Del 21 al 23 de mayo Buenos Aires será la sede de la XXI Conferencia Interamericana dela Cruz Roja, donde las delegaciones de las 35 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de América discutirán la agenda humanitaria de la región: migración, cambio climático, reducción de riesgo de desastres, entre tantos otros desafíos. Francesco Rocca, presidente internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, encabezará el evento del que surgirá la “Carta de Buenos Aires”, con los lineamientos que la organización aplicará en los próximos cuatro años.
“La violencia urbana es la nueva guerra del continente”, aseguró Rocca, quien también sumó a la lista de desafíos la inclusión social. “Nosotros estamos al lado de las personas en los momentos más difíciles de sus vidas, entonces no alcanza solo con querer ayudar, hay que saber cómo ayudar”, agrega Diego Tipping, presidente de la Cruz Roja Argentina, que este año es anfitrión por segunda en su historia de la Conferencia Interamerica.
En diálogo con Infobae, Rocca y Tipping analizaron la agenda humanitaria de la región, los desafíos y la difícil tarea de lidiar con los Gobiernos para acercar la ayuda que se requiere en cada caso. El presidente internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, además, está recién llegado de Venezuela, donde encabezó la misión para ayudar en la grave crisis humanitaria que vive el país caribeño.
“Todos en Venezuela necesitan ayuda humanitaria, los chavistas y los que siguen a Guaidó… los nuestro es una boya en el mar pero tenemos un plan para ayudar a 650.000 venezolanos en un año, sobre todo en el tema salud”, explicó Rocca. Es que es justamente en el sector salud es donde ve la mayor urgencia: “Los venezolanos se mueren por la falta de energía en los hospitales y eso no se puede aceptar”. En su análisis, además, expresa un reclamo: “Nunca en mi trabajo como cruzrojista viví una situación de tanta politización de la ayuda humanitaria como en Venezuela. Allí es una misión imposible que no se politice la acción humanitaria”.
—¿Con quiénes se reunió cuando llegó a Venezuela?
Francesco Rocca: Con todas las partes de Venezuela. Con la fuerza de gobierno, de la oposición. Con los dos.
—Parece muy difícil evitar que se politice la ayuda humanitaria…
Rocca: No, ahí en Venezuela es una misión imposible, todo es politizado, todos los actos son vividos como politizados. Y le puedo decir, con toda honestidad, nunca en mi trabajo profesional, en esta experiencia como cruzrojista, viví una situación tan difícil como en Venezuela sobre el tema de la politización, de la polarización de la ayuda humanitaria.
—¿Y cómo hizo?
Rocca: Fue un trabajo de conversación. Porque lo que está pasando en Venezuela, y cuando se habla de hambre, o se habla de la necesidad de salud, todos están sufriendo. No es que no están sufriendo los chavistas o la gente que está con Guaidó, todos están sufriendo, toda la gente. En este momento necesitan ayuda, y para hacer esto se necesita una organización neutral, independiente, y que todos cumplan con los principios de la Cruz Roja, que respeten los principios fundamentales de la Cruz Roja, el tema de la neutralidad, de la imparcialidad y de la humanidad, claro.
—¿Cuál fue la mayor urgencia con la que se encontró?
Rocca: Para nosotros, en este momento, el tema de salud. Y claro que tenemos muchos temas más pero en este momento la gente se muere por la falta de energía eléctrica, porque los hospitales no tienen plantas, y esto es un tema que no se puede, honestamente, no se puede aceptar. Entonces hay una prioridad: la Cruz Roja está entregando las plantas eléctricas en los hospitales. Estamos entregando ayuda y cada día se va a brindar ayuda en un hospital diferente. Nuestro plan es poder ayudar a 650.000 personas en un año en el tema de salud.
—Y el drama venezolano conlleva otro drama que es el migratorio. No solamente para los venezolanos sino para toda la región. ¿Qué efectos tiene? Porque ustedes también trabajan en esa zonas…
Rocca: Sí, en la zona fronteriza con Colombia, la Cruz Roja colombiana está haciendo un trabajo increíble para apoyar en brindar ayuda a los que llegan al país, que son más o menos 3 millones de migrantes. Y esto es muy, muy difícil. En la zona fronteriza lo que se brinda es ayuda en temas de salud, los primeros auxilios que necesita esta gente. Pero tenemos suerte porque en Colombia tenemos una Cruz Roja fuerte, tenemos más de 27.000 voluntarios de la Cruz Roja colombiana , entonces la reacción fue muy, muy buena y tenemos una buena presencia ahí, en la zona fronteriza. Pero claro, son 3 millones de personas y eso genera un efecto devastante. No solamente tenemos que apoyar el trabajo de los voluntarios de la Cruz Roja venezolana sino también a los diferentes países afectados. En Perú, por ejemplo, hay miles y miles de venezolanos. Todos los países fronterizos están sufriendo las consecuencias. Éste es un continente que tiene muchos desafíos, por lo que la migración va a incrementar la necesidad del trabajo por la inclusión social.
