Es uno de los dirigentes del PRO considerado puros. Se incorporó a la polìtica en este proyecto de la mano de la hoy vicepresidente Gabriela Michetti. De hecho, fue de los que la apoyó en la interna metropolitana que consagró a Horacio Rodríguez Larreta como candidato a jefe de Gobierno porteño.
Con el triunfo de Mauricio Macri muchos lo imaginaban en el ministerio de Seguridad, pero fue destinado a la embajada de Montevideo. Desde diciembre pasado ocupa una banca en la Cámara de Diputados representando a la provincia de Buenos Aires y muchos lo miran como el candidato a intendente de Mar del Plata.
Guillermo Montenegro sostiene que María Eugenia Vidal está solo interesada en el proyecto de la gobernación provincial y la descarta compitiendo en 2019 para otro cargo. Ratifica su posición respecto de la no despenalización del consumo de droga y prisa su mirada en sus ex colegas jueces federales. Habló con Infobae y aquí está su entrevista.
— Es una frase híper manida, ¿es el peor momento del Gobierno?
— No, no. Yo creo que son momentos complejos, difíciles, pero sobre todo de mucho trabajo, y creo que estos son los momentos que uno tiene que estar más tranquilo que nunca, convencido de lo que está haciendo, seguir escuchando y viendo cuáles son los problemas que tiene la gente y poder resolverlos. Es probable que haya otros también que sean complejos, que por ahí la complejidad sea otra, ¿no? Que sea una inundación, un problema natural, una sequía, un Gobierno administra crisis también, no solamente son buenas noticias. Y yo creo que el hecho de que tener un momento como este también a uno lo tiene que fortalecer, juntarse, fortalecer no solamente como equipo de gobierno sino con la gente y explicar cuáles son los problemas, cuáles son las soluciones, qué se está haciendo.
— Algunos analistas dicen el Gobierno pecó de olvidar la política. Se lo pregunto a uno de los fundadores de este movimiento. Digamos, ahora la vuelta de Emilio Monzó. ¿Hubo como una postergación innecesaria de la mirada política?
— No, yo creo que no. Es como a veces dice Marcos, no éramos ni tan buenos en octubre ni tan malos ahora. Porque parece que nos olvidamos de la política en cinco meses y antes sí y ahora no. Y además no lo veo porque hay un montón de cuestiones que se consultan con la Cámara de Diputados, con los integrantes de las distintas comisiones. El relacionamiento tanto con los ministros -en mi caso, diputado por la provincia de Buenos Aires, con los ministros de la provincia de Buenos Aires, ni hablar con la gobernadora de hablar de distintos temas. No, yo no creo que haya un abandono de la política ni tampoco de la cercanía con la gente, porque también la política es eso. Es cómo la gente lo ve, cómo uno se acerca, cómo lo escucha, no solamente pararse en el lugar del político que cuenta sino del político que escucha y trata de entender los problemas de la gente. No, yo no lo veo. Uno siempre con el diario del lunes dice “uy, hubiera sido mejor si hacíamos esto, hubiera sido mejor si hubiéramos contado todo”, y eso por ahí traía decepción, entonces por eso no se hizo. O no se hizo porque trató de hacerse, de trabajar, trabajar, trabajar. Pero la verdad con el diario del lunes todos seríamos millonarios.
— Mirando desde la provincia de Buenos Aires y con la cercanía con la gobernadora, ¿el proyecto María Eugenia Vidal 2019 presidente es una especulación periodística?
— Sí, sí. Primero, hablar de candidaturas en este momento… El problema es la Argentina y los argentinos, y tratar de estar mejor y crecer y buscar que haya oportunidades, educación, trabajo. Ese es el desvelo de María Eugenia y de todo el equipo de Cambiemos. Y esto, que no hay una aspiración personal, a veces es muy difícil entenderlo en la política tradicional; acá hay una aspiración colectiva que va mucho más allá de lo que cada uno de nosotros quiere. Y yo lo digo convencido, me dicen “no gordo, pero vos…” les digo “No, no, yo estoy convencido de esto.” Yo estoy convencido de que cada uno de nosotros cede lo que tiene que ceder en pos de un objetivo común, que es la gente. Y me parece que está muy claro que nosotros estamos pensando exclusivamente en eso. Creo que ni María Eugenia, ni Horacio, ni Marcos, ni yo ni ninguno de este espacio está pensando hoy ni un segundo en alguna candidatura del 2019. Es como que no nos estaríamos ocupando de los problemas de la gente. Entonces digo, esto va a ser una decantación natural.
