Por: Richard Stevens Ladino
El proceso desencadenó en que, por primera vez en la historia republicana de Colombia, se le dictara medida de aseguramiento. Uribe permanece en prisión domiciliaria en su finca de El Ubérrimo y espera a que este lunes la Corte Suprema tome decisiones sobre el sistema que debe llevar su proceso.
A propósito de estos días clave en materia procesal y política, En Infobae dialogamos con el senador Cepeda sobre este caso, pero también sobre cómo empieza a dibujarse el panorama de las elecciones presidenciales del 2022. También habló de su diagnóstico frente al gobierno de Iván Duque y la supuesta relación del magistrado de la Corte, César Reyes, y su esposa Pilar Rueda.
Infobae Colombia: Estamos en medio de la pandemia, de una crisis económica, de seguridad y con un ambiente caldeado por la polarización política, la desconfianza institucional y la ola de protestas, ¿Cómo lee que el Gobierno pueda estudiar un decreto conmoción interior?
IC: Lo que hemos visto, y para contextualizar esa información, es que, en estos últimos meses, especialmente de la pandemia, hay una fuerte tendencia del Gobierno y del presidente a concentrar el poder político y a concentrar las decisiones del Estado. En el estado de emergencia social y económica, el Gobierno en muy pocos meses expidió más de 160 decretos, en su gran mayoría decretos ley. Es decir, creó una especie de cuerpo legislativo paralelo a las leyes que hay y a la Constitución.
Que el Gobierno esté pensando en un estado de excepción para limitar la protesta social, limitar la independencia judicial y amordazar a la oposición política, todo eso son actitudes que nos parecen perfectamente comprensibles y normales en medio de una tendencia al autoritarismo, al militarismo y a generar un régimen abiertamente dictatorial por parte del actual presidente.
Los hechos que han venido después de esa constancia que yo presenté ante el Senado, ratifican que no es una invención, ni que nos estamos imaginando de una manera un poco paranoide las cosas.
Los senadores del Centro Democrático nos lo dijeron claramente en esa sesión: -Bueno, por qué no pensar seriamente en decretar una o declarar una conmoción interior como lo prevé el artículo 213 de la Constitución-, lo dijo el senador Carlos Felipe Mejía, -Si hay que recurrir a ese instrumento, lo haremos-, lo dijeron. O sea que sí lo están pensando, por lo menos un ala del uribismo, un ala radicalizada y que no tiene ningún tipo de problema en hacer adoptar caminos antidemocráticos.
Además, hemos vimos otro asunto que nos llamó la atención y fue el borrador de un protocolo que está diseñando el Gobierno dizque para regular la protesta social, en donde hay disposiciones abiertamente inconstitucionales que van en contra de un derecho fundamental de los ciudadanos.
Entonces no es ninguna clase de conjetura o especulación, o rumor o chisme. No, aquí estamos asistiendo a una deriva abiertamente despótica y dictatorial de este gobierno.
Infobae: Usted argumenta que el gobierno de Iván Duque transita por un camino de autoritarismo, pero hablamos de un gobierno que ganó las elecciones democráticamente en 2018 y tendrá que entregar la posta en 2022, ¿es realmente así como se transita hacia una dictadura?
IC: Tal cual, es así sin lugar a dudas. Cuando en un Estado de Derecho el presidente cree que puede burlar la justicia, burlar las decisiones de un tribunal y no importa cuál, en esto no me refiero a la Corte Constitucional, sino a cualquier juez de la República. Ahí ya estamos en otro terreno. Ya no es el terreno de un Estado de Derecho.
O cuando, por ejemplo, es normal que el Congreso esté enclaustrado meses en una plataforma virtual sin que eso suscite ninguna clase de molestia o de reacción. Es decir, el Congreso es el único órgano de la única instancia de la sociedad colombiana que no ha salido del confinamiento.
Pero el segundo órgano del Estado, en un Estado que se fundamenta en un régimen tripartito de poderes públicos, no funciona. Es decir, esta cosa de la plataforma virtual es una simulación de una actuación del poder legislativo.
Entonces se anula el Poder Legislativo, se anula el Poder Judicial. ¿Qué queda? Pues queda un presidente que nos habla todos los días a las 6 de la tarde y nos dice cómo debemos vivir, que debemos pensar, cómo debemos actuar. Y entonces, en qué terreno estamos, ¿en el de una democracia? Estamos transitando hacia un régimen en el que sólo hay un poder, que es el poder del Ejecutivo.
Infobae: ¿Cómo percibe entonces esa relación entre el poder Judicial y el Ejecutivo?
IC: El presidente lo ha reiterado y lo ha dicho su partido político: no le gustan las Cortes. No le gusta la independencia de ese poder, quieren una única Corte, que es como una especie de Comisión de Investigación y Acusación como la que hay en la Cámara, pero hecho tribunal.
El uribismo quiere acabar con las Cortes, quiere acabar con la Jurisdicción Especial para la Paz y quiere construir un órgano que sea funcional a sus deseos, ese es su proyecto y ha sido muy claro el presidente Duque.
