En las últimas semanas, las redes se inundaron de artículos donde se narraba “la historia de la primera astronauta colombiana que viajaría al espacio”. En prensa, radio y televisión, el nombre de Giovanna Ramírez Ruiz –una ingeniera electrónica de Bogotá– se hizo conocido a tal punto que, su repentino salto a la fama, causó incomodidad entre algunos científicos, porque –en su momento– pareció que incentivaba a que la catalogaran como astronauta cuando, en realidad, en Colombia no existe una persona entrenada para ir al espacio. Aunque ella sostiene que todo ha sido una confusión, la polémica la ha llevado a ser blanco de críticas y, de forma paralela, a generar inquietud al interior de la comunidad científica por lo que sería una hoja de vida con algunos logros de dudosa procedencia.
El escándalo estalló luego de que, a través de redes sociales, la matemática y candidata a doctora en Astrofísica en la Universidad de Bern (Suiza), Andrea Guzmán, hiciera un llamado a los internautas a interpretar con sumo cuidado ciertos artículos de prensa donde se afirmaba que Giovanna era la primera astronauta colombiana.
“Si ustedes se han cruzado con un artículo en estos días con la historia de una supuesta astronauta colombiana que va a ir al espacio y a la Estación Internacional Espacial, les pido que lo cojan con pinzas. Colombia no tiene ningún/a astronauta”, advirtió Guzmán.
Esa no era la primera vez que Giovanna era tema de conversación en los medios de comunicación nacional. Sin embargo, su trayectoria académica y profesional -en la que se destacan sus cerca de 32 misiones análogas, según cuenta ella– y sus reconocimientos en el ámbito aeroespacial a sus tan solo 27 años, cautivaron a los comunicadores y periodistas del país en los últimos meses.
Además de Ingeniera Electrónica y estudiante de una maestría en Desarrollo y Gerencia Integral de Proyectos, Ramírez Ruiz se volvió conocida por su sueño de ir al espacio. Durante los últimos cinco años -de acuerdo con su versión-, se ha dedicado a realizar misiones análogas, es decir, entrenamientos en tierra que simulan las condiciones de vida fuera del espacio como en Marte o la Luna, en diferentes centros de países como Polonia, México y Estados Unidos, con el fin de, en sus palabras, estar preparada para ir al espacio exterior.
Por sus misiones, Giovanna comenzó a referirse a sí misma como astronauta análoga -la persona que realiza esas misiones en tierra-, término que resultó siendo el punto de discordia entre la comunidad científica no solo por el significado que ella le dio, sino también, porque muchos medios de comunicación la presentaron únicamente como astronauta -trabajo completamente distinto al que ella realiza-, artículos que ella misma incluso compartió.
“Un astronauta, antes de ir al espacio, debe convertirse en un astronauta análogo, donde hace simulaciones. Debe hacer simulaciones, prepararse en hábitat, bajo el agua, trabajar con su tripulación y hacer experimentos”, aseveró Ramírez Ruíz en una de las entrevistas que concedió a un programa de televisión nacional.
Dichas declaraciones no cayeron bien en la comunidad científica. Óscar Ojeda, Ingeniero mecánico de la U. Nacional y creador y director de la Fundación Cydonia -un hábitat análogo de exploración espacial simulada creado en Chía, al norte de Bogotá- señala que, primero, estos espacios no convierten a una persona en astronauta y, segundo, no es necesario que un ciudadano realice dichos entrenamientos análogos para ser seleccionado como astronauta.
“Básicamente uno no necesita hacer entrenamientos análogos para que lo seleccionen como astronauta o para ser astronauta y, el currículo de los entrenamientos de un astronauta, implica cosas físicas, cognitivas, implica aprender a operar y utilizar sistemas complejos”, explicó Ojeda.
