
10 años de una lucha constante y digna de admiración. El 1 de febrero del 2013, la vida de Julio César García Mezones dio un giro radical. El campeón con Cienciano del Cusco de la Copa Sudamericana sufrió un duro accidente automovilístico que no solo lo obligó a dejar el fútbol anticipadamente, sino también le quitó la posibilidad de caminar.
La madrugada del día en mención, el exjugador peruano se subió a su carro, pisó el acelerador y no recuerda más. Se despertó en el hospital, con graves lesiones en la cervical, el dorsal y otras partes del cuerpo. Recién al mes, pudo comprender lo que pasó y las consecuencias que le trajo el terrible incidente.
Su etapa como futbolista profesional terminó, pero le tocó afrontar el partido más difícil: adaptarse a su discapacidad. El piurano no bajó los brazos, aceptó su responsabilidad, dejó la frustración y cólera de lado y emprendió su rehabilitación con una fuerte motivación de por medio, que sus “hijos lo conozcan”.
Fue así como el popular ‘Pincel’ dejó de maravillar con su buena técnica a los hinchas de Cienciano y de todos los clubes por donde pasó para convertirse en escritor y trazar el camino de los nuevos talentos del balompié peruano. Pero, a la par, tiene su mira puesta en un objetivo, el más importante, volver a caminar y demostrar que ¡Sí se pudo!
En ese sentido, Julio García tuvo una entrevista exclusiva con Infobae Perú, en la cual tocó varios temas, entre ellos, su etapa como jugador, el campeonato histórico con el ‘papá’ en la Copa Sudamericana, su accidente automovilístico y cómo va avanzando en su recuperación.
Sus inicios en el fútbol
– ¿Fuiste comparado con César Cueto en tus inicios en Alianza Lima?
Sí, cuando me promueven al equipo profesional, hubo una campaña ‘Los nuevos potrillos’, estaban Renzo Benavides, ‘Manzanita’ Hernández, Joel Pinto, John Hinostroza y Pedro Ascoy. De alguna manera quisieron darle realce a esa promoción. Dentro de ellos a mí me decían que era el sucesor de Cueto, incluso tuve un reportaje. Hice una entrevista junto al maestro César, lo fui a buscar a un parque zonal por Villa El Salvador y todo salió muy bien.
– ¿Te dolió tu salida de Alianza Lima?
Sí, imagínate que Alianza me lleva de Piura. Me vieron en un torneo interescolar, me invitan a las divisiones menores, estaba terminando el colegio, iba a postular a la universidad y soy promovido al equipo profesional en cuestión de un año. Fue un golpe que Alianza deje de confiar en mí y me deje libre.
La campaña histórica con Cienciano
– ¿Cómo fue tu llegada a Cienciano?
Cienciano volvió a darme la vida. Desde que llegué a Cusco, me sentí muy cómodo, hice una pretemporada en Sacsayhuamán (templo inca imperial), el profesor era Carlos Daniel Jurado, a él le gustaba hacer ese tipo de entrenamientos, en lugares abiertos porque hay una creencia en Cusco que eso te recarga de energía.
– ¿Qué partido marcó la campaña de Cienciano en Copa Sudamericana?
Fue el partido con Santos en Cusco (cuartos de final). Ya habíamos empatado en Brasil, milagrosamente empatamos allá porque lo pudimos haber perdido, pero ya se mostraba la mística del equipo. Ganando en Cusco y eliminando a Santos, ese fue el partido que nos hizo pensar en el título.
– ¿Qué tan importante fue el papel del técnico Freddy Ternero?
Fue vital, en realidad lo de Freddy en esa campaña fue muy valioso, fue el eje y el punto clave para nuestro rendimiento, porque antes de eso éramos un grupo partido sin aspiraciones, con jugadores que llegaron para afrontar sus últimos años y retirarse. De alguna manera, Freddy nos devolvió la unión, la confianza y ambición.
– ¿Recuerdas alguna anécdota con él?
Recuerdo una que a Óscar Ibáñez (exarquero de Cienciano) no le gusta que la cuente. Era el más joven, tenía 22 años, y Óscar era una persona muy exigente, precavida y táctica. Como era volante, él me pedía que haga la línea y estar pegado al lateral Giuliano Portilla. Yo lo podía realizar, pero me desesperaban sus gritos, me decía ‘volvé, volvé’. Entonces en un partido de práctica cuando ocurría eso, yo estaba fastidiado, entonces Freddy notó eso, se me acerca y me dice ‘Cabezón, tú dile que sí a todo lo que te diga, pero yo te quiero atacando. Después le pides disculpas o yo intercedo’. Esas palabras me llenaron de confianza.

