La cancelación de "One Day at a Time" y por qué Netflix no es tu amigo

(Netflix)
(Netflix)

Netflix canceló One Day at a Time el 14 de marzo luego de tres temporadas al aire. Esto representó una pérdida para los seguidores del programa y para la televisión. Era una comedia inteligente y divertida con mucho corazón que también representaba grupos de personas que no vemos muy seguido en la pantalla: latinos, de clase trabajadora, homosexuales, no binarios, militares, adictos en recuperación, inmigrantes. Combinaba un formato clásico de televisión —la comedia de situación familiar con público en vivo— con una sensibilidad enteramente relevante para la actualidad. Provocaba las risas y los llantos más genuinos de la televisión.

Pero como dice la canción del programa “así es la vida” y así también es la televisión. Incontables programas de buena calidad se han cancelado desde que los televisores usaban antenas de conejo. Lo insólito de esta cancelación fue que Netflix publicó un anuncio en Twitter, en el que explicaba y lamentaba su propia decisión.

Hemos tomado la muy difícil decisión de no renovar One Day At A Time para una cuarta temporada. No fue fácil llegar a esta decisión, pasamos varias semanas intentando encontrar una manera de hacer otra temporada, pero al final simplemente no tenía suficiente público para justificar una nueva temporada.

Eso tuiteó Netflix.

“Gracias Norman Lear por regresar esta serie a la televisión. Gracias Gloria Calderón Kellett y Mike Royce por siempre hacernos reír y nunca temer abordar temas difíciles de una manera valiente, hermosa y significativa”, expresó en otro tuit.

“A Justina Machado, Todd Grinnell, Isabella Gómez, Marcel Ruiz, Stephen Tobolowsky y Rita Moreno: gracias por invitarnos a ser parte de su familia. Llenaron este programa de tanto corazón, cariño y amor que realmente se sentía como un hogar”, agregó.

Y concluyó: “Y para todos los que se sintieron escuchados o representados —quizá por primera vez— en el programa, por favor, no interpreten esto como una señal de que su historia no es importante. El derroche de amor que ha recibido esta serie es un recordatorio firme para nosotros de que debemos seguir encontrando maneras de contar estas historias”.

No puedo leer mentes ajenas. Quizá la intención es sincera, quizá es una táctica, quizá es un poco de ambas. De cualquier modo, Netflix está tratando de tirar su pastel a la basura y además llevarse el crédito por haberlo horneado.

Las televisoras cancelan programas todo el tiempo. Sin embargo, casi siempre dejan que la noticia se sepa discretamente. En este caso, Netflix, tal vez en espera de una reacción negativa, quiso mostrarse como un fanático decepcionado y a la vez como una empresa pragmática.

Así que pintó la cancelación no tanto como una decisión de Netflix, sino más bien como algo que solo le ocurrió. “Simplemente no tenía suficiente público”.

Se podría escribir un libro acerca de todas las complicaciones implicadas en la frase “suficiente público”. En primer lugar, ni tú ni yo ni nadie afuera del Fort Knox de datos de Netflix sabe cuántas personas veían One Day at a Time ni cualquier otro programa en su repertorio, porque la plataforma no divulga esa información, con la excepción del ejemplo ocasional cuidadosamente seleccionado como You.

Sí tenemos una idea objetiva de cuántas personas ven American Idol y The Walking Dead y todos los programas que se transmiten en medios tradicionales, cuyas audiencias se miden por medio de Nielsen. Con Netflix, solo contamos con su muy vaga palabra.

Además, incluso si supiéramos cuántas personas veían One Day at a Time por emisión en continuo, ¿sabríamos cuántas personas más habrían sido ‘suficientes’ para evitar la cancelación? No lo sabríamos. Es posible que Netflix tampoco lo sepa. Netflix vende suscripciones, no publicidad, así que un X número de espectadores no se traduce a una Y cantidad de dólares por un comercial. En cambio, Netflix, al igual que HBO, debe realizar un cálculo que quizá se basa más en el arte que en la ciencia: ¿hasta qué grado genera nuevos suscriptores este programa?

Esto se complica si se consideran otras variables desconocidas. ¿Cuánto cuesta realizar el programa? (Las comedias con montaje multicámara suelen ser más baratas que los dramas con rodajes más ambiciosos en locación). ¿Qué papel desempeñan los propietarios del programa en este cálculo? (One Day at a Time es producido por Sony, no por Netflix).

No obstante, a fin de cuentas, “suficiente” significa lo de siempre: se cancela un programa cuando ya no vale la pena para la empresa que lo realiza.

A Netflix, como a muchas empresas hoy en día, le gusta presentarse en redes sociales como si tuviera una personalidad distintiva y una voz juguetona. No solo quiere que seas su cliente; quiere entablar una relación contigo. Quiere ser tu amigo de la tele con quien pasas tiempo. Quiere asegurarte que le encantan los mismos programas que a ti, para que le transfieras algo de tu cariño a su #marca.

Sin embargo, Netflix no es más tu amigo que ABC o HBO o quien sea que haya fabricado tu televisor. Ninguna empresa lo es. Se trata de una entidad cuyo propósito es sacarte dinero a cambio de entretenimiento. ¡Ojalá sea una transacción que valga la pena! Pero sigue siendo una transacción.

No obstante, la declaración de Netflix —en la que alabó al elenco y al equipo de producción (justamente) por su excelente trabajo, al decir que el programa “se sentía como un hogar”— muestra a la empresa como un seguidor decepcionado, en lugar de un negocio que tomó una decisión.

“No interpreten esto como una señal de que su historia no es importante”, les dijo a los admiradores que finalmente se vieron representados en el programa. Eso es… amable. Pero al cancelar un programa literalmente se está juzgando su importancia, se está decidiendo qué es más importante que el dinero que se gastaría en realizar el programa.

“Debemos seguir encontrando maneras de contar estas historias”, declaró. ¡Oigan, ya encontré una manera! ¡Sigan haciendo la gran historia que ya tienen, con el mismo pozo de dinero que usaron para pagar 100 millones de dólares para transmitir capítulos repetidos de Friends!

De cierta forma, sé que no estoy siendo razonable. No tengo derecho a obtener más temporadas de un programa solo porque me gusta. El panorama televisivo necesita más de la representación que One Day at a Time contenía, pero Netflix no carga con más culpa por haber transmitido solo tres temporadas que otras cadenas que no transmitieron ni un capítulo o cualquier otro programa parecido.

Netflix no es una organización caritativa. Está muy consciente de que apelar a públicos diversos no solo demuestra buena ciudadanía, sino que es crucial para un futuro en el que quiere ser indispensable para tantas personas como sea posible. Publica tuits sobre la representación de las mujeres negras; invirtió en series como Dear White People y en comedias románticas con repartos diversos.

No obstante, la inversión a largo plazo a veces significa que cuando tienes el problema de alta categoría de crear un programa aclamado que no tiene tanta audiencia como quisieras, lo conservas. O al menos no lo cancelas y luego tratas de retener la buena fe de la audiencia por el precio de unos cuantos tuits. Sí, la televisión es un negocio. Y uno de los principios más antiguos de los negocios es que prometer no cuesta nada.

Copyright: 2019 New York Times News Service



FUENTE: INFOBAE NOTICIAS

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