La belleza del día: “El seductor”, de Josef Eberz

“El seductor”, de Josef Eberz
“El seductor” (1919) de Josef Eberz

I

Hacia el año 800, alrededor del castillo de Limburgo se construyeron algunas casas y se montó lo que podría pensarse como el origen de la ciudad Limburgo del Lahn, la capital del distrito de Limburg-Weilburg en Hesse, Alemania. Está ubicada entre los valles de Taunus y de Westerwald y a orillas del río Lahn. Es una ciudad preciosa con un clima propicio para colocarse como una de las regiones agrícolas más ricas de Alemana. Allí nació Josef Eberz.

Y por tal motivo, ahí, en esa ciudad, Limburgo del Lahn, está la mayor parte de su obra. Si bien los cuadros de Eberz están en colecciones públicas y privadas, los mejores están en la colección que tiene el municipio, que fue comprando y que fue recibiendo a partir de donaciones. Según se lee en su página web, recibe numerosas solicitudes de préstamos para exhibirla en otros lugares del mundo. Hay cierto consenso en que uno de los mejores cuadros es El seductor.

Pintado en el año 1919, El seductor es un óleo sobre lienzo de un metro de alto y un metro veinte de ancho. Hay un hombre de encendidos ojos celestes que abraza a una mujer escotada y con su mano derecha parece acariciar su seno. Ella tiene los ojos cerrados y la cabeza levemente inclinada hacia abajo. Tiene una copa de vino en una mano. En el centro de la escena hay una pequeña maceta con una flor que se eleva adquiriendo un sorpresivo protagonismo.

II

El 3 de junio de 1880 nació Josef Eberz. Su padre, secretario postal, tenía 31 años; su madre, 24. Vivió allí hasta que se fue a estudiar al Lessing-Gymnasium en Frankfurt, primero, y a la Academia de Arte de Múnich, después. Luego pasó por una serie de instituciones artísticas como la Academia de Arte de Düsseldorf y la Academia de Arte de Stuttgart. Estudiando conoció a Gertrud Alber; se casaron en Wiesbaden en 1917.

Con ella y con varios artistas más formó un grupo y, todos juntos, exhibieron sus obras en distintas oportunidades, como en la exposición Sonderbund en Colonia en 1912, la muestra de arte más importante del modernismo hasta ese momento. Allí, Eberz compartió “escenario” con Vincent van Gogh, Edvard Munch, Paul Cézanne, Paul Gauguin y Pablo Picasso. Al año siguiente comenzó a recibir grandes encargos: la posibilidad de vivir del arte.

En esa época se deja influenciar por diferentes corrientes: se evidencian los temas religiosos, el expresionismo con el que comenzó, la aparición del futurismo y del cubismo y también de la pintura metafísica. Además, se convirtió en miembro de la Nueva Secesión de Múnich, con la que expuso hasta su disolución en el nazismo, pero siguió participando de distintos grupos así como también de comités soviéticos de artistas.

III

Durante la década del veinte y los primeros años de la del treinta se dedicó a viajar por Europa, a pintar muchos encargos, sobre todo para iglesias, a dirigir talleres, hasta que llegó el nazismo al poder. Durante la era nazi, Eberz fue considerado un “artista degenerado” y no lo dejaron exhibir sus obras, sobre todo a partir de la disolución de la Nueva Secesión de Múnich. Murió en completo aislamiento el 27 de agosto de 1942 y su departamento se incendió en un ataque de bomba.

SEGUIR LEYENDO

Click aquí para todas las bellezas publicadas

Sé el primero en comentar en"La belleza del día: “El seductor”, de Josef Eberz"

Dejá un comentario

Tu dirección de Correo Electrónico no será compartida


*