En medio del incremento de los contagios de COVID-19 en la Ciudad de México y en muchos estados del país, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) deja a consideración del médico si se realiza o no una prueba para detectar la enfermedad a pesar de que el paciente tenga síntomas.
Esto fue lo que dijo una trabajadora del IMSS al hablar con un familiar que buscaba un lugar para poder realizarse una prueba COVID, ya que uno de sus integrantes, de la tercera edad, resultó positivo.
Alejandra, una persona mayor de 61 años, asistió a la Unidad 10 porque desde la madrugada del primero de enero tuvo fuertes dolores de cabeza y fiebre. Al ingresar al área de urgencias las enfermeras le comentaron que no podían hacerle la prueba porque era fin de semana y solo las realizan entre semana.
Sus familiares hablaron al IMSS Hospital General de Zona 1-A Dr. Rodolfo Antonio de Mucha Macías, mejor conocido como “Venados”, en donde también le negaron el servicio de detección del virus pese a que es una persona de la tercera edad, argumentando que era domingo.
Después de buscar en varios lugares, se logró hacer la prueba en el Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, en donde recibió tratamiento médico al salir positivo. Al conocer el resultado, varios miembros de su familia acudieron a la Unidad 10 del IMSS en busca de realizarse la prueba pero también se las negaron, argumentando que los estudios solo se realizan entre semana.
De acuerdo con Rebeca Guzmán, una trabajadora del IMSS, mencionó que las pruebas COVID se hacen “por una urgencia y es a consideración del médico para hacer una valoración y dependiendo de la valoración él va a determinar si se le realiza la prueba o no”.
“Si hay alguna urgencia o se sienten mal ahí sí deben de acudir a un hospital”, dijo la trabajadora del IMSS.
También mencionó que si no están muy mal vayan a “su Unidad de Medicina familias, acudan al triaje respiratorio porque les van a preguntar a qué va. Si tiene algún síntoma lo indica y los estarían canalizando, valoraría el médico y él es el que va a indicaría si se realiza o no la prueba”, mencionó Rebeca Guzmán, personal del IMSS que llamó por teléfono a la familia.
Después de que el Gobierno de México empezó a ver una disminución de casos positivos de COVID-19 retiró todos los quioscos ignorando la presencia de la nueva variante Ómicron (B.1.1.529+BA), la cual de acuerdo con la plataforma Gisaid, en México ya suman 374 lo que sitúa a nuestro país en el primer sitio de las naciones de Latinoamérica con en el número de casos positivos con la nueva variante.
En esta época invernal muchas personas buscan realizarse pruebas PCR o de antígenos para saber si son positivos a COVID-19 o si tienen una gripe común, ya que en muchas ocasiones se puede confundir. Sin embargo, los Centros de Salud, farmacias o laboratorios suelen ser insuficientes.
Y de acuerdo con las pruebas realizadas en los Centros de Salud y hospitales del gobierno, de la CDMX, que se publicaron en el “Informe COVID-19″ con fecha del 2 de enero, el 25 por ciento de las pruebas que se hicieron salieron positivas, es decir, una de cada cuatro personas estaba contagiada.
Ahora se está contemplando ampliar el número de quioscos y utilizar las pruebas de auto aplicación a través del raspado nasal. De acuerdo con Olivia López Arellano, secretaria de Salud de la CDMX, se debe garantizar que las personas los puedan utilizar sin perder la información del auto diagnóstico.
México acumula más de 3,9 millones de casos y se acerca a las 300,000 muertes de covid-19, la quinta cifra más alta del mundo, tras una periodo navideño sin restricciones.
Los casos de covid-19 han aumentado sustancialmente en la última semana, lo que se vio reflejado apenas el 2 de enero, cuando el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) alertó a todo su personal sobre el inicio de una cuarta ola de contagios. Dicho repunte fue reconocido el pasado lunes por López Obrador.
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