La incertidumbre que se generó a partir de un posible retraso del primer juicio a Cristina Kirchner por la obra pública generó un enorme revuelo que se apaciguó esta mañana, cuando el juez del TOF 2, Jorge Gorini, dejó en claro que el proceso no está suspendido.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, reflexionó hoy sobre todo lo que se habló en las últimas horas -ante la posibilidad de una suspensión del juicio- y consideró: “Vemos que generó una reacción muy negativa, mucha bronca, porque la gente es muy sensible con el tema de la impunidad y la manipulación de estos expedientes”.
El funcionario resumió que ahora “es la Corte Suprema la que va a tener que resolver si el juicio se realiza o no“; en ese sentido, destacó que “este gobierno acepta las decisiones del Poder Judicial, aunque no las comparta”.
“A diferencia de gobiernos anteriores, nosotros no vamos a hacer críticas ni agresiones aunque no nos gusten las decisiones que tome la Justicia“, remarcó Garavano en declaraciones a los medios de comunicación.
Consultado sobre si puede haber alguna influencia de la política, el ministro de Justicia respondió: “Esperamos que no sea permeable, son todos jueces muy serios e independientes“.
Finalmente Garavano hizo foco en que este debate expuso dos problemas que afectan a la Justicia: “Uno es el tema de los recursos, con esquemas burocráticos y de escritorio que provocan que los procesos se dilaten; el otro es la dificultad para hacer juicios orales, que es cuando la fiscalía debe demostrar que alguien es culpable. La Justicia debiera hacer más juicios orales”.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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