¿Y cómo lo veo yo? Yo veo que hoy el principal problema de María Eugenia es administrar la provincia de Buenos Aires. Y además ella misma lo dice, le gustaría volver a hacerlo para poder completar un montón de obras de infraestructura, de cambios culturales, de la lucha contra las mafias, contra la Policía corrupta, de transformar barrios y ciudades de una manera totalmente distinta. Y que un período de cuatro años por ahí no alcanza y ocho años sería muy bueno. Y siempre lo plantea así, me parece que es el deseo de ella. Y en eso la acompañamos todos.
— La provincia de Buenos Aires quedó como el centro de mayor tracción del kirchnerismo. ¿Se imagina una disputa María Eugenia Vidal vs. Cristina Kirchner para la gobernación 2019?
— No sé qué hará el kirchnerismo, estoy más preocupado por qué hacemos nosotros. Pero no qué hacemos nosotros como espacio político sino qué hacemos nosotros para que la gente viva mejor y que nos elija, porque esto es una consecuencia. Y me parece que esa es la interpretación que nosotros estamos haciendo de lo que es gobernar, de no preocuparnos del juego del otro. Digo, si Argentina juega bien es campeona. O sea, la consecuencia de ganar un torneo es el buen juego. Entonces me parece que el buen juego es hacer las cosas bien para que la gente viva mejor. Y qué hará el resto, bueno, será problema de ellos, que lo discutan y cómo lo analizan en su momento. Hoy nuestro objetivo es el crecimiento del empleo, de la educación, son varias cosas que decís “esto es lo que va a dar sostén a que la Argentina crezca de verdad”.
— ¿En lo personal la aspiración está centrada en Mar del Plata?
— Desde la vida personal, sí. O sea, yo soy de Mar del Plata, tengo una historia, mi viejo es submarinista. El otro día dije que era submarinista y me retó porque me dice que submarinista se es toda la vida. Con lo cual él fue en el 56, se fue a vivir para allá, y nos quedamos, yo fui al colegio allá, al Peralta Ramos que arranqué primero en la Nº1, escuela pública, en algún momento me mandó al Peralta Ramos y ahí terminé. Cuando yo era embajador en Uruguay, tomo la decisión, digo “qué bueno vivir en una ciudad como era la mía”. Yo me vine a estudiar acá (por Capital Federal) los 20 años y es como que naturalmente entré en Tribunales porque estudiaba abogacía, y no sé por qué no volví en ese momento. Cuando tuve la opción de pisar la pelota dije “yo me quiero volver”. Hablo con mi familia, tomamos la decisión de volver a Mar del Plata y la verdad que estoy feliz de la decisión, y obviamente que voy a trabajar por y para Mar del Plata. Hoy es mi desvelo. Porque quiero verla mejor, quiero que crezca, tener oportunidades con el puerto, con la industria frutihortícola, con el comercio, con el turismo, con el turismo fuera de temporada, con las convenciones… Entonces estoy 24 por 24 pensando cómo mejoramos el tema de la basura, cómo mejoramos el recurso humano. Y obviamente para ayudar a Mar del Plata en el lugar que me toque estar. Hoy es ayudando al intendente, o en mi caso puntual como diputado. Pero sí, pensando mucho en Mar del Plata y en acompañarla a María Eugenia y a Mauricio.
— El sueño de ser intendente de Mar del Plata no se descarta.
