Hay jugadores tocados por la varita mágica, que aparecen en el lugar y en el momento indicado. Este parece ser el caso de Yusuf Demir, considerado “El Messi austríaco”, quien a sus dieciocho años se está convirtiendo en la sensación del verano con la camiseta del Fútbol Club Barcelona, justo cuando los catalanes acaban de perder nada menos que al gran crack argentino.
Tras su aparición ante el gran público en un tradicional torneo internacional juvenil en Alemania cuando apenas contaba con quince años, y pretendido por los principales clubes del mundo como Manchester City, Manchester United, Borussia Dortmund, Bayern Munich, Bayer Leverkusen o Roma, el joven austríaco de origen turco terminó siendo cedido por su club de origen, el Rapid de Viena, al Barcelona en julio pasado en un préstamo por 500.000 euros y con una opción de 10 millones de euros al finalizar esta temporada.
Yusuf Demir nació en Viena el 2 de junio de 2003 en el seno de una familia que llegó a Austria desde Trabzon, Turquía, hace dos décadas y era tan claro que el chico tenía un talento especial con la pelota que su padre Hasan, camarero en un restaurante, solía regresar a su casa con una pila de tarjetas que le entregaban distintos ojeadores de Italia, Inglaterra, Alemania y España para contratarlo para equipos juveniles, aunque él sabía que el sueño de su hijo era ser fichado por el equipo de sus amores, el Rapid de la capital austríaca.
En su casa, tanto su padre como su madre (empleada de un supermercado), sus hermanos, como el resto de la familia, sabían que él vivía para el fútbol y que su gran ídolo siempre fue Lionel Messi, por lo que justo parece llegar al Barcelona para tomar simbólicamente su posta. “Su novia siempre fue la pelota”, dijo hace poco su primo Emre Kuvvet. Otros dos hermanos de éste también juegan al fútbol, Berke en el SV Gerasdorf/Stammersdorf, y Kerim, en el Besiktas JK de Viena. Furkan, el hermano de Yusuf, también es futbolista y en el mismo equipo en el que comenzó su hermano, el Rapid, aunque en la categoría sub-18.
Por supuesto que Yusuf tiene desde hace tiempo un representante, Emre Öztürk, quien confesó una vez a la TV inglesa “Sky” que cuando el padre le pidió que cuidara de los asuntos de su hijo, cuando éste sólo contaba con 14 años, primero le pareció complicado y ponía excusas, pero cuando accedió a verlo jugar, le bastaron unos pocos minutos para ofrecerse él mismo a ser su agente. “Me apresuré a decir que haría cualquier cosa con tal de trabajar con este chico porque cualquiera que sea tan extraordinario necesita un agente”, afirmó.
Fue Öztürk quien dio por tierra con la ilusión de tantos clubes importantes europeos cuando Yusuf brilló en el torneo juvenil alemán y despertó tanto interés cuando advirtió que “es un gran fanático de Messi y lo que sueña es jugar algún día en el Barcelona”.
En el Rapid, el club de sus amores, Yusuf Demir se sintió cómodo desde los inicios. Se trata de un club que utiliza el modelo de gestión del Red Bull Salzburgo, que fue el que gestó jugadores como el noruego Erling Haaland o el húngaro Dominik Szoboszlai, figuras emergentes del fútbol europeo, a los que terminó transfiriendo por 20 millones de euros cada uno.
En 2013, a los diez años, Yusuf ingresó en las divisiones inferiores del Rapid y su ascenso fue meteórico, a tal punto que el 26 de mayo de 2019, con apenas quince años, y ya siendo observado de reojo por muchos clubes, firmó su primer contrato profesional y ya debutó en el primer equipo el 14 de diciembre en el 3-0 que su equipo le propinó al Admira, y marcó su primer gol en la derrota de 1-2 ante el Gante de Bélgica por la tercera ronda de clasificación a la Champions League 2020/21. En aquella oportunidad, y no es un detalle menor, ingresó a nueve minutos del final y pudo anotar sobre la hora, con apenas nueve minutos en la cancha.
Ese día contaba con 17 años, 3 meses y 13 días por lo que se convirtió en el goleador más joven de la historia en el fútbol austríaco batiendo el récord de Gerd Wimmer, que contaba con 17 años, 10 meses y 27 días cuando marcó su gol el 6 de diciembre de 1994 para Admira en su derrota 2-1 ante la Juventus.
Pero el momento de su despegue como una posible gran estrella del futuro fue durante el tradicional torneo alemán sub-19 “Mercedes Cup”, que se juega en Sindelfingen, en el que fue elegido mejor jugador por dos años consecutivos. “Rara vez he visto a alguien que lleve la pelota tan cerca del pie y que distribuya tan bien”, dijo entonces un impresionado Toni Polster, el máximo goleador de la historia de la selección austríaca.