Y es que, según la página web de la Nasa, quien aspire a ser astronauta, debe ser ciudadano estadounidense; contar con una maestría en un campo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas); tener, al menos, dos años de experiencia profesional tras obtener el título o, mínimo, 1,000 horas de tiempo de piloto al mando en aviones a reacción, y aprobar un examen físico de astronauta de vuelo de larga duración de la agencia espacial.
El ingeniero aeroespacial y máster en Astronáutica e Ingeniería Espacial de la Universidad de Cranfield (Reino Unido), Sebastián Valencia, otro de los expertos que también reaccionó a la polémica, subrayó que la incomodidad de los científicos igualmente recayó en que, antes de toda la controversia, la ingeniera se presentaba así misma en sus redes sociales como astronauta.
“Ella decía que jamás se autopercibió como astronauta, sin embargo, en sus redes sociales -con más de 5.000 seguidores- hablan algo completamente diferente. Ella decía que jamás se había referido así misma como astronauta, que siempre se refería como astronauta análoga, pero era la primera en repostear la noticia que dice ‘astronauta colombiana’ y en sus redes sociales aparecía como astronauta colombiana. Esto genera confusión y es lo que a nosotros no nos parece desde un punto de actuar ético”, señaló el también miembro de la National Space Society Colombia, una organización espacial colombiana sin ánimo de lucro.
“Yo he sido muy clara”: la respuesta de Giovanna Ramírez a la polémica
Por su parte, la ingeniera sostiene que, desde el primer momento en el que los medios la contactaron para dar a conocer su trayectoria, dejó en claro que ella es una ‘astronauta análoga’ y no una ‘astronauta’. “Yo no dicto la línea editorial de periódicos, televisión o radio”, sentenció Ramírez Ruiz en un comunicado que compartió en días posteriores a la polémica.
“Yo he sido muy clara y cada vez que dicto una conferencia, cada vez que voy a enseñar -porque manejo mucho el tema con niños– jamás me presento como astronauta o que vengo del espacio”, sostiene Giovanna en llamada con este medio, mientras asegura que siempre deja en claro que “la diferencia entre un astronauta y un astronauta análogo es que un astronauta es aquel que ya ha ido al espacio, que ha hecho un proceso de selección y ha realizado experimentos espaciales, a diferencia de un astronauta análogo que es una persona que hace entrenamientos en tierra”.
Pero en sus redes sociales la aclaración no era del todo precisa. Antes de la controversia, en sus cuentas de Instagram y Facebook, Giovanna se presentaba así misma como “Astronauta. Ready to go to space (lista para ir al espacio, en español)”, descripción que llevó a asociaciones como la National Space Society Colombia a pedirle claridad y precisión a la hora de utilizar el término.
En un comunicado, la Asociación aseguró que, en más de una ocasión, le solicitaron a la ingeniera Ramírez pedir a los medios de comunicación corregir las publicaciones donde se la llamaba “la primera astronauta colombiana”, además de modificar las propias publicaciones que ella hacía en sus redes sociales “por considerar inapropiado e inexacto” la forma en la que se presentaba en los mismos. De acuerdo con la National Space Society, el cambio nunca se hizo hasta después de la controversia.
Ramírez Ruíz, por su parte sostuvo que la solicitud de la Asociación solo se hizo una vez y no en reiteradas ocasiones como ellos aseguran. Además, reiteró que jamás se ha presentado a sí misma como ‘astronauta’ a la vez que argumentó que, el uso del término en sus redes sociales se aclaraba con la frase “ready to go to space”, pues según ella, precisaba que jamás ha ido al espacio pero que se está preparando para lograrlo.
“En ningún momento me veo diciendo que fui al espacio (…) Estoy trabajando en algunos programas donde niñas también se autodenominan como “astronauta”, “astronauta de tus sueños” y si quieren colocarse astronauta en sus redes están libres de hacerlo porque dime quién te dice que no puedes hacerlo, dónde está la regulación, dónde está la ley que diga tiene tantos años de cárcel por llamarse astronauta”, aseveró la ingeniera electrónica.
