Reunidos en Teherán, los ministros de Defensa de Bolivia Edmundo Novillo Aguilar y de Irán Mohammad Reza Ashtiani firmaron el pasado jueves un memorando de entendimiento para ampliar la cooperación bilateral en el campo de seguridad y de defensa.
La firma del documento implica una profundización de los lazos diplomáticos y políticos del gobierno del Movimiento al Socialismo boliviano y el régimen extremista que controla la República Islámica de Irán. Al tiempo que demuestra un nuevo acercamiento al régimen de los Ayatolas por parte del gobierno de Luis Arce Catacora, en una política en su día iniciada por el ex presidente Evo Morales.
Pero la firma de tal memorando contiene el potencial peligro de importar virtual o concretamente la influencia iraní en nuestra región.
Es en éste punto en que conviene precisar la naturaleza de dicha amenaza. Toda vez que Teherán no es un actor más en el orden global. Heredero de una cultura milenaria, Irán es una sociedad sofisticada cuya dirigencia se ve a sí misma como recipiendaria de un destino de liderazgo en la siempre crucial región de Medio Oriente.
Como es sabido, -para desgracia de su población y del mundo- desde la Revolución Islámica que en 1979 derrocó a la monarquía pro-occidental del Shah Mohammed Reza Pahlevi, Irán es controlado por una teocracia fundamentalista que promueve una política anti-occidental al extremo de propugnar la destrucción del Estado de Israel. A la vez de procurar un programa nuclear que en caso de ser completado significará una amenaza significativa para la paz y la seguridad internacional.
A su vez, en su promoción del terrorismo internacional, el régimen islamista iraní es el principal sospechoso del atentado terrorista contra la sede de la AMIA en la Argentina ocurrido el 18 de julio de 1994. Un hecho atroz en el que murieron 85 personas inocentes.
En un marco de opacidad, no se han conocido detalles sobre el alcance del acuerdo y las partes se han limitado a dar a conocer que el mismo está dirigido a ayudar a Bolivia en su lucha contra el narcotráfico y a reforzar la vigilancia de sus fronteras.
De acuerdo con un informe publicado por la BBC en las últimas horas, el ministro iraní admitió que el pacto incluye la venta de material y el entrenamiento de personal. Al tiempo que desde el Instituto de Estudios para la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) dieron por hecho que el gobierno de Teherán ofrecerá sus drones a las autoridades de La Paz.
En un reporte, la organización especializada en temas militares justificó sus sospechas en el hecho de que el ministro iraní aseguró, antes de la firma del acuerdo, que la industria militar de su país estaba lista para ofrecer “tecnología avanzada” a Bolivia.
La misma institución recordó que aviones no tripulados persas se vienen siendo utilizando en muchos países -incluyendo Venezuela- para labores de vigilancia fronteriza.
Observadores recordaron que las relaciones entre ambos países se vienen estrechando desde el primer gobierno de Morales (2006-2019) y que éste y Mahmud Ahmadinejad intercambiaron en su momento visitas oficiales durante las que suscribieron decenas de acuerdos bilaterales. En tanto, durante el breve gobierno interino de Jeanine Añez (2019-2020) -hoy presa política en Bolivia- se congelaron las controvertidas relaciones boliviano-iraníes, pero las mismas fueron retomados con la elección de Arce.
Resulta indignante observar cómo las autoridades de la Cancillería argentina han permanecido en silencio ante un inquietante acuerdo en el que el gobierno de un país hermano y vecino el que parece importar los riesgos de la presencia iraní en nuestra frontera norte.
Una realidad que llevada a sus conclusiones más extremas podría fomentar la exacerbación de los conflictos fronterizos en países vecinos, un aumento de la injerencia externa en disturbios en provincias del norte argentino y la no menos grave vulneración de uno de los activos más importantes de nuestra región. La de ser una zona de paz en un mundo siempre complejo y plagado de peligros.
Mariano A. Caucino es especialista en relaciones internacionales. Ex embajador en Israel y Costa Rica.
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