Sin embargo, cuando finalizó el torneo, Yusuf prefirió seguir apostando por el Rapid. Zoran Barisic, el manager del club, destacó entonces el gesto del muchacho. “Con mi antecesor en el cargo, Fredy Bickel, el director deportivo del Rapid II y de la academia del club, Willi Schuldes, el director de talentos, Steffen Hofmann, y el entrenador en jefe, Didi Kühbauer, estamos todos convencidos de que se trata de un talento extraordinario y que entonces lo mejor es no presionarlo y dar un paso por vez”.
Barisic admitió que temieron perderlo por la cantidad de ofertas de otros clubes “pero estamos contentos de que haya decidido quedarse con nosotros en el Rapid porque tiene un potencial increíble y es un placer verlo jugar al fútbol”. “En cada entrenamiento puede verse lo extraordinario que es”, afirmó Hofmann, quien detalló que tiene “una técnica sobresaliente y una gran zurda”. Por su parte, Schudes indicó que tanto Yusuf como otro joven de las divisiones inferiores, Leo Greimi “son nuestras dos mayores esperanzas”.
“Amo este club y se me pudo cumplir el primer sueño de mi infancia, que era jugar aquí”, dijo entonces Yusuf, de 1,73 metro, que llegó a marcar un gol en once partidos en el Rapid II para ser convocado al primer equipo y ya quedar en el plantel principal, en el que logró otros nueve goles en 38 partidos.
Ya en el equipo principal del Rapid, su rendimiento fue tan espectacular que al poco tiempo fue convocado para la selección nacional e inmediatamente los aficionados comenzaron a pensar en un futuro de estrella siguiendo los pasos de otras como Matthías Sindelar, Andreas Herzog, Karl Zischek, Josef Bican, Herbert Prohaska, Ernst Happel, Hans Krankl, el defensor David Alaba o el aún delantero Marko Arnautovic.
Ya había participado de las selecciones juveniles en las que marcó 20 goles en 28 partidos, jugando desde la sub-15 en adelante, hasta que su debut en la selección absoluta se produjo el pasado 28 de marzo ante Islas Feroe por la clasificación al Mundial de Qatar.
Si su siguiente deseo, luego de vestir la camiseta del Rapid, era jugar en el Barcelona, no fue de extrañar que el pasado 9 de julio se produjera el acuerdo con el club catalán en condición de préstamo por un año con una opción de compra, y con la intención de comenzar en el Barcelona B en el torneo de Tercera División española. Era el segundo austríaco en el club catalán luego de Krankl, quien llegó tras su muy buen desempeño en el Mundial 1978.
Quien comentó en el club azulgrana de la posible aparición de una gran estrella, que además admiraba a Messi, fue el ex delantero Bojan Krkic, quien avisó a la secretaría técnica a poco de abandonar el departamento de detección de talentos por la reestructuración que hubo por el cambio dirigencial tras las elecciones.
En abril de 2020, Krkic alertó a sus superiores Eric Abidal y Ramón Planes acerca de un futbolista del Rapid de Viena llamada a ser una gran sensación, y también lo hizo con otro ex jugador del club, Josep Mari Bakero, a cargo de lo relacionado con el Barcelona B, para lo que acompañó de videos e informes.
Planes, ya sin Krkic en el cargo, envió a uno de los “scouters” del Barcelona en Andalucía para observar en directo a Yusuf, y cuando en septiembre llegaron los primeros informes, todo se precipitó al notar todos que su forma de jugar encajaba perfectamente con la tradición del club.
Todo indicaba que iría a jugar en el Barcelona B, pero así como ocurrió en 2020 con la llegada de Pedri, Yusuf cautivó de entrada al neerlandés Ronald Koeman, entrenador del equipo principal, y ya lo incluyó en el amistoso ante el Nastic de Tarragona, y a los tres minutos ya había hecho su primer remate al arco.
Ya el 31 de julio pudo marcar su primer gol en el 3-0 en otro amistoso ante el Stuttgart, cuando aprovechó un centro de Antoine Griezmann. El diario deportivo “As” de Madrid dijo en su comentario del partido que se trataba de “un chaval descarado” y fue aclamado por los asistentes al Red Bull Arena cuando salió a la cancha promediando el segundo tiempo.
Por eso, no sorprendió que Koeman lo volviera a incluir, ahora como titular, en el partido del domingo en el estadio Johan Cruyff de la ciudad deportiva del Barcelona ante la Juventus en el triunfo de 3-0 por la tradicional Copa Joan Gamper. A los 3 minutos, un gran pase suyo generó el primer gol de Memphis Depay. No era un día más, sino uno de los más trises de la historia de los azulgranas, el de la despedida de Lionel Messi después de 21 años. Acaso, sin saberlo, Yusuf Demir estaba tomando su posta.
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