París, 12 sep. La Justicia francesa examina desde este lunes en apelación la ola de atentados yihadistas que sacudió Francia en enero de 2015 en los que 17 personas resultaron asesinadas, y que incluyó en particular el ataque contra la revista satírica Charlie Hebdo.
Solo dos de los catorce encausados en el primer proceso de 2020 comparecen en este nuevo juicio ante el Tribunal de lo Criminal de París, los únicos que recurrieron su sentencia porque rechazan su implicación directa en los ataques terroristas.
El primero es Ali Riza Polat, condenado a 30 años de cárcel sobre todo por su intervención para que pudiera conseguir armas su amigo Amedy Coulibaly, el terrorista que primero mató a una policía municipal y luego secuestró a clientes y empleados de un supermercado judío de París donde asesinó a cuatro de ellos e hirió a varios más.
El principal cargo contra este hombre, y por el que teóricamente podría ser sentenciado a cadena perpetua, es el de complicidad. Es decir, por haber participado en los planes criminales de Coulibaly a sabiendas de sus pretensiones.
El segundo es Amar Ramdani, que en 2020 fue condenado a 20 años de cárcel por terrorismo. En concreto por haber proporcionado las armas a ese terrorista al que conoció en prisión y por haberle ayudado en la financiación de su acción yihadista.
El proceso, que está previsto que se prolongue hasta el 21 de octubre, se inició con la verificación de la identidad de los dos que se sientan en el banquillo.
En primera instancia, el tribunal dictó una sola pena de cadena perpetua contra Mohamed Belhoucine, que se encuentra en paradero desconocido y fue juzgado en su ausencia hace dos años.
Eso mismo ocurrió con la pareja de Coulibaly, Hayat Boumedienne, que huyó de Francia a Siria pasando en primer lugar por España poco antes de los atentados.
El primer ataque corrió a cargo de los hermanos Saïd y Chérif Kouachi, que el 7 de enero de 2015 irrumpieron en la redacción de Charlie Hebdo y mataron a 12 personas, entre ellas algunos de los periodistas más conocidos de la revista.
Un día después, coordinado con ellos, Coulibaly asesinó a una agente de policía en una ciudad del extrarradio de París y cuando los hermanos Kouachi estaban cercados por las fuerzas del orden en una empresa de impresión a una cuarentena de kilómetros de la capital francesa el día 9, cometió la masacre del supermercado judío de la cadena Hyper Cacher.
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