuniones paralelas a un evento mayor. Para eso, utilizarán salas especialmente acondicionadas y tendrán que decidir si prefieren espacios ambientados con sillones dispuestos de a dos, para que un intérprete facilite la conversación; o las tradicionales mesas largas. También contarán con un espacio de “descanso” con pequeños livings con sillones o mesas de café.

Bajo la promesa de un G20 austero, el predio de Costa Salguero aún está en pleno armado y, a menos de 48 horas de que todo comience, Infobae pudo ver a decenas de trabajadores -todos con una credencial gris que los identifica para su tarea- en plena acción.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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