— No, pero tampoco es un objetivo. Por lo mismo que hablábamos recién, el objetivo es pensar en Mar del Plata muy fuerte pero en la provincia y en la Argentina. Y si como el día a día es en Mar del Plata es permanente, me junto con un empresario que me dice mira, “qué bueno sería que en el Parque Industrial se haga esto y que el gas llegue de una manera distinta, y que las cloacas del Faro Norte puedan terminar para que los vecinos las tengan…” Empezás a involucrarte en el día a día que es maravilloso, sobre todo con la potencialidad, ¿no? Y vos hablás con los emprendedores y te hablan de poner a Mar del Plata en un lugar totalmente diferente en lo que tiene que ver con la innovación y ves cómo en una planta de ITEMA tratan el agua de una manera distinta, y decís “wow, qué potencia tiene el marplatense y la cantidad de oportunidades que tiene en sus propias universidades y en sus propios investigadores”. Hay un centro de investigaciones que se hizo en gestiones pasadas, no es que tiene que ver con un gobierno sino con tipos que investigan y trabajan muchísimo en Mar del Plata. Que además yo veía el otro día cómo estaba, era una beca que paga el Mercado Común Europeo, entonces decís “¿los europeos están bancando a estos marplatenses que hacen esto y nosotros no lo potenciamos?”. Otra cosa es que cambió la cantidad de gente que hay en Mar del Plata, y cambió la realidad sociopolítica de Mar del Plata. Con lo cual tenemos que cambiar todos los que gobernamos y cómo gobernamos para que la gente viva mejor.
— Dos temas que están muy vinculados con tu trayectoria política, uno es la seguridad y otro la justicia. Empiezo por esto último, ¿la Justicia Federal de la Capital Federal garantiza independencia?
— Tiene que hacerlo, y yo creo que hay un camino que se está llevando adelante para que esto ocurra. Y creo que hay un punto donde hay una responsabilidad muy importante de la Justicia que eso lo haga. Y que la más mínima, no puede haber una duda de la gente de que la Justicia no sea justa, no sea ciega, sorda y muda, que pueda hacer lo que tiene que hacer sin importar a quién ni cómo en cuanto a que no haya cuestiones raras dentro de un proceso. Y me parece que los jueces están tomando una dimensión real de cuál es la situación y los que se tienen que ir se tienen que ir y los que están investigados tienen que dar un paso al costado. Yo creo que esto es bueno para toda la gente. Y tiene que ver también con la política y tiene que ver con todos los que en algún punto pueden llegar a generar una conflictividad a lo que la gente piensa de las instituciones. Si nosotros no logramos revertir lo que son las instituciones para la gente, va a ser muy difícil que crean en nosotros, en la política, en la Justicia. Me parece que los jueces asumieron ese compromiso, que más lo terminán asumiendo por lo que la gente está pidiendo permanentemente. Y yo creo que va a haber un punto donde no va a haber ninguna duda. No estamos todavía en ese punto y me parece que tenemos que ir hacia ahí.
— Como ex juez, ¿hay prisión preventiva fácil y liberación fácil? Cómo ves el uso de la prisión preventiva especialmente en los casos de corrupción.
— No, yo creo que… A ver, hay tantas instancias como para poder reordenar si algún juez toma una decisión mala o apresurada en cuanto a una Cámara, la Cámara que le sigue, la Cámara de Casación, la Corte. Creo que algunas veces yo no estoy de acuerdo, jurídicamente no estoy de acuerdo y porque hay una biblioteca que me dice una cosa y otra que dice otra. Pero no creo que sea fácil para un lado o fácil para el otro. Sí me parece que hay elementos objetivos que tienen los jueces que uno puede discutir o no si están bien. Pero yo no creo que haya fácil para un lado o fácil para el otro.
Creo que sí está habiendo mucho control de las decisiones de los jueces, por un lado de los periodistas y está bien, y está bueno que se discuta también porque hoy es muy fácil saber qué está ocurriendo, que los jueces sepan que tienen auditores permanentemente con la opinión pública, con la gente, con los periodistas, incluso con la Cámara, con la Corte. Eso me parece que es bueno porque uno toma por ahí mucha más conciencia de lo que está decidiendo. Y me parece que el juez, que a veces uno decía la soledad de la decisión del juez, que esto es así pero uno toma la decisión solo, las consecuencias de la decisión que toma un juez tiene consecuencias para un montón de personas y me parece que el juez tiene que tenerlas en cuenta también.
— El tema de la inseguridad sigue. La droga y el narcotráfico, ¿son la base de este nivel de inseguridad?
— Estoy convencido que sí. O sea, son varias, pero vos decís una de las cuestiones más complejas que nosotros tenemos es el tema de la droga, el narcotráfico, el narcomenudeo, y lo que te genera. Porque te genera corrupción, te genera que la Policía te deja vender en una esquina entonces mete preso al competidor entonces éste ya eleva el precio porque es un tema de oferta y demanda también. Y cómo eso hace que el que vive en ese barrio ya no confíe en el sistema. Entonces ya por ahí le queda más cómodo estar del lado del narco que estar del lado del policía.
