La conferencia internacional en París pone más presión a Israel para una pausa humanitaria

París, 9 nov (EFE).- La necesidad de una tregua humanitaria inmediata en Gaza es el principal mensaje compartido por los participantes de la conferencia internacional organizada este jueves por Francia, que pone más presión a Israel para poder aliviar la situación de la población civil, descrita como catastrófica.

El presidente francés, Emmanuel Macron, anfitrión y artífice de esta cita en la no participó Israel, a la que los países árabes enviaron en el mejor de los casos a ministros y Estados Unidos a una subsecretaria de Estado, subrayó el consenso sobre “la pausa humanitaria inmediata y la preparación de un alto el fuego”.

Macron, que anunció que su país aumentará la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza hasta 100 millones de euros este año, reconoció que “frente al terrorismo, Israel tiene derecho a defenderse” pero “tiene también una eminente responsabilidad, la de todas las democracias: respetar el derecho y proteger a los civiles”.

El presidente francés condenó con dureza a Hamás y reclamó la liberación inmediata de los rehenes secuestrados el 7 de octubre, que es la condición previa de Israel para cualquier pausa en su ofensiva militar en el enclave palestino. Pero hizo hincapié en que “los civiles deben ser protegidos, y eso no es negociable”.

Los representantes de la ONU, como el comisario general de la agencia para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, fueron más lejos al exigir un cese el fuego porque la liberación de los rehenes “no puede justificar una guerra que no respeta el derecho humanitario”.

El responsable de los asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, dijo que no basta con una pausa humanitaria porque lo que se necesita ante la situación “atroz” en la Franja de Gaza es que se establezca un flujo continuo de ayuda a los más de dos millones de habitantes, y eso sólo es posible con un alto el fuego.

En esa misma idea coincidieron la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric Egger, y las ONG presentes como Médicos sin Fronteras, cuya presidenta, Isabelle Defourny, consideró que “un cese el fuego inmediato” es “la condición indispensable” para que se pueda prestar asistencia.

El presidente chipriota, Nikos Christodulides, desarrolló su propuesta de corredor humanitario marítimo desde uno de sus puertos, que garantizaría controles con presencia israelí de las mercancías que irían en mercantes protegidos por buques de guerra hasta las costas de Gaza, para asegurarse de que no sirven para el aprovisionamiento militar de Hamás.

Christodulides precisó que el desembarco del material (cada barco podría transportar hasta 2.000 toneladas) se haría en “una zona humanitaria neutra” y que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) estaría implicada.

Precisamente, el primer ministro de la ANP, Mohamed Shtayeh, fue el más duro en la condena de Israel, y el que más insistió en que para que “tenga sentido” el despliegue de una ayuda humanitaria “hay que poner fin a la guerra” pero también a la ocupación en todos los territorios palestinos.

Shayeh, que pidió a la comunidad internacional que “acabe con el doble rasero”, puso el acento en que “lo que hace Israel no es una guerra contra Hamás, sino una guerra contra todo el pueblo palestino”, que también afecta a Cisjordania, donde han sido “asesinados” 350 palestinos desde comienzos de año, y avisó de que no puede haber una solución que se limite a la Franja de Gaza.

Como representantes de las instituciones de la Unión Europea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aludieron en sus discursos a que la única solución a largo plazo es la de un Estado palestino junto a Israel.

Una idea que también defendió Celso Amorim, representante del presidente brasileño, que indicó que los “actos bárbaros” de Hamás en territorio israelí no justifican los ataques “indiscriminados” contra la población civil en Gaza.

Ángel Calvo

París, 9 nov (EFE).- El comisario general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, reclamó este jueves el fin del “asedio” israelí a la Franja de Gaza y calificó de “indigna” la situación que tienen que vivir en particular los niños.

Lazzarini, que participa hoy en París en una conferencia humanitaria para la población de Gaza organizada por el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que la situación en la Franja “es una crisis de la humanidad, de nuestros valores, del derecho internacional”.

En una entrevista con la emisora France Inter, hizo notar que hay más de 750.000 personas de los alrededor de 2,2 millones de habitantes de la Franja de Gaza que están acogidos en las instalaciones de la ONU para buscar protección.

Contó que la pasada semana cuando estuvo en Gaza, pudo ver entre otras cosas cómo los niños tenían que hacer cola sólo para conseguir una botella de agua para beber, y eso le parece “indigno”.

El responsable de la UNRWA dio por buenas las cifras de Hamás sobre el hecho de que desde que comenzó la ofensiva israelí en respuesta a los ataques del 7 de octubre en territorio israelí han muerto 10.000 personas en la Franja de Gaza, de los cuales 4.000 niños, y 20.000 han resultado heridas.

La razón es que esos números son coherentes con la proyección sobre el total de la población que hace su organización a partir del centenar de sus empleados que se sabe que han muerto en los bombardeos.

Lazzarini reiteró su demanda para “un cese el fuego humanitario”, la aplicación del derecho humanitario y una verdadera asistencia, porque ahora el número de camiones que entran por la frontera egipcia es insuficiente para las necesidades básicas de la población.

De hecho, alertó de que dada la situación de ausencia de orden civil y de servicios públicos, se corre el riesgo de que haya una situación de caos a la llegada de los pocos camiones de ayuda humanitaria.

Preguntado por el hecho de que Israel exige la liberación de todos los rehenes secuestrados en la operación del grupo islamista Hamás del 7 de octubre, el comisario general recordó que ellos reclaman “sin equívoco la liberación de todos los rehenes” porque su secuestro “es un crimen de guerra”.

Pero añadió que con la acción militar de Israel se está imponiendo “un castigo colectivo al conjunto de la población de Gaza” y de ahí la demanda de que se levante el asedio del enclave palestino.

En la conferencia humanitaria organizada este jueves en París no habrá ningún representante de Israel, aunque la presidencia francesa se ha esforzado en subrayar que Macron ha estado en contacto continuo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con quien tiene intención de volver a hablar hoy mismo cuando concluya.

Tampoco habrá jefes de Estado y/o de Gobierno de los países árabes de la región, que en muchos casos estarán representados a nivel ministerial, más allá del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohamed Shtayyeh.

Entre las principales personalidades que tienen previsto intervenir, además de Macron, destacan la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Euorpeo, Charles Michel, el presidente de Chipre, Nikos Christodulides, o los primeros ministros de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, e Irlanda, Leo Varadkar.


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