Al Banco Central a la hora de ponerle un freno al dólar le pasó lo mismo que a la selección argentina contra Islandia: probó distintas variantes pero no obtuvo los resultados esperados. Por eso llegaron los cambios, al menos en el BCRA. El flamante presidente de la institución, Luis “Toto” Caputo, intentará no seguir corriendo a la divisa desde atrás, tal como lo fue pasando durante casi toda la crisis cambiaria a su antecesor, Federico Sturzenegger.
El viernes fue un verdadero round de estudio entre el BCRA ya con nuevo manejo y el mercado. No hubo intervención oficial y el tipo de cambio terminó rozando los $ 29 para el segmento minorista y llegó a $ 28,30 en el mayorista. Aunque se esperaba un cierre por debajo del jueves, el resultado final no fue finalmente tan grave.
La del viernes fue una suba bastante contenida, con inversores que ya no estuvieron dispuestos a pagar cualquier precio como venía pasando en días anteriores. Caputo y su vice, Gustavo Cañonero, pasaron todo el viernes monitoreando las pantallas junto a Agustín Collazo, subgerente general de operaciones, a cargo de la mesa de cambios del BCRA.
Ponerle un freno al tipo de cambio es vital para evitar que la gente compre dólares sólo porque están seguros de que seguirá aumentando.
Tanto en la reunión mantenida con banqueros de bancos nacionales y extranjeros como en contactos con inversores extranjeros, quedó claro que el objetivo primordial a esta altura es estabilizar el valor del dólar. Nadie exige que el BCRA lo haga bajar de manera significativa, aunque llevarlo de vuelta a la zona de $ 26 podría verse como algo razonable. Pero sí al menos terminar con los fuertes movimientos al alza de los últimos meses.
“Es imposible pensar en invertir o que el país recupere acceso a los mercados financieros con semejantes saltos del tipo de cambio”, razonó uno de los banqueros que participó en el encuentro con Caputo muy temprano el viernes. La visión es completamente compartida por el equipo económico y obviamente por la Casa Rosada.
Para lograr el objetivo de ponerle un freno al dólar, el flamante presidente del Central prepara munición gruesa. Se trata de poner en marcha distintas medidas para estabilizar el tipo de cambio y avanzar a una nueva etapa. Además, el dólar está en su valor más alto en términos reales desde que empezó el Gobierno de Mauricio Macri, por lo que -entienden los principales funcionarios del área económica- no habría motivos para que siga subiendo.
La suba sin pausa del dólar supera ya el 51% en lo que va del año. Semejante suba en tan corto tiempo genera un comportamiento peligroso para la economía. Muchos de los que compran sólo lo hacen porque la expectativa es que siga subiendo, sin importar el precio. Lo sucedido en estos primeros meses del 2018 le dan la razón. No hubo ningún otro negocio más lucrativo que comprar dólares. Pero la idea de flotación cambiaria es que el tipo de cambio pueda tanto subir como bajar, dando incertidumbre a los compradores.
Aunque resulte paradójico, Caputo llegó al Central pero no podrá utilizar las reservas para frenar la suba del dólar. El FMI fue estricto a la hora de exigir que se mantenga un alto stock.
Concretamente, ¿cuáles son las decisiones que prepara el nuevo BCRA para conseguir ese ansiado equilibrio para la divisa? Las medidas más importantes que serán implementadas esta semana podrían ser resumidas en estos puntos:
–Dar inicio a las licitaciones diarias con los dólares del FMI: ya a principios de la semana pasada el Tesoro anunció que comenzará a volcar USD 7.500 millones, a través de ventas coordinadas por el Banco Central. De todas formas, la noticia no tuvo efectos positivos, pero el Gobierno espera que ese aumento de la oferta alcance para equilibrar el mercado cambiario al menos en el corto plazo.
-Ofrecer más opciones financieras para que los inversores no vayan al dólar: el viernes se anunció la colocación de dos títulos por parte del Tesoro a uno y dos años, por un monto total de USD 4.000 millones. Así se espera darle una “zanahoria” sobre todo a quienes no quieren renovar sus Lebac esta semana pero estarían dispuestos a comprar otro activo si es lo suficientemente atractivo en vez de dólares. Pero no es una opción fácil. Pagando una tasa de 4,2% anual en dólares, la semana pasada el Tesoro sólo pudo renovar la mitad de Letes que vencían (USD 450 millones sobre USD 900 millones).
–Poner la tasa de interés por las nubes: Existe gran expectativa por lo que pueda suceder en la licitación de Lebac del martes. Luego de los rescates parciales que fue llevando adelante el BCRA en las últimas semanas, finalmente vencen unos $ 530.000 millones. Pero el viernes, Caputo decidió no ponerle un piso al precio de estos títulos y dejó que la tasa para el vencimiento de julio llegue hasta el 60% anual. La duda para la licitación de pasado mañana es si se mantendrán las tasas del 40% como en la del mes anterior o se realizará un ajuste adicional como ya sucedió el viernes. Una vez más, la prioridad absoluta es ahora terminar con la espiralización del tipo de cambio. Una vez logrado llegará el momento de ocuparse de bajar las tasas.
-Atraer las liquidaciones de dólares del campo: Las cerealeras vienen demorando la venta de divisas ante la expectativa de nuevas subas del tipo de cambio. Pero si se convencen de que no hay más aumentos por delante, entonces podrían acelerar la liquidación en los próximos días. También se viene especulando con un cambio en la norma que les permite dejar a los exportadores no liquidar sus divisas. El ex titular del BCRA no lo quiso hacer, habrá que ver si Caputo avanza en esa dirección.
Ante la nueva licitación de Lebac, se avanzaría en dos frentes simultáneos: habrá dos nuevos bonos que ofrecerá el Tesoro para seducir a inversores y habría nueva suba de tasas, por encima del 40% de la última licitación
Aunque parezca paradójico, si bien Caputo asumió en el BCRA prácticamente no tendrá poder de fuego desde la institución. Esto sucede porque el FMI puso un estricto límite para el uso de reservas. Esta semana la entidad recibirá USD 7.500 millones del Fondo, pero prácticamente no podrá tocarlos para intervenir en el mercado cambiario. Así, figura en la Carta de Intención que firmó el ministerio de Hacienda y el Central para sellar el acuerdo con el FMI. Por eso, toda la responsabilidad para estabilizar al mercado llegará de la mano de los dólares que exclusivamente aporte el Tesoro.
Será una semana decisiva para el futuro financiero de la Argentina. A la licitación de Lebac, los nuevos bonos que ofrecerá el Tesoro y la venta de dólares oficiales, se suma la decisión que se conocerá el miércoles sobre una posible recalificación de la Argentina como mercado emergente. En Wall Street descuentan que esto no sucederá luego de las últimas turbulencias financieras. Así lo demuestra la dura caída de las acciones y en parte la suba del riesgo país hasta el máximo anual el viernes (arriba de los 550 puntos). Pero si finalmente la decisión fuera favorable podría haber euforia en el mercado y ayudaría a dar vuelta el clima negativo que se viene profundizando hace varios meses.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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