No es solamente lo que es la droga como sustancia y lo que provoca en una persona sino cómo genera un deterioro permanente en todo el barrio primero, en un barrio sobre todo más pobre, con más complejidad porque no tiene calles, no tiene plazas, no tiene luz, entonces es todo más oscuro y ahí el narco se puede mover con más facilidad. Y yo creo que esa fue una de las grandes batallas que marcó María Eugenia, decir bueno, a ver lo que es la mafia, lo que es el narcotráfico, lo que son los sindicalistas corruptos. Pero porque es todo un sistema. Y además cómo todo ese sistema cuando parece que gana el que está viviendo en el barrio dice listo, ya me hago amigo de éste, y éste que me pague la beca de los pibes. Entonces en vez de ir a buscar una beca de estudios voy al narco que me pague la facultad de mis hijos. Como ha pasado en otros lugares del mundo.
Entonces me parece que lo importante del trabajo muy serio que está haciendo por un lado Cristián Ritondo en la provincia y Patricia Bullrich a nivel nacional es que esto es una decisión política muy clara. Podemos discutir si esta decisión estuvo bien tomada, mal tomada, ahora, en esto no hay ninguna duda de cuál es la decisión política tanto del presidente como de María Eugenia sobre todo pensando en lo que es la batalla contra la inseguridad pero sobre todo la desatención que vos ves en una madre que tiene un pibe que está en el barrio y que está sola tratando de luchar para que su hijo con consuma paco.
— Mirando con el cristal de la provincia de Buenos Aires, ¿despenalizar el consumo de algunas drogas para uso personal ayuda o no?
— No, no, no. Y cuando alguno en el laboratorio empieza a pensar esas cosas, cuando vas a la realidad te dicen “no, gordo, no”.
— Filosóficamente es una discusión…
— Ahora, cuando vos vas al barrio y hablás -yo hablo con los curas villeros, que tengo amigos- y me dicen “ni se te ocurra, vos estás planteando algo que acá en el barrio estos chicos que estamos tratando, que tienen 12, 13, 14 años y ya empezaron a consumir, que alguien les diga que consumir otra cosa es legal no tenemos forma de traerlos”. Y esto no quiere decir que no sean tratados de alguna manera desde el Estado. No sé si la solución es solamente penal.
Pero lo que no puede haber es una lejanía del Estado en esa situación. Lo que no puede pasar es que un pibe que consume vos no puedas llegarle de alguna manera para decir “pará, vamos a tratar de traerlo para acá”, que vaya a un centro que lo reeduque si fue solamente una probada y el tipo todavía no está dentro de lo que es una situación de enfermedad por el consumo. O si no directamente hacer un tratamiento curativo porque el tipo está enfermo por el nivel de consumo. Lo que no puede estar, no sé si la mejor solución es te voy a condenar. Y tampoco lo hace la ley penal argentina hoy sino busca caminos intermedios que creo que el Estado tiene que estar más cerca y a veces uno lo ve como los curas en las villas, cómo los evangelistas en otros lugares, o sea cómo hay otras organizaciones que se han metido a trabajar y a meterse en todo esto porque a nosotros nos está faltando que el Estado sea más fuerte. Y yo creo que termina siendo un trabajo entre todos y muchas veces el Estado termina como coordinando distintas ONG en este tipo de cuestiones que es bueno para el barrio también.
— Última, ¿cómo vas a votar el proyecto de despenalización del aborto?
— Yo estoy a favor de la vida. Y esto lo tengo totalmente claro. Y acepto cualquier tipo de oposición en el buen sentido porque hasta en la mesa de casa se genera esta discusión. Pero sí tengo claro que es como que aceleraron mucho, generar que el aborto pueda llegar a ser casi como un tratamiento anticonceptivo sin haber pasado por un montón de cuestiones que tienen que ver con la educación sexual, es como que nos vamos de una punta a la otra. Me gustaría que en el medio haya un cambio cultural del embarazo consciente, de cómo generarle herramientas y elementos en el mientras tanto. Yo lo veo como que es una aceleración. Y desde un principio que no tiene que ver ni con la religión sino con una cuestión personal que tiene que ver con que sí estoy de acuerdo en que la vida se mantenga hasta las últimas consecuencias.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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