París, 14 jun. El Consejo de Estado, órgano supremo de los contenciosos administrativos en Francia, se pronunciará en los próximos días sobre el recurso del Ayuntamiento de Grenoble para que se pueda autorizar el burkini en las piscinas municipales.
El Consejo de Estado celebró este martes por la mañana una audiencia que duró dos horas para examinar ese recurso, a la que asistieron responsables del Ayuntamiento.
La instancia de contencioso indicó que se pronunciará “lo antes posible” sobre esta controvertida disposición.
El abogado del consistorio de Grenoble, Olivier Coudray, aseguró a su salida de la audiencia que “el usuario de un servicio tiene derecho a pedir que se respeten sus creencias, y una comunidad tiene derecho a garantizar que el funcionamiento del servicio se adapte para tener en cuenta esta necesidad”.
El alcalde de la ciudad, el ecologista Éric Piolle, guardó silencio al salir de la sala.
Por la otra parte, el abogado de la Liga Internacional de Derechos de la Mujer, Frédéric Thiriez, denunció la disposición de Grenoble y, según recoge el periódico Le Progrès, consideró que “busca simplemente promocionar el islamismo radical instrumentalizando a las mujeres musulmanas”.
En mayo, el Ayuntamiento de la ciudad autorizó en sus piscinas municipales el uso de bañadores de tipo burkini, que cubren todo el cuerpo del tobillo a la cabeza.
Pero ante la queja del prefecto (el delegado del Gobierno del departamento de Isère), el Tribunal Administrativo de Grenoble ordenó la suspensión de la medida.
Una suspensión aplaudida por el propio ministro del Interior, Gérard Darmanin, que la calificó de “excelente noticia” y que denunció que el burkini es una prenda de “propaganda islamista” así como una “provocación comunitaria contraria” a los valores de Francia.
Para los jueces, la norma es contraria al reglamento de la piscina que obliga a los usuarios a utilizar prendas ajustadas al cuerpo por razones de higiene, y saltársela por razones religiosas constituye “un ataque grave al principio de neutralidad de los servicios públicos”.
Ante la disparidad de medidas a nivel local en Francia que permiten o prohíben el uso de burkinis, numerosas personalidades políticas del centro, la derecha y la extrema derecha han pedido una ley nacional que enmarque el uso de este polémico bañador. EFE
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