El Consejo de Estado, máximo tribunal administrativo de Francia, aprobó este martes la expulsión a Marruecos de un imán acusado de incitación al odio, informó el ministro del Interior, Gerald Darmanin.
Hassan Iquioussen “será expulsado del territorio nacional” en lo que supone “una gran victoria para la República”, escribió el ministro en Twitter, citando una decisión del Consejo de Estado. No obstante, las autoridades lo consideran en fuga.
El caso llegó al más alto tribunal después de que los jueces de París bloquearan la expulsión del imán, que el ministerio del Interior había ordenado en julio por un “discurso antisemita especialmente virulento” y por unos sermones que llamaban a la “sumisión” de las mujeres a los hombres.
Iquioussen, de 58 años, quien nació en Francia pero tiene la nacionalidad marroquí, llega a decenas de miles de suscriptores a través de sus cuentas de YouTube y Facebook desde su casa en el norte de Francia.
Sus abogados habían solicitado inicialmente con éxito al tribunal de París el bloqueo de la orden de expulsión, alegando que crearía un “daño desproporcionado” a su “vida privada y familiar”.
Pero este martes por la noche, los policías que fueron a detenerle en Lourches (norte) no lo encontraron en su domicilio, según una fuente cercana al caso. Considerado huido, fue inscrito en la lista de personas buscadas (FPR), añadió la misma fuente, mencionando la hipótesis de que esté en Bélgica.
Un abogado del ministerio del Interior dijo la semana pasada en el Consejo de Estado, Iquioussen “ha difundido durante años ideas insidiosas que son nada menos que una incitación al odio, a la discriminación y a la violencia”.
Darmanin, que había acusado en la prensa al imán de sembrar “yihadismo en el aire”, indicó este martes que “desde 2017, 786 extranjeros radicalizados habían sido expulsados” y que “74 de ellos” lo fueron en “los últimos meses”.
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