Pero para Valencia, así como para Ojeda, la polémica e incomodidad no solo recayó en el uso que ha hecho Giovanna entorno a la palabra ‘astronauta análogo’ sino, como tal, a usar el término que, como ya ha ocurrido, puede generar confusiones con el papel de un astronauta real.
Y es que, según explica, estos espacios análogos -como Cydonia- están diseñados para simular las condiciones de una estación planetaria en la Luna o Marte y, por ende, para aprender sobre los factores técnicos y humanos que allí se presentan en medio de los recursos tan limitados con los que se cuentan, situación que subraya no convierte a alguien en un astronauta, razón por la cual, recomiendan usar el término ‘tripulante análogo’ para evitar confusiones.
“Honestamente creo que el problema es el cómo se usa el término y qué se está pretendiendo. (…) Sin demeritar nada de las misiones que nosotros hemos hecho, uno también tiene que poner las cosas en justas proporciones, y ser consciente de qué es lo que está diciendo, de quién es uno y qué es lo que está haciendo”, comentó Ojeda recordando que, aunque él también ha hecho parte de misiones análogas, prefiere usar la palabra ‘tripulante análogo’, tal y como lo hace en la Fundación Cydonia, en donde, los certificados se expiden con ese título.
“Astronauta análogo”, un término sobre el que la comunidad científica aún define su validez
No es la primera vez en Colombia ni en el mundo que el término “astronauta análogo” se usa para hacer referencia a una persona que ha realizado misiones análogas en ambientes simulados. Sin irse muy lejos, en 2021, otro joven bogotano también fue noticia por ser parte de la primera misión internacional latina que habitaría en un ambiente simulado de Marte, y cuya organización fue liderada por la Universidad de Dakota del Norte (Estados Unidos) y la Nasa.
Se trata de Hernán David Mateus Jiménez, un ingeniero mecatrónico de la Universidad Nacional que, al igual que Giovanna, ha participado en diversas misiones análogas alrededor del mundo de las que, incluso, ha fungido como director asistente.
Mateus explica que, en el momento, el uso del término “astronauta análogo” aún está siendo debatido por la comunidad científica por lo que, aseverar de entrada que la palabra no se puede usar, sería incorrecto.
“Es un término que se debe debatir dentro de la comunidad y que se deben buscar alternativas. Me parece que es un poco abusivo de algunas organizaciones en Colombia aseverar que ellos no aceptan ciertos términos (como astronauta análogo) porque, primero, muchas de estas organizaciones no son conformadas por expertos en astronáutica, tal vez trabajan en temas espaciales, pero no en particular en astronáutica, entonces sí es un poco abusivo que hagan esas aseveraciones”, señaló el ingeniero mecatrónico, apuntando que, incluso, hasta la Nasa cuenta con su propia web de misiones análogas.
Giovanna defiende el uso de ese término argumentando que, además de que la palabra aún no está reglamentada, actualmente se usa en diferentes partes del mundo como, por ejemplo, en la Agencia Nacional Mexicana -donde asegura ha hecho varios entrenamientos- y en el Centro de Entrenamiento de Astronautas Análogos de Polonia, donde realizó una misión análoga y fue certificada como “astronauta análoga”.
“No es una palabra que yo me inventé. Es una palabra que yo traigo del exterior donde he venido tomando estas misiones análogas y pues donde nos llaman como astronautas análogos. Por ejemplo, en Polonia el centro de entrenamiento se llama Centro de Entrenamiento Análogo de Astronautas”, puntualiza Ramírez.
Así lo corrobora el divulgador científico y excoordinador del Planetario de Bogotá, Germán Puerta, quien, sí bien es consciente de que lo que no ha gustado en el campo es el uso del término “astronauta análogo” señala que, en el caso de centros como los de Polonia, nada se puede hacer si se definen a sí mismos como espacios para la preparación de astronautas análogos.