¿Por qué lo quieren hacer? Porque el Gobierno ve que es muy incómodo. La Corte Constitucional es muy incómoda porque no le ha permitido libremente desarrollar la fumigación indiscriminada de cultivos. No le ha permitido el fracking sin unos condicionamientos, no ha permitido que se destruya el acuerdo de paz.
El presidente nos ha dicho claramente que Uribe no debió haber ido a la reclusión domiciliaria y eso es inadmisible. Como si se tratara de una persona que tiene inmunidad. Entonces también es muy incómoda la Corte Suprema de Justicia.
En Colombia hay una persecución de los jueces que no están de acuerdo con los criterios que quiere imponer el Gobierno.
Infobae: Algunos sectores en Colombia apoyan una reforma a la justicia. Ustedes, desde la oposición, cómo vislumbran una futura reforma, ¿apoyarían una?
Se requiere efectivamente una reforma, pero una reforma para fortalecer la justicia. No para acabar con ella. Es decir, si fuera así, si el principio fuera que cada órgano de poder público que tiene un problema hay que acabarlo, entonces habría que acabar el Estado colombiano, porque aquí hay corrupción en la Casa de Nariño, en el poder Ejecutivo, en las alcaldías, en las gobernaciones, en el Congreso, en todos los niveles del Estado.
Aquí hay mafias. Entonces, ¿qué hacemos?, ¿acabamos el Estado en Colombia y construimos uno? No, ese no puede ser el asunto. Una cosa es reformar la justicia, democratizar el acceso a la justicia, entregarle los fondos y recursos que requiere la justicia para llegar a todos los rincones del país y que cada ciudadano pueda acceder a la justicia y hacer mucho más rigurosos los mecanismos de elección dentro de la rama judicial.
Ahora, a mí me parece que el hecho de que los políticos sean llamados a rendir cuentas es muy saludable. A razón de qué los congresistas, los exministros, los expresidentes están por encima de la ley. Entonces, cuando eso ocurre, es que nos dicen que se politizó la justicia.
Lo que ha pasado es que los políticos en Colombia han sido criminales. Y hay mafia del narcotráfico, pero también hay una mafia, y hasta más poderosa, que es la mafia de los políticos. ¿Y entonces, por qué los jueces no pueden llamar a rendir cuentas a esos políticos? ¿Por qué tiene que significar que se politizó la justicia? No, ni más faltaba. No hay congresistas, no hay expresidentes, no hay ministros, que deban estar por encima de los jueces.
Infobae:Hablemos del proceso del expresidente Álvaro Uribe ¿Siente que hay garantías de que ese proceso se adelante en la Fiscalía y no en la Corte Suprema?
IC: Nosotros somos respetuosos de las instancias judiciales. Cuando no estamos de acuerdo sobre la idoneidad y la imparcialidad de un operador judicial, lo recusamos. Lo hicimos con un magistrada y lo hicimos recientemente con el fiscal general y con el fiscal delegado. Creímos que esas eran recusaciones válidas, pero no han prosperado.
Entonces, ante ese hecho, nosotros sencillamente lo que hacemos es acatar las decisiones y seguir en el proceso. Cada estadío del proceso tiene debates, discusiones que, a mi modo de ver, hay que abocarlas y las estamos abocando dentro de la legalidad y dentro de la justicia.
Pero lo que no puede ocurrir es que un juez o un fiscal tome una decisión y entonces la persona que no está de acuerdo con esa decisión salga a decir a los medios de comunicación que ese fiscal, o ese juez, o ese magistrado es un mafioso, como ha hecho el señor exsenador Álvaro Uribe. Eso es inadmisible.
Infobae: Es un caso que está enmarcado en una especie de guerra de testigos, de unos y de otros…
IC: Más de unos que de otros, porque realmente le voy a decir lo siguiente, nosotros no hemos presentado un solo testigo ante la Corte Suprema de Justicia, ni uno solo. Es decir, no es que son mis testigos contra los testigos de Uribe. No, aquí lo único que hay son los testigos de Uribe. Ya hay dos señores que no fueron presentados ante la Corte, sino ante la Fiscalía, que aseveran que Uribe habría creado un grupo paramilitar con su hermano Santiago Uribe. Pero a ellos no los presentamos nosotros ante la Corte.
Infobae: Pero sigue siendo un caso lleno de ruido y de testimonios por aquí y por allá, ¿cómo explicarle a un colombiano que no entiende de leyes ni de procesos judiciales este caso?
Es un caso muy sencillo y para atender su solicitud voy a tratar de hacer este ejercicio: En el año 2012, Uribe me denunció penalmente por dos testigos que dicen que él creó -como lo dije ahora- un grupo paramilitar en una de sus acciones. A partir de ese momento, Uribe comenzó a presentar uno tras otro, una cantidad muy considerable de testigos. O mejor, de falsos testigos.
El expresidente ha presentado más de 20 testigos ante la Justicia y la Corte Suprema lo que hizo fue comenzar a estudiar esos testigos que presentó él y en el año 2018 llegó a la conclusión de que esos testigos eran falsos testigos.