—Claro, es lo que viene, no solamente la emergencia de la llegada de los venezolanos sino cómo se integran a una sociedad.
Rocca: Sí. Yo soy de Italia. Nosotros vivimos el tema de la inmigración fuerte del Mediterráneo, y la dignidad de un ser humano no es una mesa con arroz y un poquito de pollo, la dignidad es mucho más que eso, mucho más. No se puede confinar la dignidad a una comida. Y entonces se necesita la escuela para los niños, la salud. Esos son desafíos para países que ya tienen muchas dificultades internas. Entonces nosotros estamos haciendo lo que se puede para ayudar, pero es una situación muy difícil.
—En Nicaragua el escenario político es de crisis pero el económico es distinto. ¿Cuál es la tarea de la Cruz Roja allí?
Rocca: Allí yo estoy muy orgulloso del trabajo de la Cruz Roja nicaragüense porque tiene la capacidad, en el momento de la mayor crisis, de contar con la confianza de todas las partes, y de desarrollar un trabajo a nivel comunitario. La Cruz Roja nació en Solferino , en un campo de batalla, ahora las nuevas batallas son el tema social en este continente y la Cruz Roja está trabajando muchísimo para apoyar a la comunidad más frágil, más débil de Nicaragua también.
—Hablábamos hace unos instantes de cómo es el trabajo de la Cruz Roja para que no se politice la entrega de ayuda. ¿Cómo negocian?
Rocca: Se tiene que trabajar con todos. Y lo que facilita todo, cuando se habla con los políticos, es hablar de hechos. No recurro a la teoría, hablo siempre de hechos, de la necesidad de la gente. Y cuando se habla de la necesidad de la gente nadie puede negar la evidencia, lo que se puede ver por la calle. Esto puede parecer difícil pero la realidad es muy simple cuando se habla de hechos concretos, de cómo está viviendo la gente las consecuencias de una catástrofe o de una crisis financiera o política. El tema es, justamente, hablar del sufrimiento de la humanidad.
—Esta semana comienza la Conferencia Interamericana de la Cruz Roja en Buenos Aires, ¿cuál va a ser la agenda de este evento?
Rocca: En este momento el continente americano tiene muchos desafíos: la migración, la crisis en algunos países, y el continente está muy afectado por el cambio climático. Entonces es un momento para discutir, para estudiar cómo se puede mejorar el trabajo conjunto de la sociedad nacional que en este momento está afectando la vida de los vulnerables, de los más vulnerables.
—¿Qué significa para Argentina organizar esta Conferencia?
Diego Tipping: Bueno, un desafío, un honor. La primera Conferencia de la historia se hizo aquí en Buenos Aires en 1923, hoy casi cien años después volvemos a ser sede. Va a ser la más numerosa de la historia, la más concurrida, los treinta y cinco países de nuestras Américas van a estar aquí presentes. Hoy ya están los jóvenes reunidos. Y aparte tenemos cerca de quince sociedades nacionales observadoras que han sido invitadas a esta Conferencia.
—¿Argentina tiene alguna injerencia en cómo se organiza la agenda de lo que se va a debatir? ¿Es un proceso largo? ¿Cómo se llega a eso?
Tipping: Sí es un proceso de cuatro años. Hay un comité de planificación que es un organismo estatutario de nuestra federación. Está compuesto por el país anfitrión de la anterior Conferencia, por nosotros, por el secretariado de la federación y por lo que se llama Comité Regional Interamericano que son cuatro países que marcan esta agenda.
—¿Cuando termine la conferencia nos vamos a encontrar con los lineamientos de acción para los próximos cuatro años?
Rocca: Sí, normalmente así es. Se va a plantear en una carta que va a ser la “Carta de Buenos Aires”, el planteamiento de Buenos Aires. Y se tiene un compromiso fuerte de los treinta y cinco países de cumplir con los principios de la carta y con los desafíos que se van a enunciar en la carta.
La violencia urbana es la nueva guerra del continente
—Conocemos las acciones de la Cruz Roja más mediáticas como el tema Venezuela, o temas de tragedias en la región, climáticas, etcétera, pero hay otras que son más silenciosas. ¿Cuáles son esos desafíos de los que no se habla tanto?
