El empresario de la carne Alberto Samid podría volver a la cárcel para continuar cumpliendo su pena a 4 años por asociación ilícita. Ayer, el fiscal Gabriel Pérez Barberá, acusador ante el Tribunal Oral en lo Penal Economómico N°1 que condenó a Samid en 2019, solicitó que vuelva a la cárcel luego del escándalo generado por el video casero grabado por una vecina en el que se lo ve almorzando en una parrilla de Ramos Mejía cuando debía estar bajo prisión domiciliaria, ya que solo cuenta con permiso de salidas laborales concedidas por la Justicia para ir y volver del Mercado Central, donde trabaja, según documentos, para una firma ganadera domiciliada en Catamarca. Ahora fue la AFIP, que es querellante en la causa, la que envió un documento en el que le pide al juez Luis Gustavo Losada que revoque el beneficio y lo envíe de inmediato a un penal.
“A la luz de las razones expuestas, sostenemos que en caso de comprobarse la ausencia de elementos eximentes, correspondería revocar tanto el carácter domiciliario de la prisión preventiva de SAMID, como así también la autorización que le fuera concedida para dichas salidas laborales”, dice el documento al que accedió Infobae y que lleva la firma de Laura Gutiérrez Babsia, apoderada de la AFIP.
El beneficio que podría perder el matarife no es sólo el de la prisión domiciliaria sino también el de las salidas laborales que tenía permitidas los lunes, miércoles y viernes de 9 a 13.
El 21 de junio pasado, dos mujeres filmaron e increparon a Samid mientras almorzaba en el restaurante “Paja Rota” de Ramos Mejía, ubicada sobre la misma calle donde registró su dirección para su arresto domiciliaria. “Vergüenza le tiene que dar”, le dijo una de las señoras que lo filmaba. “¿Dónde tiene la tobillera?”, le preguntó la misma persona. “Que se vaya”, “andate chorro”, le dijeron al empresario de la carne.
La Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal informó a la Justicia que Samid había regresado a su casa a las 13:40 horas, fuera del horario de la autorización laboral. Ante esa dirección, la defensa del empresario explicó que ese día “no pudo ejercer su actividad laboral debido a que los trabajadores del lugar habían realizado un paro” y que “por dicha razón dice haberse dirigido a una parrilla cercana a su domicilio a entregarle mercadería (carne), ya que había recibido un pedido del propietario de la misma, siendo esta una rutina de su desempeño laboral”.
Sin embargo, en esa oportunidad desde el restaurante emitieron un comunicado en sus redes sociales aclarando que el empresario no tenía ningún tipo de vinculación ni siquiera como proveedor por lo que la defensa se quedó sin argumentos válidos judicialmente, según estiman fuentes de tribunales.
Al día siguiente del hecho, Alberto Samid fue trasladado en una ambulancia a una clínica privada por un “estado confusional” y dolores en su pecho. A raíz de esto, el juez solicitó a ese sanatorio que expida un certificado explicando la evolución del paciente.
En ese documento añadido al expediente, al que también accedió este medio, los profesionales de la clínica aseguran que Samid “actualmente evoluciona asintomático, sin repetir dolor precordial aunque presentando durante la noche un nuevo episodio de desorientación”. Además agregan que “a la fecha tiene enzimas cardíacas negativas, sin cambios agudos en el electrocardiograma y con tomografía de cerebro sin signos esquemáticos agudos”.
De vuelta al escrito de la AFIP, la abogada de la entidad considera que las pruebas que constan en el expediente, que incluyen los avisos emitidos por el centro de monitoreo de la tobillera electrónica de Samid, son sufrientes para evaluar la conducta como “injustificada” y por eso debería regresar a la cárcel: “A la luz de los hechos nuevos, de las constancias que se encuentran agregadas y digitalizadas tanto de la defensa como de otras informaciones brindadas por agencias gubernamentales, resulta claro entonces que dicho comportamiento aparece como injustificado, y con aptitud de conmover el status quo del que gozaba Samid antes del hecho”, aseveró.
Con la contestación tanto del fiscal como de la parte querellante, el juez Luis Gustavo Losada, integrante del TOPE N° 1, no tiene prácticamente otro paso más que tomar una decisión definitiva con respecto al futuro de Samid. Se estima que la resolución del incidente ocurra en las próximas 48 horas.
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