¿Por qué? Porque se les habría ofrecido una serie de prebendas, dineros, gestiones judiciales que fueron en algunos casos dados y en otros casos prometidos, para obtener declaraciones escritas.
En el 2018 la Corte decidió que no seguía investigándome porque había la evidencia de que esos testigos eran falsos. Pero además que habría fundamento para investigar a Uribe.
Ahora, entre el mes de febrero y el mes de junio y julio del 2018, la Corte pudo evidenciar que aparecían nuevos testigos falsos y además que había una persona, que es el abogado Diego Cadena, que estaría de intermediario y haciendo ofertas para obtener esos testimonios.
Y entonces, ya no la Corte Suprema sino la Fiscalía, llamó a juicio al señor Cadena, y al señor Álvaro Uribe le han hecho una imputación y lo tiene con un arresto domiciliario.
Entonces, para decirlo claramente, yo no he presentado testigos, Uribe me acusa de haber hecho muchos ofrecimientos para obtener testigos, testimonios y testigos falsos. Pero yo no he presentado uno solo, él ha presentado más de 20 y la Corte dijo que eran falsos, falta ver que dictamina la Fiscalía General.
Infobae: Desde el uribismo han señalado que todo se trata de un plan para hundir al expresidente. De hecho, han asegurado que el magistrado ponente en esta investigación contra Uribe en la Corte Suprema, César Augusto Reyes, y su esposa Pilar Rueda, son cercanos, dicen que hasta son amigos. ¿Eso es cierto?
IC: Eso es falso. Mi esposa trabajó en un proyecto de una empresa que contrató con la Agencia de Cooperación de Estados Unidos. Y en otra área de ese proyecto estaba trabajando el doctor Reyes, que no era aún magistrado.
Ambos, mi esposa y el doctor Reyes, no tenían ninguna relación ni amistad. Eso es una falsedad. Ni laboral, ni directa. No eran compañeros de trabajo. No tenían la relación de jefe-subordinado. Estaban simplemente y coincidencialmente en un mismo proyecto que tenía muchas líneas de cooperación. Aquí lo que se intenta es generar la idea, la falsa noticia, de que había una relación personal y laboral. Eso es falso.
Infobae: Hablemos del tema electoral. En dos años Colombia debe volver a las urnas para elegir presidente, ¿cómo está el tema en la oposición, cómo van las estrategias para convocar a los sectores que se hacen llamar “alternativos”?
IC: Bueno, sí, hemos hablado mucho y tenemos muchos de nosotros y nosotras la intención de que haya ojalá una sola candidatura, no de la izquierda, sino de los sectores de centro que son muy diversos y también de izquierda. Que gane las elecciones y que construya un gobierno con una alianza política.
¿Con qué objetivo? Pues hacer realidad la paz de Colombia, de hacer que se respete la Constitución de 1991. Producir las reformas que son necesarias como la reforma laboral, la reforma a la educación, la reforma al sistema de salud, la reforma agraria. Y en general, darle un giro a lo que está ocurriendo en Colombia. Buscamos una coalición que pueda generar cambios, cambios saludables para el país.
Infobae: Y en esa disputa entre los alternativos donde aparecen nombres como Gustavo Petro de un lado, Sergio Fajardo del otro, ¿usted en esa ecuación dónde se ubica?
IC: Yo me ubico en el terreno de quienes estamos ayudando a componer las desavenencias e intentar tender puentes. Más que tomar un partido en este momento, aunque yo tengo como cualquiera que participa en política predilecciones y puntos de vista, pero más allá de mí, de mi posición personal, tengo el deseo de que se logre con una alianza grande, poderosa y participativa.
Infobae: Una tanda de preguntas cortas y respuestas cortas. Si tuviera usted al expresidente Álvaro Uribe, ¿qué le preguntaría?
IC: No, yo con Uribe tengo un litigio judicial, así que no (risas). Le diría, que diga la verdad sobre su responsabilidad en tantos hechos sobre los cuales está pendiente que él responda.
Infobae: ¿Qué le diría al presidente Iván Duque?
IC: Que no siga transitando el camino de la dictadura y de la guerra. Que asuma un compromiso con la paz y con la democracia.
Infobae: ¿Qué piensa del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela?
IC: Que es un régimen cuya visión modelo no comparto, pero que creo que es necesario que haya una relación entre Colombia y Venezuela signada por el diálogo y por la diplomacia y no por la tensión y el enfrentamiento.
Infobae: ¿Trump o Biden? Qué le conviene a Colombia…
IC: Yo creo que hay necesidad de un cambio radical en Estados Unidos, eso es evidente.
Infobae: ¿Se siente en peligro en Colombia?
IC: Bueno, sí, todo el tiempo. Pero también me siento rodeado por muchas personas amigas y solidarias. Y a pesar de las dificultades, ahí vamos. No me voy a ir de mi país nunca, nunca más, no volveré a salir de mi país.
Infobae: Qué les dice a quienes leyeron esta entrevista y están en completo desacuerdo con usted
IC: Que dialoguemos. Que hay que superar los prejuicios, que hay que cultivar el diálogo, que hay que cultivar los argumentos y no los odios.
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