– ¿Cómo fue la celebración del título de la Copa Sudamericana?
Fue hermoso y apoteósico el recibimiento en Cusco. Me acuerdo que al día siguiente me quedé en Arequipa porque había llegado mi enamorada brasilera, ella me había acompañado junto a su madre, entonces regresamos a Cusco, en el aeropuerto nomás estaba toda la gente y la caravana. La verdad como tenía que ir a la selección preolímpica, evité hacer el recorrido, solo quería estar en mi departamento por el agotamiento físico y mental.
Su experiencia en el extranjero
– Luego del título en la Copa Sudamericana, diste el salto a Monarcas Morelia
Lo de México me tomó cuando era inmaduro, desgastado emocional y mentalmente porque después de la Sudamericana, fui al preolímpico, regresé a Cienciano, la pre Libertadores, luego la Libertadores y por último me convocan a la selección para la Copa América 2004. A partir de esa exigencia, se me comienza a caer el cabello. Fue una linda experiencia, un gran equipo, me trataron muy bien, pero el entrenador que me llevó es cambiado, me costó mucho más, me lesioné, no tenía la continuidad debida y si en el fútbol eres extranjero y no eres titular, no vas a ser considerado por el club.
– Y en Chipre pasaste por los equipos AEL Limassol y Enosis Neon Paralimni, ¿cómo te fue?
No quería salir de Perú y mi representante me dijo una mentira para que me vaya a Chipre. Me dijo que era un contrato por tres años y que ese equipo iba a jugar la fase previa de la Champions, cuando escuché eso, me convenció. Cuando llegué al equipo no entendía el idioma, el técnico me mandó un saludo por una pantalla gigante hablando en español y para mí fue muy halagador. Después cuando hablaba un poquito de inglés y conocí a algunos descendientes de peruanos allá, se sorprendieron cuando les pregunté por la fase previa de la Champions porque ese equipo no iba a jugar, todo lo contrario había estado a poco de descender el torneo pasado.
Su paso por la selección peruana
– Debutaste en la selección absoluta enfrentando a Brasil, plagado de estrellas como Ronaldo, Kaká y otros más…
Fue hermoso, imagínate debutar contra el equipo del cual soy hincha, estaba el ‘Fenómeno’ Ronaldo, fue increíble ese debut. Una anécdota chiquita es que quería probarme contra los brasileños, tenía a Cafú que me marcaba, entonces me iba con todo al ataque y veía que el profe Autori y Nolberto Solano me gritaban, no entendía, pensaba que me estaban alentando, pero era al revés me estaban diciendo que ya no ataque y que me quede porque era un empate valioso contra Brasil.

Su accidente automovilístico
– ¿Cómo afrontaste ese cambio repentino?
Siempre me he considerado una persona muy madura que asume siempre las consecuencias de sus actos, entonces meses después del accidente, cuando tomo conciencia porque estuve 14 días dopado y con la medicina yo no sabía lo que me ocurría, recién al mes entendí lo que me había pasado. Fui muy consciente, tenía a mi esposa embarazada, tenía a mi hija pequeñita de nueve meses y a mis padres preocupados, decía ‘esto lo he hecho, el único responsable soy yo, me parece muy injusto que descargue mi frustración y bronca con ellos’. Eso me ayudó a aceptar rápido y me centré en la rehabilitación que era lo único que me iba a ayudar a recuperarme.
– ¿Pensaste en tomar otra decisión?
No, nunca. Más aún por mis hijos. Ya había vivido, había vivido de todo, muchas experiencias, había tenido una vida rica, sentía que había podido morir tranquilamente en ese accidente, pero el problema no era yo. Me parecía muy injusto ser egoísta e irme cuando mis hijos no me habían conocido. Ellos en realidad fueron esa motivación para poder enfocarme en la rehabilitación, que ellos puedan conocer a su padre, disfrutar a su padre y ser guiados por su padre.
– ¿Cómo es tu día a día post accidente?
Soy una persona que tiene una vida muy normal, salgo, tengo un par de proyectos, una organización deportiva, donde no solo formo talentos, sino también ofrece servicios a la comunidad, básicamente porque yo quiero dejar una semilla en mi ciudad (Piura), quiero generar un cambio y darles oportunidad a los talentos. También tengo una pequeña distribuidora de agua. Entonces yo soy una persona muy activa a nivel profesional y personal. A la par hago siempre mis terapias, lo hago solo, tengo una escalera acá, que es adaptada para yo pararme, a cada rato estoy parándome, tengo un asistente que me ayuda a hacer abdominales, tengo un andador donde me paro cierto tiempo, cuido mucho mi alimentación y trato de mantener mi peso.
– Tu objetivo es volver a caminar…
Lo tengo y voy bien, sigo mejorando, lo que siempre decía en un inicio, la recuperación va de arriba hacia abajo, lo último que me va a ver la gente es cuando acabe mi rehabilitación y camine. Pero antes de eso, es un camino que lo llevo con mucho optimismo porque el cuerpo me lo dice, voy sintiendo más el cuerpo, voy teniendo más contracciones y voy controlando mejor mis órganos. Tengo el objetivo claro, clarísimo, para mí no es un sueño, no es una utopía, es algo muy realizable.

Su vida después del accidente
– Descubriste una nueva faceta, la de escribir, incluso publicaste un libro sobre la hazaña de Cienciano llamado ‘Sí se pudo’, ¿cómo inició ese pasatiempo?
Siempre me gustó la lectura, algunos compañeros me molestan con eso, escribía poesía desde muy chiquito y cuentos en el colegio. Disponer de tanto tiempo, pasaba horas sentado en un sofá o en la cama, decía ‘voy a aprovechar el tiempo para desarrollar esta afición’. Así fue como empecé a escribir, primero con un blog que lo compartía en mis redes sociales y luego animándome para editar los libros.
– Otro de tus proyectos es la formación de menores..
No es solo una academia, es una organización deportiva que brinda distintos tipos de actividades a todo el público, desde niños hasta adultos. Charlas de capacitaciones, pero ahora estamos enfocado en la parte de semilleros, que es la captación de talentos para formarlos de manera integral. Estos chicos no pagan, nosotros solventamos todos los gastos, desde el pago de los entrenadores, uniformes, compramos los materiales de trabajo, damos charlas a los padres de alimentación y psicología. Lo que busco es darle una formación integral, no solo enfocarnos en la parte deportiva, sino también en los valores.

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