Gustavo Petro aseveró que un sector de la “prensa tradicional” fue aliada del paramilitarismo

En medio del primer día de audiencia única de verdad de Salvatore Mancuso ante la Jurisdicción Especial para la Paz –JEP– , el presidente Gustavo Petro aprovechó para referirse al accionar paramilitar en el país y por ello, mencionó un debate que lideró en abril de 2007 sobre la conformación de grupos privados de seguridad y el apoyo de gremios y sectores políticos para después convertirse en grupos como las AUC.

En ese sentido, en su cuenta de Twitter escribió que ese fenómeno había permeado los poderes económicos y políticos del país; incluso lanzó críticas contra un sector de la prensa, pues según él, también hizo parte de esa problemática.

“El paramilitarismo no fue sino una alianza del narcotráfico con buena parte del poder político y económico de Colombia y un sector de la prensa tradicional para desatar un genocidio sobre el pueblo”, aseveró el jefe de Estado. Asimismo, sostuvo en la publicación hecha en la tarde del miércoles 10 de mayo que tras ese episodio del conflicto armado quedó lo que, según él, es el fascismo colombiano.

El trino fue escrito por el propio presidente Petro y publicado después de salir de la conmemoración del 72° aniversario del Comando General de las Fuerzas Militares. En ese evento se refirió a la política de seguridad del Gobierno nacional y los principales objetivos de esta en materia de lucha contra el narcotráfico, protección del campesinado y atención de problemas medioambientales.

En ese sentido, sugirió la convocatoria de una cumbre con mandos territoriales para hacer precisiones de la política denominada ‘Seguridad humana’ y el énfasis que tendrá en las labores de interdicción contra grupos criminales dedicados a la elaboración y comercialización de estupefacientes.

“Yo creo que sería bueno hacer una reunión de generales y oficiales con mando territorial para aclarar estos aspectos de una nueva política de seguridad que cada vez van a ser más intensos, con esos grupos que sabemos que están girando al rededor de economías ilícitas”, propuso el jefe de Estado.

La respuesta de Petro la redactó citando un trino de la JEP en el que se señaló una parte de la extensa declaración de Mancuso y la forma en que se desplegaron los grupos paramilitares en Córdoba y el resto del país.

“Más de una docena de comandantes de autodefensas tuvimos convivires. Pero no necesitábamos tampoco tener demasiadas sino promover que otras personas las crearan y fueran punto de apoyo de nuestra expansión”, recogió el trino del tribunal especial de paz.

En esa parte de su testimonio, el excomandante del Bloque Catatumbo de las AUC dijo que figuras políticas como Jorge Gnecco ayudaron a la creación de esos grupos privados que se transformaron en autodefensas.

En la diligencia, Mancuso también se refirió a las Convivir y su papel de ‘bisagra’ para legitimar el papel de las autodefensas y sus alianzas con el Estado, la fuerza pública y gremios empresariales. Al respecto, mencionó crímenes como el perpetrado en 1999 por parte de mandos del Ejército.

“La misma oligarquía colombiana pedía la creación de grupos de autodefensa cuando la guerrilla estaba en Córdoba, en Sur de Bolívar, Norte de Santander y el norte de Colombia les importaba un pepino”, explicó, pero que al momento en que las extintas Farc, al mando de alias Romaña, llegaron a las fronteras de Bogotá a cometer secuestros, se ordenó la creación del Bloque Capital de las AUC.

“El comandante Camilo, Armando Pérez, en el Catatumbo, en 1999, ejecutó a cuatro víctimas: Néstor Campo Sánchez, Alfonso Álvarez, Diomar Barros Vega y una persona sin identificar. Fueron entregadas al teniente Daladier Rivera Jácome y los legalizó como bajas en combate”, detalló Mancuso Gómez.