Sin Internet no hay sociedad digital; no hay banca ‘online’ ni acceso a las plataformas de ‘streaming’ ni a los videojuegos, ni se puede trabajar y estudiar a distancia. Dada su extensión, crece la importancia que adquieren los centros de datos, que mantienen en funcionamiento continuo servicios digitales básicos para la población.
Los centros de datos son edificios que albergan servidores que procesan y almacenan los datos. Algo así como “las fábricas digitales del siglo XXI” o, incluso, “hoteles para ordenadores”, como expone el Country Manager Spain de Data4Group, Juan Vaamonde, en una entrevista con Europa Press.
Son también uno de los motores de la economía digital, hasta el punto de que SpainDC, la patronal de este sector, prevé que se realice una inversión directa de 8.000 millones en España hasta el año 2026. Y como apunta Vaamonde, hay 23 centros de datos de ‘colocation’ ubicados en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, con tres más en construcción y otras cuatro ampliaciones en marcha.
El operador francés está presente en varios países de Europa, donde controla 34 centros de datos en base a un modelo de campus, esto es, en lugar de construir un centro de datos de manera aislada, apuesta por un enfoque “más dinámico” que se traduce en “un conjunto de edificios que comparten un mismo espacio”.
Este modelo “nos permite reunir diversas competencias en un único emplazamiento y beneficiarnos de economía de escala. Esto aumenta la escalabilidad para apoyar el crecimiento de nuestros clientes”, explica el responsable en España.
En España dispone de dos campus que se ubican en la Comunidad de Madrid: uno en Alcobendas, donde aloja tres centros de datos, y otro en San Agustín de Guadalix, con cuatro centros de datos. Por el momento, Data4 no tiene planes para ampliar su presencia a nivel nacional, pero sí para reforzar su posición en todos los países donde está presente (también en Francia, Italia, Polonia, Alemania y Luxemburgo), sin descartar la expansión a nuevos mercados “para seguir el ritmo de crecimiento de nuestros clientes”, añade.
La posición de España, no obstante, es “privilegiada” por su situación geográfica con respecto a los continentes europeo y africano. Ello sin olvidar los cables submarinos Marea, que pone a España en el centro de la conexión con Estados Unidos, África, el norte de Europa, Asia, Oriente Próximo; y Ellalink, que conecta la Península con Sudamérica. “Esto se traduce en un impulso de inversiones significativas para España, con planes de atraer más de 160 millones de euros hasta 2025”, señala el directivo.
España también cuenta “con la infraestructura de fibra óptica más grande de Europa” y “suelo disponible para la construcción de nuevos centros de datos”. Todos ellos elementos que convierten el país en “un destino de gran interés para sector de los data centers”, apostilla.
ADAPTAR LAS INFRAESTRUCTURAS A LAS NUEVAS DENSIDADES
La infraestructura de los centros de datos exige un elevado consumo energético tanto para su funcionamiento como para evitar el sobrecalentamiento, lo que tiene, en consecuencia, un impacto medioambiental elevado.
En Data4 tienen un programa sostenible, denominado Data4 Good, que recoge un conjunto de buenas prácticas desde el diseño y construcción de los edificios hasta su funcionamiento y refrigeración, que en diez años les ha permitido reducir el consumo energético en un 20 por ciento y mejorar su indicador de eficiencia energética.
“Solo utilizamos energías 100% renovables y diseñamos nuestros centros para poder reutilizar el calor”, asegura Vaamonde, que también refiere la preferencia del operador francés por los terrenos baldíos para “rehabilitar zonas y edificios al final de su vida útil” y limitar con ello “la artificialización del terreno”. En cuanto a las emisiones, se apoyan en un ‘análisis del ciclo de vida’, que ha permitido “optar por técnicas innovadoras como el uso de hormigón ecológico”.
También se apoyan en la inteligencia artificial, y más recientemente, en la IA generativa, para adaptar las infraestructuras a las nuevas densidades: si antes se podían construir 10MW en una hectárea, con esta tecnología los números “se pueden triplicar fácilmente”.
Esto significa que pueden “encajar la máxima cantidad de equipos al tiempo que se optimiza la eficiencia de los servidores, preparándolos adecuadamente para manejar mayores cargas de trabajo de IA”, detalla el directivo.
La IA también ayuda en la toma de decisiones, permitiendo maximizar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental. Y puede anticipar posibles averías al detectar los signos más tempranos, permitiendo de este modo planificar las operaciones de mantenimiento, minimizando los riesgos y los costes asociados.
GARANTIZAR LA SEGURIDAD FÍSICA
Además del suministro eléctrico, la refrigeración y la conectividad, Data4 identifica la seguridad física como uno de los componentes fundamentales “que no pueden fallar”. De manera genera, el operador de centros de datos asegura estos componentes con un “diseño redundante de la infraestructura”, que incluye medios para el control de acceso, circuitos cerrados de televisión y medios antitrusión, “con un mínimo de cinco puntos de control antes de que una persona pueda acceder a cualquier dispositivo de un cliente”.
Estas implementaciones sobre la seguridad física complementan a las medidas de ciberseguridad que toman los clientes, como matiza Vaamonde. “Es importante destacar que nuestros clientes son responsables de la gestión de los datos. El equipo de Data4 no tiene acceso a los datos; están bloqueados y son inaccesibles para nosotros, ya que son propiedad y responsabilidad de los clientes”, concluye el directivo.
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