La guerra desatada por la invasión rusa a Ucrania se acerca a las tierras americanas. A partir del 1 de julio, comenzarán a llegar a Nicaragua tropas, aviones y buques de guerra rusos.
El acuerdo entre Daniel Ortega y Vladimir Putin a ese respecto y la alianza (fundamentalmente petrolera y de seguridad) entre Nicolás Maduro y la teocracia irani son malas noticias para nuestro continente .
En pocos días más se cumplirán cuatro meses desde el comienzo del conflicto armado en tierras europeas. La defensa por parte de la OTAN al país agredido fue acercando posiciones entre norteamericanos y europeos que, en forma algo tardía, están reaccionando.
Van a modificar su estructura energética y, sobre todo la Unión Europea, la asignación presupuestaria para el equipamiento militar.
La advertencia de Biden a los presidentes participantes de la Cumbre de las Américas sobre la inminencia de un escalamiento, las posibilidades del uso de armas nucleares tácticas y las declaraciones del Papa sobre que estamos “en una Guerra Mundial” hacen muy necesario un comportamiento cauteloso de los gobiernos sudamericanos.
La presencia de un avión, nominalmente venezolano, en nuestro territorio con una inusual cantidad de “tripulantes” resulta inexplicable. El avión en cuestión estaba (¿está?) al servicio de la estructura de inteligencia exterior de Irán (Al Quds).
Los Guardianes de la Revolución (conocidos como pasdaran) son una formidable fuerza paramilitar de más de 200.000 miembros, que dependen del Ayatollah Khamenei, controla los ministerios de Defensa, Relaciones Exteriores e Inteligencia y tiene en los Quds el equivalente de la CIA.
Ellos atacan objetivos enemigos en el exterior y adiestran grupos irregulares amigos, como es el caso de los”colectivos” chavistas.
El gobierno persa acaba de “apagar” en sus centrales nucleares las cámaras de vigilancia y seguridad de la Organización Internacional de Energía Atómica. Ello pone en alerta al Estado de Israel y a Arabia Saudita, sus dos enemigos principales en la región y también a Turquía.
En 20 días el presidente norteamericano Joe Biden viaja a Riad y Jerusalén para ratificar su alianza y hablar de petróleo y armas.
En Asia Pacifico se ha formalizado una alianza que amplía “el Quad” que oportunamente conformaron Estados Unidos, Australia, Japón e India.
El llamado Quad Plus se amplió a Corea del Sur, Indonesia,Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Nueva Zelanda y Brunei.
Esto fue rechazado por China como “el intento de una OTAN en Asia”.
La guerra, como ocurrió con el Covid, estaba lejos, pero puede llegar.
El gobierno argentino debe ser muy prudente en lo que dice y en lo que hace en Política Exterior y de Defensa.
Bastantes problemas tenemos internamente.
SEGUIR LEYENDO:
Francia, Alemania e Italia apoyaron la candidatura “inmediata” de Ucrania a la Unión Europea
Sé el primero en comentar en"La guerra cerca de América"