La llama olímpica llegó a Tokio el viernes para una ceremonia en un estadio vacío, después de que Japón y los organizadores de los Juegos Olímpicos prohibieran los espectadores en la mayoría de las pruebas deportivas por miedo al covid-19.
Cuando faltan justo dos semanas para la ceremonia de inauguración de los Juegos, prevista el 23 de julio, la llama olímpica llegó en una linterna que fue entregada simbólicamente a Yuriko Koike, la gobernadora de Tokio.
Los organizadores de Tokio-2020 y las autoridades japonesas anunciaron el jueves por la noche que prohibían a los espectadores asistir a las pruebas deportivas en la capital. El público podrá acceder a algunos lugares fuera de Tokio, como el departamento de Fukushima.
Los Juegos Olímpicos de 2020 aplazados hasta este verano debido a la pandemia serán los primeros en la historia olímpica que se desarrollan en gran parte a puerta cerrada.
Y es que el gobierno japonés decidió reinstaurar el estado de emergencia sanitaria -el cuarto desde el comienzo de la pandemia- en Tokio hasta el 22 de agosto. Los Juegos Olímpicos terminarán el 8 de agosto.
El relevo de la antorcha olímpica -algo que inicialmente se suponía que suscitaría entusiasmo- quedó relegado a pequeñas ceremonias de encendido de la llama sin espectadores, después de que se prohibiera el acto en las calles de varios departamentos y en Tokio.
– Gradas vacías –
El viernes, cinco trompetistas vestidos de traje tocaron una melodía bajo un quiosco que los protegía de la llovizna, delante de los medios de comunicación y de un puñado de funcionarios.
Pero las gradas permanecieron vacías en el estadio del parque olímpico de Komazawa, en los alrededores de la capital, que se construyó para los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964.
“Estoy feliz de que acojamos el relevo de la llama con este legado que mostramos orgullosos en casa y en el extranjero”, declaró Koike.
La gobernadora de Tokio, quien fue hospitalizada recientemente por agotamiento, tosió tres veces durante el breve discurso y varias más una vez terminado.
El jueves estimó que celebrar las pruebas a puerta cerrada durante los Juegos Olímpicos de Tokio era “desgarrador”, y pidió a los habitantes que sigan las competiciones desde casa “de manera segura”.
Al anunciar el estado de emergencia, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, recalcó la necesidad de “evitar que las infecciones se vuelvan a propagar por todo Japón, teniendo en cuenta el impacto de las nuevas variantes”.
La Delta, más contagiosa, representa actualmente alrededor del 30% de los casos en Japón.
Aunque el archipiélago japonés se ha librado relativamente hasta ahora de la pandemia de covid-19, con menos de 15.000 muertes registradas oficialmente desde principios de 2020, su programa de vacunación no se ha acelerado hasta mayo.
Por el momento apenas el 15% de la población se ha vacunado por completo y los expertos temen que la variante Delta provoque una nueva ola que podría desbordar la sanidad en el país, disparando el número de hospitalizaciones.
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