“Giovanna es una persona destacadísima en su campo. Ella hizo su entrenamiento y los polacos le dieron ese título y pues ella lo aceptó y lo publicó. Eso no es culpa de ella, ese es el título que le dieron”, comentó el divulgador científico.
Aunque el uso del término aún permanece en debate, la National Space Society Colombia se mantiene en su posición de que, la palabra “astronauta análogo”, debe cambiarse por “tripulante análogo”. Así lo sostiene el ingeniero aeroespacial e integrante de la Asociación, Sebastián Valencia.
“Es un rotundo no, absolutamente no. La razón principal es debido a que esto genera confusión de la gente del común. La confusión la ves hoy en día en que muchas personas creen lamentablemente que hay un astronauta (en Colombia). Muchas personas ahora ya no saben la diferencia entre un astronauta y un análogo”, indicó.
Los pasos en falso y el camino al espacio exterior
Pero la polémica por el uso de la terminología “astronauta análogo” no fue la única controversia en la que se vio implicada la joven de 27 años. Giovanna ha sido cuestionada por haber recibido un premio y publicar libros con una entidad cuya seriedad permanece en tela de juicio.
Se trata de medalla de la Cátedra Internacional Galileo que recibió del Colegio de Posgraduados en Administración de la República Mexicana (Colparmex) y la publicación de los libros “Cuando el cielo no es el límite” y “Creando titanes”, los cuales ella califica como investigaciones científicas.
Los cuestionamientos sobre ellos recaen en que, primero, Colparmex no aparece registrada en las instituciones de educación superior de México y, segundo, todas las publicaciones de libros que aparecen en su página web, tienen como autor a Vili Alderabán Martínez, un joven mexicano que se autodenomina como el “más joven” entre sus connacionales en ser astronauta análogo y, con quién, además Giovanna publicó uno de sus libros y con quien, al parecer, hizo una misión análoga.
Referente al libro Cuando el cielo no es el límite, la ingeniera eléctrica sostiene que es un documento de divulgación científica para niños con el que busca acercar la ciencia a los más jóvenes, pese a las críticas que ha recibido por las diagramaciones del mismo y las ejemplificaciones que se hace en el texto con elementos como sillas rimax. “A diferencia de que sea un libro de difusión un libro que tenga costos que sea evaluado por este libro fue evaluado por pares académicos”, sentenció Ramírez.
Al respecto, el director de Cydonia, apuntó: “Es diferente porque bueno, si es un libro de divulgación para niños pues no está mal, pero que ella lo tenga registrado como un producto de investigación y todo eso y que lo presente como investigación es diferente”.
Al cuestionar a Giovanna sobre el futuro de su carrera tras la polémica, y más, aún, teniendo en cuenta que, para ser astronauta necesitaría entre otras cosas, contar con nacionalidad estadounidense, la ingeniera eléctrica indicó que no desistirá de su sueño y lo intentará a través de iniciativas privadas, específicamente con Axiom Space, una empresa de vuelos privados, cuyo objetivo es llevar por 10 días a personas a la Estación Espacial Internacional (EEI). “Es un programa para llevar proyectos a la Estación”, detalló.
Por su parte, los expertos piden a la comunidad en general no desmeritar el trabajo de los llamados “astronautas análogos” o “tripulantes análogos” o tomar sus proyectos como “una estafa”. “Estas experiencias ( las misiones análogas) van a servir para que, llegado el momento, haya personas activistas y preparadas para el tema espacial”, concluyó Germán Puerta.
SEGUIR LEYENDO
Cementerio Central de Bogotá: así son los recorridos temáticos en la ‘ciudad de los muertos’
Sé el primero en comentar en"Giovanna Ramírez: la ingeniera que quiere llegar al espacio y puso en discusión nacional el término ‘astronauta análoga’"