Rocca: Pensando en las acciones de los voluntarios de la Cruz Roja, la violencia urbana y la inclusión social. Esto es un gran desafío. Es la nueva guerra que tenemos aquí en este continente. Pero el desafío de la violencia urbana es un desafío mundial y en todo el mundo ésta es una nueva frontera de los voluntarios, trabajar en la ciudad grande, porque tenemos el tema de la migración internacional pero tenemos también un tema de movimiento de la población a nivel de país de la zona agrícola a la ciudad y esto necesita un trabajo social muy fuerte de la sociedad nacional, de los voluntarios que están involucrados para la inclusión social. En esto son muy fuertes los jóvenes. Nosotros estamos muy orgullosos del trabajo de los jóvenes. En este momento, en estos días están trabajando los jóvenes de la Cruz Roja del continente antes del inicio de la Conferencia Interamericana, porque la voz de los jóvenes es la más importante en este momento.
—¿Cómo el el proceso de formación para los voluntarios?
Rocca: La formación, el training de los voluntarios, es un tema importante. Nuestro fundador, nuestro papá, Henri Dunant, dice que no tenemos que buscar dinero, tenemos que estar listos para servir a la población y estar preparados, conocer lo que se debe hacer cuando tenemos un desafío. Porque para ser un voluntario en la Cruz Roja tenés que estudiar, tenés que hacer un curso, no es que de un día para el otro se es voluntario. Hay que saber qué hacer, pensar en el momento que tenés un terremoto en un país, tenés que saber lo que hacer, lo que son las prioridades, cómo se trabaja, cómo se desarrolla la ayuda, se entrega la ayuda. Esto es muy importante. Cómo hablar con la población. Es un curso muy importante. Cada sociedad nacional tiene prioridades diferentes pero todas buscan la formación de los voluntarios.
Tipping: Y es muy importante porque nosotros estamos al lado de las personas en los momentos más difíciles de sus vidas. En los momentos de dolor. Entonces no alcanza solo con querer ayudar, hay que saber ayudar, hay que ser profesionales incluso desde el voluntariado porque en ese momento tenemos que proteger lo más importante que tienen las personas con necesidad, su dignidad.
—¿Con qué protección cuentan los voluntarios?
Tipping: En cada uno de los países necesitamos leyes fuertes que protejan el trabajo de nuestros voluntarios para los momentos difíciles, los momentos de dolor, los momentos de crisis. Aquí, en Argentina, en eso venimos bastante retrasados, la ley que protege a nuestros voluntarios lamentablemente es de las más viejas del mundo, del año 1893. Hace un par de días atrás se cumplieron 1.000 días de la presentación del proyecto para la actualización de la ley y hoy está durmiendo en el Senado. Así que les pedimos a nuestros legisladores que protejan la actividad humanitaria, que protejan a nuestros voluntarios para los momentos difíciles de nuestros pueblos. Yo creo que eso es fundamental, prepararnos para los momentos difíciles.
—Qué pasa en el resto de la región con la protección de los voluntarios. ¿Hay leyes acordes o falta mucho todavía?
Rocca: No, este continente creció mucho hasta tener, más o menos, una buena legislatura. Desafortunadamente aquí en Argentina tenemos estos desafíos que no creo que sea una falta de voluntad política, yo creo más o menos, con todo el respeto por el país, que los políticos argentinos son muy parecidos a los políticos de Italia, y están durmiendo esto. Y después todos sabemos que, desafortunadamente, puede producirse en todo el mundo una catástrofe y después todos agradecen a la Cruz Roja. No, nosotros necesitamos respeto previo, porque los voluntarios no quieren ser reconocidos, quieren que el trabajo humanitario sea reconocido. Y yo espero que en estos días esta Conferencia tan importante pueda ofrecer una señal a la política argentina que es el momento de aprobar una ley porque en este momento tenemos calma y tranquilidad pero se necesita una ley para proteger en el momento tan difícil.
—Si hablamos de Argentina, qué supuso para la Cruz Roja trabajar en la identificación de los soldados de Malvinas
Tipping: Sí, esa fue una tarea que llevó adelante el Comité Internacional. Para nosotros fue una tarea muy emocionante ser parte de un movimiento que ha llevado a cerrar un dolor de más de tres décadas. Oíamos frases tan sencillas en el razonamiento pero tan profundas de algunas madres que nos decían: “Cómo que mi hijo es un N.N. si yo lo mandé con nombre”. Entonces esta tarea que está llevando el Comité Internacional, a raíz de lo que fueron también los Convenios de Ginebra, para nosotros es emocionante y lo vemos en cada rincón del país donde vamos, que los familiares nos vienen a agradecer. Así que realmente nos emociona. Creo que ha sido una tarea absolutamente relevante para nuestro movimiento.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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